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Zapatero revela que se opuso tres veces a un rescate del país, la última en noviembre de 2011

  • Dice que en noviembre de 2011 se ofreció un rescate de 50.000 millones
  • En esa misma cita se habría presionado también a Italia con 85.000 millones
  • Cree que la recuperación habría llegado ya con otra política del BCE
  • Reformar la Constitución fue una idea "personal" definida de forma "autónoma"

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Zapatero se reivindica y hace autocrítica de sus 600 últimos días de gobierno

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero revela que hubo tres momentos "en los que se me sugirió la  posibilidad de pedir ayuda financiera", la última realizada en noviembre de 2011 por parte de la canciller alemana  Angela Merkel, que rechazó porque España mantenía capacidad de  financiación y porque estaba convencido de "la condicionalidad" habría  lastrado la recuperación de España durante "lustros".

El rescate al país, según Rodríguez Zapatero se concretó en la cumbre del G20 en Cannes (Francia), celebrada los días 3 y 4 noviembre de 2011, con  una "oferta de ayuda" conjunta para Italia y España, de 85.000 y 50.000  millones, respectivamente, en aquel momento con mayor presión sobre  Italia porque su situación era más apremiante.

Así lo revela en su libro, presentado este martes en rueda de prensa, El dilema, 600   días de vértigo,  donde relata su experiencia en la gestión   de la crisis, centrado en  el periodo entre el anuncio de los recortes el 10 mayo de 2010 hasta el  final de la legislatura, en diciembre de 2011. Zapatero considera ese relato, entre otras cosas, un "deber" de  explicación a los ciudadanos por medidas que fueron complicadas.

El poder de los mercados

Según el análisis pausado de ese periodo, el expresidente extrae dos conclusiones. La primera, que en España confluyeron al menos tres escenarios "no previsibles": la crisis financiera internacional, la crisis de deuda de la zona euro, y la segunda recesión en el verano de 2011, que achaca al segundo plan fallido de ayuda a Grecia.

La segunda conclusión es "las limitaciones de la política" y de los gobiernos ante el "fenómeno imparable" de la globalización y del poder de los mercados.

Su mayor preocupación durante todo ese tiempo, ha asegurado, fue mantener  "los umbrales esenciales de la cohesión social a partir de políticas,  que había intensificado durante su primer mandato. Pero que tenía que reducir el déficit público inmediatamente.

Recortes anunciados en mayo de 2010

Por eso, ha incidido especialmente en el hecho de que redujo el salario de los funcionarios, congeló las pensiones (pero no las mínimas) y suprimió medidas que él mismo había impulsado (como el cheque-bebé), pero mantuvo "intacto" el sistema sanitario y educativo, incluso aumentando la inversión en becas, y congeló pero no redujo las prestaciones por dependencia.

Quien recibe los aplausos tiene que tomar las decisiones más difíciles

Después de aprobar esos recortes, Zapatero afirma que aguantó al frente del Gobierno sin dimitir y sin convocar elecciones por "responsabilidad" con el país, porque recortar el déficit de forma intensa en ese momento en cuestión "de horas" era algo que España "tenía que hacer" y le correspondía a quien gobernaba en ese momento.

"Cualquier otro gobierno lo hubiera tenido que hacer", ha insistido, y la única diferencia hubiera sido el plazo de tiempo con el que se hacía. Convocar elecciones en ese momento podía suponer "un riesgo serio para la estabilidad económica" de España, aseguró.

"Quien recibe los aplausos tiene que tomar las decisiones más difíciles", ha aseverado, y es el presidente quien tiene la máxima responsabilidad, por encima de sus ministros, porque es quien recibe directamente la confianza del Parlamento.

El papel del BCE

Zapatero ha insistido en que las tensiones con la deuda española siempre  se debieron a factores "externos", a su entender, aunque las debilidades internas  agravaran la situación, y que siempre han sido las medidas del Banco  Central Europeo apostando por la expansión monetaria la que ha relajado  esas tensiones.

