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La justicia francesa ha condenado al expresidente Nicolas Sarkozy a tres años por corrupción, una condena más simbólica que efectiva, porque la misma quedará suspendida ante un nuevo recurso que la abogada del exmandatario va a presentar ante el Tribunal de Casación.

También es simbólica porque no deja de ser el primer ex jefe de Estado francés de nuevo condenado por corrupción y tráfico de influencias. Esta setencia confirma la de 2020. Tanto entonces como ahora, unos y otros jueces consideran a Sarkozy culpable de habers aprovechado de su cargo de poder para prometer a un magistrado ascender en su carrera, a cambio de que le diese información sobre las otras causas judiciales que tiene abiertas. Esta segunda sentencia inculpatoria incluye también tres años de inhabilitación pública para el expresidente francés.

FOTO: BERTRAND GUAY / AFP

Un tribunal de París ha confirmado la condena a tres años de cárcel, uno de ellos firme, para el expresidente francés Nicolas Sarkozy, por corrupción. Sarkozy no entrará en prisión, sino que cumplirá la pena en arresto domiciliario y con un brazalete electrónico. Además, se le priva de sus derechos civiles durante ese periodo.

El expresidente francés fue condenado en marzo de 2021 en primera instancia por un delito de corrupción cometido en 2014, dos años después de abandonar el poder, por utilizar su influencia para beneficiarse en otra causa. Sarkozy recurrió la sentencia, que ahora es firme, aunque su abogada ya ha anunciado que recurrirán ante el Supremo.

Foto:El expresidente francés Nicolás Sarkozy llega a la corte de París este miércoles, 17 de mayo, para oír el veredicto de apelación. EFE/EPA/YOAN VALAT

Yolanda Díaz se inspira en la medida aprobada en 2011 por Nicolas Sarkozy cuando los incendios y las inundaciones acabaron con las cosechas en Francia. Entonces, el que fuera presidente de la derecha, suscribió un acuerdo con las grandes cadenas de distribución para que garantizaran la oferta de diez productos básicos a un precio menor a los 20 euros. Esta lista debía incluir carne, pescado, verduras y lácteos, y debía ser suficiente para que una familia de cuatro componentes comiera tres veces al día. La cesta estuvo vigente durante un año, hasta que los socialistas llegaron al poder, pero en este tiempo las organizaciones de consumidores denunciaron que la oferta real incluía productos de muy baja calidad.

Informa, Antonio Delgado.

La portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, defiende la presencia del ex presidente francés Nicolás Sarkozy, condenado ayer por corrupción, en la convención del PP: “El ex presidente fue la pieza clave en la lucha contra ETA en un momento determinado. El día que fue invitado nos estuvo hablando de lo que supuso y por qué tomo esas decisiones. Esa parte de la gestión afectó a España y era importante reconocerla y escucharla”. Gamarra también quita importancia a las críticas despertadas en México por las palabras de José María Aznar sobre el presidente López Obrador: “Cada uno puede ejercer su derecho de libertad. Hoy será un día importante donde estarán presentes ex presidentes americanos y se mostrará la buena sintonía con ellos”. En la misma línea, defiende lo dicho por Díaz Ayuso: “No me incomoda, solo faltaba que no pudiéramos expresarnos. La hispanidad ha marcado un hito en nuestra historia y nadie puedo ponerlo en duda”. Cuca Gamarra respalda también al premio Nobel Vargas Llosa, que dijo que había que votar bien: “Mucha gente después de votar dice, me he equivocado. Se da cuenta de que su opción no le ha podido ofrecer lo que buscaba. Esa reflexión que es personal me parece que está bien y que seguro que es la dirección en la que una persona como Vargas Llosa hizo esa reflexión”. Gamarra asegura que estos días en toda España se está demostrando la fuerza del PP y de Pablo Casado y argumenta que tienen un proyecto para gobernar en solitario, sin partidos como VOX. Lamenta no llegar a acuerdos con el Gobierno en materia de pensiones o en la renovación del CGPJ, pero culpa de todo al Ejecutivo: “El sanchismo busca dos Españas, no una España de la concordia y el acuerdo”

Segunda condena para el expresidente de Francia Nicolas Sarkozy, esta vez por financiación ilegal de su campaña electoral en 2012. El tribunal considera que no podía ignorar las irregularidades que se dieron en aquella campaña y le condena a un año de cárcel. Sarkozy no irá de momento a prisión. Sarkozy es, por partida doble, el único expresidente de Francia condenado a cárcel. Y todavía tiene otra causa pendiente por supuestamente recibir dinero del dictador libio Gadafi para financiar la campaña electoral que lo convirtió en presidente de Francia en 2007.

