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Claves y candidatos de las elecciones presidenciales de Irán

  • Irán vota este viernes en primera vuelta al sucesor de Ahmadineyad
  • Parecen los comicios menos plurales desde la Revolución Islámica

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Candidatos elecciones Irán
De Izqda. a Drcha: El ex jefe de la Guardia Revolucionaria, Mohsen Rezai, Mohammad Qarazi, Saeed Jalili, el jefe negociador nuclear Gholam Ali Haddad Adel, el ex ministro de Relaciones Exteriores Ali Akbar Velayati, y Mohammad Baqer Qabilaf, alcalde de Teherán.

Irán celebra este viernes la primera vuelta de las elecciones presidenciales. A continuación, las claves de estos comicios y los candidatos:

La figura del presidente

El presidente no es el cargo más importante del régimen: su acción está supeditada a las indicaciones del Líder Supremo, a la cabeza de la República Islámica de Irán. El presidente dirige el poder Ejecutivo y nombra a los ministros, aunque estos deben recibir la confianza del Parlamento; y designa otros puestos clave en la Administración.

El presidente es elegido para un mandato de cuatro años y solo puede ser reelegido una vez de forma consecutiva. Por eso Mahmud Ahmadineyad no puede volver a presentarse tras haber agotado dos mandatos (llegó al poder en 2005).

¿Cómo son las elecciones?

Cincuenta millones y medio de iraníes mayores de 18 años están inscritos en el censo para elegir al presidente de Irán en los comicios de este 14 de junio, viernes y día de descanso semanal en Irán y en en el mundo islámico en general. Habrá 130.000 urnas dentro del país y otras 285 recogerán los votos de los iraníes residentes en el extranjero (solo los que conservan el pasaporte de su país).

Si ningún candidato obtiene el 50% de los sufragios, se celebraría una segunda vuelta una semana después, el 21 de junio, entre los dos más votados. De las diez elecciones presidenciales celebradas hasta ahora, solo una acabó en un cara a cara, la de 2005.

¿Quién puede presentarse?

La ley pone estos requisitos: ser una persona religiosa; haber nacido en Irán y tener la nacionalidad; tener capacidad de gestión y liderazgo; tener una buena reputación, ser honrado y piadoso; y tener confianza en las fundaciones de la República Islámica de Irán y del islam. El Consejo de Guardianes de la Revolución, formado por 12 expertos en jurisprudencia islámica, hacen el examen de las candidaturas presentadas.

La ley no excluye expresamente a la mujer, pero ninguna ha pasado nunca este filtro. Mohammad Yazdi, clérigo y miembro del Consejo, dijo que “la ley no aprueba” que una mujer sea presidenta.

En estas elecciones se presentaron un total de 686 candidaturas, 30 de ellas mujeres, y solo ocho pasaron este filtro islámico. En anteriores procesos, la proporción de rechazos también fue muy elevada, aunque según varios expertos, esta será la cita con menos pluralismo de la historia de la Revolución. El Líder Supremo tiene la última palabra y puede volver a aceptar a un candidato descalificado por el Consejo de Guardianes.

Grupos políticos

En Irán los partidos fueron prohibidos en la reforma constitucional de 1989. No obstante, funcionan numerosas agrupaciones políticas, aunque todas las que expresan abiertamente críticas sustanciales al sistema son perseguidas y solo operan en el exilio.

En general, dentro de los grupos legalizados solo se habla de “conservadores" y “reformistas”. Los primeros son los más apegados al sistema dominado por la élite clerical y los más fieles al Líder Supremo también se autodenoniman principalistas.

En 2012 se celebraron elecciones legislativas, boicoteadas por los reformistas, los principalistas consiguieron 180 de los 290 escaños, según la asignación que hace la Unión Interparlamentaria. Dentro de esa coalición de leales se incluyen unos 100 escaños del Frente Unido de Conservadores y 40 del Frente de Continuidad de la Revolución Islámica. El grupo conservador que apoya al presidente Ahmadineyad, Monoteísmo y Partido de la Justicia, consiguió una veintena de diputados. Y por primera vez desde la Revolución, los grupos reformistas boicotearon las elecciones en protesta por la represión sufrida desde 2009.

Candidatos

El Consejo de Guardianes aceptó para estas elecciones a ocho candidatos: un independiente; dos considerados como “reformistas moderados”, de los que uno se ha retirado para beneficiar las opciones del otro; y cinco claramente conservadores, que finalmente son cuatro por otra retirada. Estos son los aspirantes:

SAEED JALILI. Es el negociador jefe para la cuestión nuclear desde 2007 y también ejerce como secretario del Consejo de Seguridad Nacional. Luchó en la guerra entre Irán e Irak en los años 80 y está mutilado. Es doctor con una tesis sobre la política en el Corán. Se le considera muy cercano a Jamenei, aunque pocos le dan opciones.

