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'Mucho teatro' recopila las obras escénicas del dibujante Mauro Entrialgo

  • Cuatro obras de teatro que se estrenaron entre 1993 y 2001
  • "Creo que han envejecido bastante bien y podrían representarse", asegura

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Fragmento del cartel de la obra 'Herminio y Miguelito' y una foto de la representación
Fragmento del cartel de la obra 'Herminio y Miguelito' y una foto de la representación

Mauro Entrialgo (Vitoria-Gasteiz,1965)

Ha dibujado y escrito historietas para infinidad de periódicos (El País, Diario 16, Diario Vasco, Gaceta del Norte…) y revistas (El Jueves, El Víbora, Makoki, El gran musical, Playboy, Cinemanía…) cosechando por esta labor premios de consideración (como el de “autor revelación 1994” del “Salón internacional de Barcelona” o el de “mejor guionista de humor” 1997 y 2006 del “Diario de Avisos” de Tenerife) También ha escrito un largometraje ('Gente Pez') y cuatro obras de teatro. Ha grabado varios discos de música popular y realizado numerosos proyectos de arte contempráneo.

Conocido principalmente por sus cómics e ilustraciones Mauro Entrialgo ha demostrado siempre ser un artista multimedia interesado en casi todos los campos del arte, la música y la literatura. Su fama se la debe a personajes como Herminio Bolaextra, El Demonio Rojo o Ángel Sefija, pero también es músico, ilustrador, guionista de televisión y escritor de obras de teatro. Precisamente ahora se publica Mucho Teatro (Diábolo ediciones) un volumen que recupera las cuatro obras que escribió entre 1993 y 2001 y numerosos extras, entre los que se incluye un guión para televisión que no llegó a rodarse.

"Es un libro -asegura Entrialgo- que recoge los textos originales de las cuatro obras de teatro que escribí en su día en solitario (la primera) o a medias con Eloi Beato (la segunda y la tercera) o con Santi Orue (la última)".

Tres obras que tuvieron gran éxito de público y desconcertaron a la crítica por su osadía; y que Mauro nos resume así: En Herminio y Miguelito,  los dos personajes pasan una noche juntos en la redacción del periódico donde trabajan para reescribir un artículo que su jefe ha detectado que había sido copiado.  30 millones de gilipollas muestra lo que sucede en las calles desiertas de una gran ciudad durante un partido de fútbol que una mayoría de la población considera muy importante: la final España-Brasil del mundial de ese año. No hay huevos cuenta un año de convivencia entre un artista de poca monta aficionado al ligueteo, su primo antisistema de salón y un trabajador de tendencias conservadoras poco desenvuelto socialmente. Por último, Se empieza por los porros...  narra un día de un grupo de personas relacionadas entre sí vertebrado por la ingesta de nueve drogas legales e ilegales".

Herminio Bolaextra le abrió las puertas del teatro

Mauro nos comenta que llegó al teatro gracias al éxito de su personaje más conocido: "Los actores Ion Gabella y Gorka Aguinagalde montaron un grupo de teatro y me propusieron hacer una adaptación de las historietas de Herminio Bolaextra. El volcado más o menos directo de sus aventuritas cortas no funcionaba muy bien en escena y, tras todo tipo de intentonas, al final acabé escribiendo un texto completamente nuevo respetando los personajes y su universo, pero que se sostenía por sí solo".

La obra tuvo bastante éxito pero Herminio no volvería a ser el protagonista en ninguna de las otras obras: "Aparece fugazmente como personaje invitado en 30 millones de gilipollas y se le menciona en No hay huevos, pero entiendo que preguntas por qué no seguimos haciendo más obras con el mismo personaje de protagonista. Lo cierto es que ni se nos ocurrió planteárnoslo en su momento ni jamás lo había pensado hasta ahora. La primera obra había ido muy bien, la misma compañía nos pidió otro texto a su director -Eloi Beato- y a mí y optamos por escribir algo nuevo no basado en nada anterior. Supongo que ni se nos ocurrió lo de seguir escribiendo obras de Herminio porque es un personaje con unas características muy concretas que limita mucho el tipo de temas, escenarios, acciones y personajes que podrían abordarse".

"En realidad, nunca sustento las decisiones creativas en elucubraciones sobre una posible acogida popular, pero ahora que lo planteas, la idea de haber escrito más entregas de Herminio, tampoco me parece mala".

"Nuestro lema fue: "No aburrir"

Este grupo fue un soplo de aire fresco en la escena teatral de los 90 con un objetivo muy claro -según Mauro-: "No aburrir. Nuestro lema siempre fue ese. Nos permitíamos expresar cualquier idea por controvertida que fuera, cualquier salida de tono o cualquier solución escénica extraña siempre y cuando eso no supisiera aburrir al espectador. También abordamos temas, formas de hablar y opiniones que no era habitual encontrar en el teatro que se hacía en aquella época. De esta forma, conseguimos llevar a las salas a público que procedía más de la escena del rock que la del teatro y que, por cierto, en aquel momento era bastante numeroso".