Miramos hoy a Francia. A poco más de un año para las elecciones presidenciales, se aleja la posibilidad de ver a Nicolas Sarkozy disputarle la presidencia a Emmanuel Macron. Muchos dirigentes y electores conservadores esperaban ver al ex-jefe del estado -entre 2007 y 2012- dar el paso, pero su reciente condena en el llamado "caso de las escuchas" parece cerrarle las puertas. Sobre todo porque no es el único frente judicial para Sarkozy. Nos lo cuenta nuestro corresponsal en París, Paco Forjas.

En Francia el expresidente Nicolas Sarkozy va a recurrir la sentencia que lo ha condenado este lunes a tres años de cárcel por corrupción y tráfico de influencias. Sarkozy, a quien se investiga también por otros posibles delitos, es el segundo expresidente francés condenado a prisión, después de Chirac. El tribunal ha dicho que hubo un pacto de corrupción y que el ex presidente y su abogado trataron de sobornar a un alto magistrado. Le ofrecieron un puesto en Mónaco a cambio de información privilegiada. Los tres han sido condenados a las mismas penas: tres años de cárcel y de ellos, uno de prisión firme. Al abogado de Sarkozy, además, se le prohíbe ejercer la profesión durante cinco años. Sarkozy, podrá cumplir la condena en casa, con un brazalete electrónico. Su abogada ha anunciado que presentará recurso. Sarkozy que aún enfrenta otras causas judiciales que son materia de investigación.

Foto: AFP

El expresidente de Francia Nicolas Sarkozy ha sido declarado culpable de corrupción y tráfico de influencias y condenado a tres años de prisión, uno de ellos firme, por sobornar a un juez a cambio de información privilegiada. El dirigente galo ha recibido esta mañana la sentencia y ahora tiene 10 días para recurrir el fallo. Uno de los abogados que ha sido condenado junto a él ya ha presentado el recurso. Sarkozy podría cumplir la pena en su propio domicilio con un brazalete electrónico.

El expresidente francés Nicolás Sarkozy ha sido condenado a tres años de cárcel con la posibilidad de cumplir solo uno y la opción de pagar su condena en su casa controlado telemáticamente con una pulsera. La sentencia, extensible a su abogado y al juez, da la razon a la fiscalía y explica que en 2014 los tres condenados hicieron un pacto de corrupción y tráfico de influencias en el llamado caso de las escuchas.

El asunto tiene su origen en una investigación de la policía sobre presunta financiación ilegal del partido de Sarkozy, quien con esta sentencia se convierte en el primer presidente francés de la V República condenado a una pena de cárcel. Los abogados defensores han anunciado la presentación de recursos. Sarkozy vuelve a los tribunales el día 17 por otro caso de financiación ilegal de su partido con facturas falsas en 2012. Se trata del caso Pigmalión.

No es la primera vez que un expresidente francés rinde cuentas ante la Justicia, pero Nicolás Sarkozy es el primero en sentarse en el banquillo de los acusados. El exmandatario está acusado de corrupción y tráfico de influencias y, en su primer testimonio ante el juez, ha dejado patente su ira e indignación, tal y como ha dicho. Informa el corresponsal en París, Paco Forjas.

Nicolás Sarkozy se ha convertido esta mañana en el primer expresidente francés en sentarse en el banquillo de los acusados. Retirado de la política, se enfrenta a diez años de prisión y una multa junto con su abogado y un juez, por corrupción, tráfico de influencias e incumplimiento del secreto profesional en el llamado caso de las escuchas.

El que fuera presidente de Francia entre 2007 y 2012 considera que todo es una injusticia, que la verdad saldrá a la luz, que el caso es grave y que le afecta a él y su familia.

El caso nace de la investigación de los jueces contra Sarkozy por presunta financiación ilegal desde Libia de la campaña presidencial que ganó en 2007. Pinchando sus teléfonos, descubrieron que se comunicaba con su abogado por una línea anónima en la que escucharon que habría que ayudar a un juez por un puesto en Mónaco. A cambio el juez dio información sobre otro proceso de presunta financiación ilegal a Sarkozy en el caso Betancourt.