Si el BCE hubiera sido "más favorable" a una expansión monetaria,  hubiera inyectado liquidez y hubiera tenido "algo menos de pánico a la  inflación", aseguró Zapatero, "seguramente la recuperación ya se habría  producido".

Reforma de la Constitución

La reforma de la Constitución, ha asegurado que la reforma del artículo 135 de la Constitución -que prioriza el pago de la deuda sobre el resto de gastos del Estado, y que fue pactada en menos de 48 horas- fue una propuesta "personal"  y definida de forma "autónoma" con el  objetivo de generar confianza externa y demostrar el "compromiso sólido  de España" con la estabilidad presupuestaria y la consolidación fiscal.

"Fue doloroso", ha reconocido, pero sigue pensando que fue "muy  importante" consagrar ese compromiso al máximo nivel, y ha señalado como  muestra de ello que poco después, en los debates electorales entre  Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba, la hipótesis de un rescate a  España ya no estaba sobre la mesa.

El libro, además, contiene una explicación "exhaustiva" sobre el traspaso de  poderes y las cifras de déficit que proporcionó al actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, "todos los  datos de los que disponíamos en ese momento, décima a décima", sin  evidencias en aquel momento de que el déficit "se fuera" en el último  trimestre, sobre todo por la caída de ingresos de las comunidades  autónomas.

"Error de apreciación" sobre la "crisis"

Sobre la crisis económica, Zapatero ha reconocido en rueda de prensa que tuvo un "error de apreciación" en el retraso en utilizar la palabra "crisis",  que no pronunció hasta julio de 2008. Y ha esgrimido una razón "subjetiva", que era su "afán de mantener la confianza" en España con mensajes positivos.

También ha argumentado en su descargo que en aquel momento España aún mantenía crecimiento y "todas las previsiones" auguraban crecimiento para el resto de ese año e incluso para el siguiente, y todo eso "saltó por los aires" con el desplome de Lehman Brothers, en octubre.

En todo caso, considera "absurdo" que en plena sociedad de la información alguien pueda pensar que pretendía "engañar" a los ciudadanos u "ocultar" la realidad.

Defensa del PlanE

Zapatero ha defendido el PlanE porque en aquel momento España era el segundo país con mayor superávit de la zona euro y el tercero con menor deuda pública respecto al PIB, y cumplía "con creces" el pacto de estabilidad.

El expresidente ha señalado que supuso unos dos puntos y medio de incremento del gasto, ha explicado, y algo más de un punto de PIB en deuda pública, frente a los veinte de incremento de los dos últimos años.

Además, ha subrayado que parte de ese plan fue de ayuda al automóvil y de rehabilitación de infraestructura turística, que "algo habrá tenido que ver" en los actuales datos.

Zapatero: "Gestionar la crisis no era tan fácil como algunos pensaban"

En la rueda de prensa, Rodríguez Zapatero considera demostrado, a la  vista de los acontecimientos, que gestionar la crisis económica  "inédita" que azota a España "no era tan fácil como algunos pensaban",  en clara referencia al PP y al actual presidente, Mariano Rajoy.

Sin embargo,  no quiso valorar si  ahora se podrían hacer "unos recortes u otros" porque es el Gobierno  quien "tiene la información", y ha reiterado que su único deseo ahora es que  España se recupere "cuanto antes" y que no se pierda de vista el  objetivo de "recuperar todo aquello que se haya quedado por el camino en  los pilares del Estado del bienestar".

Ante los medios, Zapatero se ha negado a "polemizar" con Pedro Solbes -quien aseguró hace unos días que le presentó un plan en 2009 con un duro plan de ajuste que el entonces presidente rechazó- "más allá de que cada uno  tengamos una memoria de las cosas", y expresó en varias ocasiones su  "gratitud" y "reconocimiento" a todos los que formaron parte de sus  gobiernos y también al PSOE por respaldar medidas que fueron "duras"  también para el partido.