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El EIIL da un paso importante para conectar por carretera las zonas bajo su control en Irak y Siria

  • Tras la toma del estratégico puesto fronterizo de Al Qaem
  • Su conquista podría facilitar la entrada de refuerzos para este grupo radical suní

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Irak empieza a acusar la falta de combustible, mientras continúa la ofensiva yihadista

Los yihadistas del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) han dado un paso importante para conectar por carretera las zonas bajo su control en Irak y Siria, con la toma del estratégico puesto fronterizo de Al Qaem.

Este punto es uno de los tres principales que enlazan ambos países por tierra, y su conquista podría facilitar aún más la entrada de refuerzos y provisiones para este grupo radical suní.

Según ha asegurado a Efe una fuente de seguridad, los insurgentes han logrado irrumpir en la localidad pese a los intentos de las fuerzas gubernamentales de frenarles, en unos duros combates.

Sin embargo, esta información no ha sido confirmada oficialmente por las autoridades, que solo reconocen la existencia de enfrentamientos en los que las fuerzas gubernamentales han recibido el apoyo de los residentes en la zona.

En el lado sirio de ese punto fronterizo se ubica la localidad de Al Bukamal, escenario de choques desde hace meses entre el Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria, y el propio EIIL, que intenta lograr el control sobre la ciudad y sus alrededores.

Los avances del EIIL en el oeste de Irak y el este de Siria hacen que sus fuerzas se encuentren cada vez más cerca de poder enlazar ambos feudos a través de la carretera, como reconoce el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

En un comunicado, esta ONG informó el viernes de que el EIIL se había hecho con las localidades de Al Muhasan, Al Bulil y Al Bo Amr, ubicadas en la provincia siria de Deir al Zur, por lo que alertó de que, si prosiguen su avance, conseguirán conectar las zonas bajo su control a ambos lados de la frontera.

Refriegas cada vez más violentas

Mientras en el oeste de Irak los yihadistas continúan su progreso, en otras provincias como Nínive y Saladino, en el norte, las refriegas se vuelven cada día más violentas, con la muerte de decenas de personas.

El portavoz del Ejército, Qasem Ata, ha asegurado en Bagdad que las tropas han matado en las últimas horas a más de cien combatientes de la insurgencia suní en Saladino y en la localidad de Tel Afar, en Nínive.

Además, ha añadido que las fuerzas gubernamentales repelieron este sábado más de tres intentos rebeldes de llegar a la capital, aunque desmintió que el EIIL esté ya cerca de Bagdad.

El Gobierno moviliza a los civiles

El temor a que los extremistas puedan alcanzar la capital ha llevado al Gobierno y a los principales líderes chiíes a movilizar a los civiles, bien a través de las fuerzas regulares, bien a través de sus milicias.

Los seguidores de Muqtada al Sadr, uno de los clérigos chiíes más populares, han realizado una demostración de fuerza en su bastión de Ciudad Sadr, en el este de Bagdad, con un desfile paramilitar en el que participaron miles de combatientes.

El Ejército Al Mahdi -ala militar del movimiento político afín al clérigo radical- fue una de las milicias más activas contra las tropas de EE.UU. tras la invasión del país en 2003.

"Brigadas de paz"

Pese a que formalmente Al Sadr suspendió las actividades de la milicia en 2011 por las acusaciones de asesinatos sectarios, sus combatientes permanecen fieles a su líder y este sábado desfilaron en respuesta a su llamamiento para formar "brigadas de paz" que protejan los lugares sagrados de su comunidad en Irak.

Según han explicado a Efe responsables del desfile, los participantes quisieron transmitir el mensaje al mundo de que rechazan el regreso de la ocupación extranjera o una intervención internacional en los asuntos del país.

También han rechazado la injerencia de los países de la región, en referencia a Arabia Saudí, que culpó recientemente al primer ministro, Nuri al Maliki, de causar el conflicto con sus políticas sectarias.

Al Sadr hizo un llamamiento la semana pasada a sus partidarios a desfilar vestidos con uniformes militares y les pidió defender los santuarios chiíes y suníes, así como a los cristianos, a través de las "brigadas de la paz".

El clérigo es uno de los principales críticos de Al Maliki, al que ha llegado a acusar de "establecer una dictadura", pero la semana pasada le tendió la mano para formar brigadas para defender los santuarios.

Tras tomar el control de Mosul, la segunda ciudad de Irak, y de Tikrit, la cuna de Sadam Husein, el EIIL ha amenazado con continuar avanzando hacia Bagdad y los santuarios chiíes de Kerbala y Nayaf.