"La cuarta obra que pusieron en escena los Sobradún la escribió Santi Orue porque yo estaba muy ocupado, entre otras cosas, con la escritura del guion de la película Gente pez. Al poco de estrenarse esa obra murió Ion Gabella en un accidente de moto y el grupo se disolvió (el libro está dedicado a su memoria). Cuando ya se iba a estrenar Gente pez y ya andaba algo más libre otro grupo teatral, Tres tristes tigres, me encargó una nueva obra. Le pedí a Santi que me ayudara y entre los dos escribimos Se empieza por los porrros...  Este montaje, no sé muy bien por qué, se movió mucho menos que los anteriores. Desde entonces, nadie más me volvió a encargar una obra y nunca más volví a escribir teatro".

"En alguna ocasión me lo planteé y llegué a tomar notas para una nueva obra, pero cada vez tenía más y más trabajo como humorista gráfico y nunca llegué a terminarla" -confiesa Mauro-.

"Creo, modestamente, que llegamos a influir un poquito en el teatro de producción autóctona. Se estrenaron muchas obras en su momento que introducían un lenguaje de calle contemporáneo, temas callejeros y cierto desenfado gamberril. Y hoy en día todos esos elementos son habituales en muchas obras de todo tipo de géneros, no solo en comedia" -asegura el autor-.

"Creo que las obras han envejecido bien"

"Creo que las obras han envejecido bastante bien -asegura Mario-. Si se volvieran a representar habría dos posibilidades: actualizar las referencias culturales y de la actualidad del momento o dejarlas y representarlas ambientadas en la época en que fueron escritas".

"No me importaría que volvieran a representarse, claro está. De hecho, desde que se disolvió la compañía, 30 millones de gilipollas volvió a ser representada en tres o cuatro ocasiones por otros grupos de teatro".

Entre el material extra que incluye el libro Mauro destacan: "16 páginas a color que recogen carteles, hojas de mano, bocetos de la situación de los elementos de los decorados y fotografías de algunas de las representaciones".

Y también un guion para televisión, para un programa humorístico de Sketchs que iba a ser protagonizado por Enrique Villén, Manuel Tallafé y Juan Muñoz (Cruz y Raya), pero que no llegó a materializarse (y que ni siquiera llegaron a pagarle): "Nunca me ha interesado demasiado introducirme en la televisión. Mi percepción es que en este sector espaciotemporal los guionistas de tele son tratados como mierda. Mi relación con la televisión es muy coyuntural. A partir de mi trabajo en teatro, los episodios que escribí para la serie de animación del Cuttlas de Calpurnio y la peli Gente pez,  me salieron varios encargos de guiones para proyectos televisivos. Muy poca cosa llegó a grabarse de todo lo que escribí y solo llegué a cobrar la mitad de las veces. Escribo sin problema en colaboración con autores que respete, pero no llevo bien reuniones a gogó con gente muy pesada ni reescrituras injustificadas por criterios externos poco claros. Y estas dos últimas cosas parecen ser imprescindibles si quieres ser guionista de una producción de tele es estos lares".

"En Mucho teatro, por cierto, como ejemplo de esta tortuosa relación, se incluye un pequeño sketch que me encargaron y que nunca me pagaron" -concluye Mauro-.

Sus proyectos

Aunque ya no escriba obras de teatro, sus muchos seguidores siguen disfrutando de cada una de sus viñetas; y Mauro nos ha avanzado sus proyectos: "Sigo con mis colaboraciones habituales en El Jueves, TMEO, TMEOMongolia y Bar&beer y estoy publicando una historieta interactiva todos los meses en la revista gratuita para tablets Don".

"También estoy preparando la edición de Interneteo y aparatuquis para Francia que va a editar Diábolo, el séptimo álbum recopilatorio de Ángel Sefija que publicará Astiberri en abril. Y otro libro, con Diábolo también, titulado Atentos a sus pantallas que recogerá historietas de varias series mías sobre videojuegos, televisión y cine que aparecieron originalmente en diversas publicaciones especializadas. Por otra parte, si Javi Rodríguez saca un ratito de entre sus múltiples obligaciones con Marvel, también hay intención de publicar Comprobando la realidad con La Cúpula, un volumen de ciento y pico páginas que contendrá la serie de ciencia ficción que hicimos juntos para El Víbora.Y seguro que me olvido algo".

Lo que está claro es que Mauro sigue estando en plena forma creativa y dispuesto a sorprendernos con sus inigualables creaciones que ya son clásicos del humor.

Fragmento del programa de mano de Herminio y Miguelito