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El 29% de los españoles reconoce que ha tomado tranquilizantes en el último año

  • Es uno de los datos que se desprenden de una encuesta de la OCU
  • El 40% lo ha tomado alguna vez; el 50% en el caso de las mujeres
  • El 30% los consume por problemas laborales

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Cuatro de cada diez españoles ha tomado alguna vez tranquilizantes (el 50% en el caso de las mujeres) y el 29% los ha tomado en el último año, según una encuesta que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha dado a conocer este jueves y que se ha realizado en Bélgica, Brasil, España, Italia y Portugal.

Según este estudio, el 14% de los encuestados (2.032 participantes de entre 18 y 74 años en España) estaba tomando tranquilizantes en el momento de ser preguntado. El 12% de la población ha consumido ansiolíticos de manera regular en los últimos doce meses y el 7% lo ha hecho con depresivos.

Se preguntó por los medicamentos que habían tomado para tranquilizarse o sentirse más relajado (ansiolíticos, somníferos, antidepresivos u opiáceos). No entran tranquilizantes naturales como la valeriana o las infusiones como la tila o la manzanilla.

La OCU señala que los resultados indican que en España hay un elevado porcentaje de la población que toma este tipo de medicamentos de forma prolongada. Son cifras que superan, por lo general, a las registradas en otros países.

Este estudio se conoce días después de que se hiciera pública la Encuesta sobre Alcohol y Drogas, EDADES 2011-2012, que señalaba que el consumo de drogas ha bajado en todas las sustencia, salvo el de hipnosedantes (somníferos, tranquilizantes y sedantes).

Solo a un 30% se los ha recetado un médico especialista

Llama la atención sobre que la decisión de tomar tranquilizantes parte muchas veces del médico de cabecera en lugar de un especialista (un 57% frente a un 30%). Un 3% de los encuestados reconoce que los toma por iniciativa propia.

Esta organización considera "preocupante" que el 60% de los pacientes dicen no haber sido informados por su médico sobre la dependencia que pueden provocar estos medicamentos. Solo el 36% asegura que se les comentó los afectos adversos.

El 30% lo toma por problemas laborales y el 17% por causas económicas

El perfil del usuario habitual de estos medicamentos es el de una mujer mayor de 34 años, con un nivel de estudios bajo-medio y que se encuentra en situación económica difícil o de desempleo, según informa Efe.

Las razones que se argumentan para tomar estos medicamentos son en un 32% de los casos por la dificultad en conciliar el sueño; en un 30 por problemas laborales; en un 29% lo hacen por sucesos traumáticos y un 17 por causas económicas.

Y los consumidores habituales no acostumbran a superar las dosis recomendadas: un 43% de los pacientes toman estos fármacos por debajo de la dosis prescrita, aunque lo más usual es tomar lo pautado, tanto entre quienes toman ansiolíticos o inductores del sueño (50%), como los que usan antidepresivos (67%).

Los datos más preocupantes, según la encuesta, son los problemas de dependencia que generan ya que un tercio de los usuarios consultados reconoció que si no tienen su medicación a mano sienten nerviosismo.

El 23% de los consumidores tiene perfil de dependiente

De las respuestas de los entrevistados se desprende que un 23% de los consumidores de ansiolíticos se ajustan a un perfil de dependiente, un riesgo que se incrementa hasta un 32% en aquellos que llevan tomando este tipo de medicación más de un año.

La OCU aconseja que las personas que tengan problemas para dormir o que estén nerviosos o decaídos prueben con cambios en el estilo de vida, hagan ejercicio, coman de forma más saludable y comenten su situación con alguien de confianza, antes de recurrir a los fármacos.

Recomienda también aprender a tomarse las adversidades de otra manera porque hay situaciones traumáticas en las que es normal sentirse mal, probar en determinados casos con la psicoterapia y, en todo caso, si el médico le receta algún fármaco, preguntar sobre sus posibles efectos adversos.

La organización de usuarios ha remitido los datos del estudio a la Agencia Española del Medicamentos y Productos Sanitarios.