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Javier Sierra invita a "sentir" el Museo del Prado y desvela sus secretos en 'El maestro del Prado'

  • El autor propone un recorrido por obras enigmáticas del Renacimiento
  • Invita a los lectores a descubrir la "función espiritual" del arte
  • Desvela secretos de obras de El Bosco, Rafael, Botticelli o Tiziano
  • Javier Sierra estará con los internautas de RTVE.es el lunes 11 de febrero

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Entrevista con Javier Sierra, autor de 'El maestro del Prado'

Mezclamos en una coctelera uno de los museos más importantes y de los más visitados del mundo, que atesora alrededor de 9.000 obras de arte y las colecciones más amplias de maestros como Velázquez, Tiziano, Goya, El Bosco o El Greco, con uno de los escritores españoles más vendidos y traducidos internacionalmente -cuatro millones de ejemplares vendidos y traducido a 35 idiomas-. A continuación añadimos una buena dosis de misterios y secretos de pinturas históricas. Y agitamos todo bien.

El resultado será un best seller, El maestro del Prado y las pinturas proféticas (Editorial Planeta), con el que Javier Sierra quiere invitar a los lectores a acudir al Museo del Prado a "sentirlo, no a verlo" y a descubrir la "función espiritual" y "sobrenatural" del arte, la que ha tenido desde sus principios cuando hace 40.000 años los hombres del Paleolítico y el Neolítico empezaron a dibujar en sus cavernas y a reflexionar sobre la vida después de la muerte.

El guía para el viaje que propone Sierra (La cena secreta, El ángel perdido) es el misterioso 'maestro del Prado', un personaje que el autor asegura que es real y con el que se topó en la pinacoteca madrileña a finales de 1990, cuando él era un joven de apenas 19 años que miraba embobado el cuadro de La Sagrada Familia con San Juanito, conocido popularmente como La Perla, de Rafael.

Este personaje, Luis Fovel, acompañó a Sierra durante cinco días para descubrirle los secretos de las grandes obras de los maestros del Renacimiento, de Rafael, Tiziano, El Bosco, Botticelli, Brueghel El Viejo, El Greco o Juan de Juanes. Esos secretos del maestro del Prado -al que Sierra asegura que no volvió a ver más después de la quinta visita y del que no ha sabido nada en 23 años, desde enero de 1991- son los que el autor nos revela ahora a nosotros.

Adamitas en El jardín de las delicias y los fantasmas del Prado

Con el Museo del Prado ya cerrado al público, el autor guió anoche a un privilegiado grupo de periodistas por las salas vacías del museo para descubrir algunos de esos arcanos.

El recorrido nocturno con Sierra empieza delante de una de las obras más enigmáticas de El Bosco, El jardín de las delicias, una de las pocas no firmadas, aparentemente, por el pintor -en el libro se desvela que está firmada con un autorretrato- y ante la que murió en 1598 en el Monasterio de El Escorial Felipe II, que admiraba profundamente al pintor holandés y adquirió muchas de sus pinturas ahora en el museo. La interpretación habitual de este tríptico es cómo la corrupción de la carne puede llevar a la destrucción del infierno.

El maestro del Prado nos desvela que El Bosco perteneció a la secta de los adamitas -una doctrina que buscaba el retorno a la inocencia originaria del Edén a través del nudismo- y cómo, leyendo El jardín de las delicias bajo esa tesis, la interpretación es la inversa: vivimos en la corrupción pero el esfuerzo adamita de regenerar al ser humano nos llevará al paraíso.

Esta obra de El Bosco influyó mucho en otras posteriores, como El triunfo de la muerte, de Pieter Brueghel El Viejo, dedicada al capítulo XX del Apocalipsis que describe la llegada al Reino Milenario y la lucha entre el bien y el mal. "Es un cuadro sin esperanza aparente, pero tiene un mensaje cifrado que puede desvelarse mediante 'el alfabeto de la muerte'", deja caer Sierra, que invita a descubrirlo en su libro.

En la sala de pinturas italianas, están "los únicos fantasmas del Prado", según Sierra, que son los amantes crueles cuya leyenda reflejan las tres únicas tablas de Botticcelli que tiene el museo español, La historia de Nastagio degli Onesti del Decamerón. Su historia maldita también queda desvelada.

Los misterios de Rafael y los secretos de Carlos V

Los primeros secretos que el maestro del Prado desveló a Sierra son los que esconde La Perla, de Rafael y cómo el pintor renacentista inspiró su arte en el Apocalipsis Nova, un libro manuscrito nunca impreso que ayuda a comprender el arte como puente entre el mundo de los vivos y el de los muertos. La Perla, llamada así porque era la joya de la colección de Felipe IV, y La transfiguración del Señor, elaborada en el taller de Rafael, son ejemplos de esa comunicación entre los dos mundos.

Y El maestro del Prado es el particular Apocalipsis Nova que nos brinda Sierra para "descubrir ese puente", el "pasaporte" para el viaje.

El recorrido de Javier Sierra con la prensa acabó con dos cuadros de Tiziano. Dos obras del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Carlos V -que reinó en España como Carlos I- que muestran la obsesión del monarca con su muerte: en La Gloria pidió ser retratado con el sudario con el que luego sería enterrado en El Escorial y en Carlos V en la Batalla de Mülberg puede descubrirse el río Aqueronte, por el que Caronte guiaba a los sombras errantes de los difuntos, tras la figura a caballo de un monarca que ase con fuerza la lanza de Longino, el talismán para evitar caer en la lucha.

Estas y otros muchas obras enigmáticas del Museo del Prado están en el libro de Sierra para ayudar al lector a descubrir "para qué se inventó el arte". Un libro con todos los ingredientes para convertirse en guía de sala imprescindible del propio museo.