En medio de enorme expectación Sarkozy llegaba, en torno a la una de la tarde, al Tribunal de París donde será juzgado por corrupción y tráfico de influencias. El que fuera Presidente de la República desde el 2007 al 2012 se enfrenta hasta a diez años de cárcel por intentar corromper a un magistrado que era abogado ante el Supremo, para que le ayudara en una investigación en su contra. Esto se supo porque el ex presidente tenía pinchado el teléfono ya que se le investigaba también por otro caso. Sarkozy llegó a tener una línea telefónica con un nombre falso para este tipo de "conversaciones conspiratorias" con su abogado, según la investigación.

Sarkozy tiene 65 años y está retirado de la política. Dice que es inocente y que está siendo víctima de un complot político. Tiene otros dos procedimientos judiciales pendientes relacionadas con la presunta financiación ilegal de la campaña presidencial del 2012 y la del 2007, para la que habría recibido fondos del régimen de Gadafi.

Nunca Francia ha visto a un expresidente en el banquillo. Chirac, ya fallecido, fue juzgado y condenado por desvío ilegal de fondos pero no llegó a comparecer por su frágil estado de salud.

El expresidente francés Nicolás Sarkozy comparece este lunes ante un tribunal de París para ser juzgado por presunto soborno y tráfico de influencias, una de las causas que tiene pendientes con la Justicia. A Sarkozy se le acusa de corromper a un magistrado del Tribunal Supremo para que le ayudara en otra causa en la que está imputado.

Sarkzoy, presidente de Francia entre 2007 y 2012 y reetirado de la política desde 2016, tiene otros dos procesos abiertos por financiación ilegal de su campaña electoral.

El político conservador niega todas las acusaciones e insiste en que se trata de una campaña en su contra.

Se trata de la primera ocasión en la que un expresidente francés podrá ser visto en el banquillo de los acusados. Cuando Jacques Chirac, presidente entre 1995 y 2007, fue juzgado y condenado en 2011 por crear empleos ficticios en la alcaldía de París evitó comparecer ante el tribunal alegando problemas de salud.

El expresidente francés Nicolas Sarkozy (2007-12) será juzgado por la presunta financiación irregular de la campaña de 2012, después de que el Tribunal Supremo desestimara este martes el recurso presentado para evitar sentarse en el banquillo. La investigación del llamado caso "Bygmalion" fue abierta en 2014, año en que la prensa reveló que el exmandatario superó el límite máximo de gasto permitido durante una campaña electoral, que es de 22,5 millones de euros.

En una entrevista, el expresidente francés cuestiona los argumentos con los que los jueces han decidido imputarle por presunta financiación ilegal de su campaña de 2007 con dinero del exlíder libio Muamar Gadafi, ya que asegura que se trata de un montaje impulsado por el clan del exdictador libio para vengarse por liderar la coalición internacional que propició su caída.

La policía judicial cree que el régimen de Gadafi financió la campaña electoral de Sarkozy en 2007, cuando venció a Segolene Royal. Los jueces investigan el caso después de que, en 2012, el diario Mediapart publicara que el expresidente había recibido dinero del dictador libio. Según los periodistas que realizaron la investigación, el propio Gadafi y uno de sus hijos dijeron públicamente que fueron ellos los que ayudaron a Sarkozy a ganar las elecciones.

El exvicepresidente de la Comisión Europea Joaquín Almunia, que ha presentado en Las mañanas de RNE su libro Ganar el futuro. Cómo Europa y la socialdemocracia pueden salir juntas de sus crisis, se ha referido a la detención de Nicolas Sarkozy por la supuesta financiación ilegal de su campaña a la Presidencia en 2007.

"Me parece muy bien que en el Estado de Derecho quien la hace la paga, sea expresidente de la República o alguacil de pueblo. Si se ha financiado ilegalmente su campaña electoral y eso va contra la ley, como debe ser, la justicia tiene que actuar sea quien sea", ha afirmado el socialista.

Decir Quinta República es decir Charles de Gaulle, héroe de la resistencia e inspirador de ese cambio constitucional que en 1958 transformó un sistema parlamentario en uno mixto, muy presidencialista. Desde entonces De Gaulle marca la política francesa. Pompidou, Giscard d'Estaing, Mitterrand, Chirac, Sarkozy y Hollande le han sucedido en el sillón presidencial.