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El papa Benedicto XVI dice que se retira a orar de un modo más adecuado a su edad y fuerzas

  • Benedicto XVI ha rezado su último Ángelus en la Plaza de San Pedro
  • Ha dicho que su retirada "no significa abandonar la Iglesia"
  • Al finalizar, ha saludado a los peregrinos en siete lenguas

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El papa reza su último Ángelus en la Plaza de San Pedro

El papa Benedicto XVI ha dicho este domingo que el Señor le ha llamado a dedicarse todavía más a la oración y a la meditación, lo que hará "de un modo más adecuado a su edad y fuerzas", una vez que se haga efectiva su renuncia al pontificado este jueves 28 de febrero.

Benedicto XVI ha rezado su último Ángelus en una abarrotada Plaza de San Pedro, en la que se han congregado unos 200.000 fieles, peregrinos y turistas, que han querido despedirse así del pontífice alemán y que incluso han ocupado la via de la Conciliazione y otras calles adyacentes a la plaza.

El papa, emocionado, ha sido interrumpido varias veces con aplausos de la multitud durante su alocución a los fieles.

La retirada no significa abandonar la Iglesia

Benedicto XVI, que en dos meses cumplirá 86 años, ha abundado en su retirada "al monte" (Tabor) pero ha querido aclarar que esto "no significa abandonar la Iglesia".

"Es más, si Dios me pide esto es porque yo podré continuar sirviendo con las mismas condiciones y el mismo amor con el que lo he hecho hasta ahora, pero de un modo más adecuado a mi edad y a mis fuerzas", ha afirmado.

La lluvia que estos días cae en Roma ha dado una tregua y ha salido el sol, un detalle sobre el que ha bromeado el papa, asomado a la ventana del apartamento del Palacio Apostólico.

Benedicto XVI ha elegido para este segundo domingo de Cuaresma el pasaje del Evangelio sobre la Transfiguración del Señor del evangelista Lucas, en el que relata cómo Jesús se transfiguró mientras rezaba en una especie de retiro espiritual en el monte Tabor junto a Pedro, Santiago y Juan.

Al meditar sobre este pasaje del Evangelio "podemos extraer una enseñanza muy importante", ha dicho.

La oración no es aislarse del mundo

En primer lugar, la primacía de la oración, sin la cual todo el compromiso del apostolado y de la caridad se reduce a activismo, ha dicho. En Cuaresma "aprendemos a dar su debido tiempo a la oración, tanto personal como comunitaria, que da aliento a nuestra vida espiritual", ha aseverado el Obispo de Roma.

"La oración no es aislarse del mundo y de sus contradicciones, como en el monte Tabor hubiera querido hacer Pedro, pues la oración reconduce al camino, a la acción", ha explicado.

"La vida cristiana - que escribí en el Mensaje para la Cuaresma - consiste en un continuo subir a la montaña para encontrarse con Dios, para después descender llevando el amor y la fuerza con el fin de servir a nuestros hermanos y hermanas con el mismo amor de Dios", ha agregado.

Después ha saludado a los peregrinos en siete lenguas y se ha retirado a su aposentos.