MOHAMED BAQER QALIBAF. Actual alcalde de Teherán. Fue jefe de la aviación de los Guardianes de la Revolución en la guerra contra Irak y después jefe policial. Numerosos analistas lo sitúan como muy fiel al Líder Supremo y se le define como “conservador pragmático”. Goza de gran popularidad.

MOSEHN REZAI.  Es el número dos del Consejo de Discernimiento. Fue general de los Guardianes de la Revolución. Está en la lista de Interpol por su papel en el ataque al centro judío de Buenos Aires. Quedó en tercer lugar en las presidenciales de 2009 con menos del 2% de los votos, según los resultados oficiales. Es conservador, cercano a Jamenei. Doctor en Económicas.

ALI AKBAR VELAYATI.  Trabaja como asesor de Jamenei en materia internacional y por tanto se le considera muy leal al Líder Supremo. Fue ministro de Exteriores durante 16 años seguidos, un récord en el país, y es por tanto muy conocido. También se le piden responsabilidades por el atentado de Argentina. Ejerció como médico.

HASAN ROHANI. Clérigo moderado. Exnegociador nuclear del régimen y actual representante personal del Líder Supremo en el Consejo de Seguridad Nacional. Sin embargo, según la BBC, en 2009 apoyó las manifestaciones que denunciaron el fraude en las elecciones presidenciales (en las que la mayoría protestaba también contra Jamenei); aunque en 1999 fue muy duro con otras movilizaciones estudiantiles. Con todo, ahora se le define como reformista y cuenta con el apoyo de los expresidentes Jatami y Rafsanyani. Destaca por su elevada formación y domina varios idiomas.

MOHAMED GHARAZI. Es el candidato sorpresa. Muy poco conocido y supuestamente sin apoyo de ningún grupo político para esta campaña. Fue ministro en los años 80, pero no ostenta ningún cargo desde 1997. Estuvo en la cárcel en la época del sha y luego fue un exiliado político.

Hasta última hora un candidato se puede retirar de la carrera. Estos movimientos no son extraños si hay alianzas entre candidatos afines para no dividir el voto. Los dos candidatos que se han retirado a comienzos de esta semana son Gholamali Haddad-Adel, consuegro de Jamenei sin gran trayectoria ni popularidad; y Mohamed Reza Aref, el político que más claramente se definía como reformista de los que pasaron el filtro y que fue vicepresidente con Jatami.

¿Quiénes han sido excluidos?

Entre los más de 600 candidatos rechazados destacan dos: el expresidente Akbar Hashemi Rafsanjani y el cuñado de Ahmadineyad, Esfandiar Rahim Mashaei. Según la prensa oficial, el primero fue excluido por su avanzada edad. No obstante, todos los analistas coinciden en que el motivo real ha sido su posicionamiento reformista en los últimos tiempos. Al segundo se le ha acusado de desviacionismo religioso, pero más allá de un posible conflicto teológico, todo parece indicar que ha sido excluido porque representaría el continuismo del presidente y de su pulso al poder del Líder Supremo.

Limpieza del proceso

Tras las masivas denuncias de fraude de 2009, se ha reformado la ley electoral fundamentalmente en lo que se refiere a la supervisión del proceso, que antes dependía casi exclusivamente del Ministerio del Interior. En las primeras elecciones celebradas tras esa crisis, las legislativas de 2012, el Consejo de Guardianes de la Revolución prohibió la presencia de observadores electorales extranjeros.

Los resultados oficiales se esperan para las primeras horas de sábado.

La participación

El voto en Irán no es obligatorio, pero a los votantes se les pone un sello en su cartilla de identidad y muchas personas denuncian que en ciertos trámites con la administración (como conseguir un trabajo público) se tiene en cuenta ese registro de votaciones. En las elecciones de 2012, boicoteadas por la oposición, el número de votos en blanco o nulos creció tanto que un diputado pidió una investigación, según el periódico The Guardian.

Por primera vez, las elecciones a los consejos locales y regionales (en los que están en juego más de 100.000 cargos) se celebrarán al mismo tiempo que las presidenciales. Muchos analistas interpretan ese cambio como un intento para conseguir una mayor participación que legitime al régimen. El Líder Supremo ha hecho múltiples llamamientos a la participación: "Cada voto para cada candidato cuenta para legitimar la República Islámica de Irán", ha dicho.

Los temas de la campaña

En los medios iraníes, durante la campaña se ha hablado casi exclusivamente de economía. El desempleo ha aumentado en los últimos años hasta el 13% y la inflación está disparada, por encima del 30%, después de que la moneda nacional, el rial, se desplomara el año pasado y perdiera más de la mitad de su valor. Todos los candidatos critican más o menos airadamente la gestión de Ahmadineyad y el programa de reforma de los subsidios.

Las cuestiones internacionales, incluido el programa nuclear, no han tenido mucho espacio, al menos en los titulares.

El próximo presidente inciará su mandato en agosto.