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Un tecnicismo salva el lanzamiento de la sonda MAVEN de la NASA

  • Su función como relé de comunicaciones permite seguir trabajando en ella
  • La carga científica es en este caso un beneficio extra
  • El equipo cree poder mantener la fecha de lanzamiento inicialmente programada

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Impresión artística de la sonda MAVEN en órbita alrededor de Marte
Impresión artística de la sonda MAVEN en órbita alrededor de Marte

Una de las consecuencias del cierre parcial de la administración de los Estados Unidos ha sido que el 97% del personal de la NASA haya sido enviado a casa sin empleo ni sueldo mientras no se arregle la situación.

Esto obligó a detener los preparativos del lanzamiento de la sonda MAVEN con destino a Marte, pero tras tres días en el limbo, un tecnicismo ha permitido a la administración Obama aplicarle una 'excepción de emergencia' al lanzamiento, lo que ha permitido retomar el trabajo.

¿Quién dijo ciencia?

Pero lo más curioso del caso es que no ha sido el valor científico de la misión lo que ha permitido aplicarle esta excepción sino el hecho de que una de sus funciones secundarias será la de hacer de relé de comunicaciones para Opportunity y Curiosity, los dos rovers que la agencia tiene activos sobre la superficie de Marte.

Ahora mismo esa función la cumplen las sondas Mars Odyssey, lanzada en 2001, y la Mars Reconnaissance Orbiter, lanzada en 2005, ambas en servicio mucho más allá de lo que se había previsto inicialmente que duraran, igual que sucede, por cierto, con Opportunity.

En estas condiciones cualquiera de las dos puede fallar en cualquier momento, lo que comprometería las misiones de Opportunity y Curiosity; lanzar MAVEN este año aseguraría que, si todo va bien, a partir de diciembre de 2014 haya un nuevo relé de comunicaciones en órbita alrededor de Marte.

Esto sirve para proteger las dos misiones que hay en activo allí, y de ahí que se le haya podido aplicar la excepción de emergencia al lanzamiento de MAVEN.

De no hacerlo la siguiente oportunidad de lanzarla sería a principios de 2016, con lo que no llegaría allí antes del primer trimestre de 2017, y nadie puede asegurar que ni la Mars Odyssey ni la Mars Reconnaissance Orbiter sigan funcionando para entonces.

Viene bien también de cara al lanzamiento del próximo rover de la NASA rumbo a Marte en 2020, pues también necesitará disponer de un orbitador que haga de relé de comunicaciones, algo para lo que también servirá MAVEN.

El que además MAVEN lleve a bordo una serie de instrumentos científicos que le permitirán estudiar la atmósfera de Marte es, en estas circunstancias, una consideración menor para justificar seguir trabajando en su lanzamiento. Pero seguro que nadie protesta por ello.

Otra ventaja de poder lanzar ahora es que así MAVEN llegará a Marte cerca del máximo de actividad solar, lo que le permitirá medir mejor los efectos de este en la atmósfera del planeta.

Evaluando el impacto

En principio parece que los tres días de parón no deberían afectar a la fecha prevista de lanzamiento del 18 de noviembre, ya que había un margen de nueve días en la programación original, pero todos los miembros del equipo necesitarán aún un par de días para repasar toda la planificación previa al lanzamiento para poder asegurarlo.

En cualquier caso, la ventana de lanzamiento se extiende al menos hasta el 7 de diciembre, así que el margen de maniobra parece suficiente.

Además, MAVEN pesa menos de lo que estaba programado, por lo que es posible, aunque habría que estudiar la trayectoria, que la ventana de lanzamiento se pueda alargar un poco si fuera necesario.