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Heriberto Lazcano, el exmilitar mexicano que lideró a los Zetas

  • Fue entrenado en inteligencia militar para el combate por el Ejército
  • Fue uno de los fundadores de la banda

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Conocido como “El Lazca”, el “Z-3” o “el verdugo”, Heriberto Lazcano, era considerado por la Procuraduría General de la República de México como el máximo líder de Los Zetas tras la muerte de Arturo Guzmán Decena (el Z-1) y la captura de Rogelio González Pizaña (el Z-2). Exmilitar sanguinario, las autoridades mexicanas ofrecían 30 millones de pesos a aquellos que proporcionaran información sobre él y las de EE.UU., 50 millones de dólares.

Originario de Apan, Hidalgo, según su ficha en la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en 1991 se enroló en el Ejército con tan solo 17 años, aunque siete años después solicitó su baja voluntaria. Durante su servicio en el ejército fue entrenado en inteligencia militar como herramienta para el combate a muerte, conocimientos que aplicó en la banda criminal.

En 1998 se unió al Cartel del Golfo, reclutado por el supuesto fundador de Los Zetas, el también exmilitar Arturo Guzmán Decena (el “Z-1”). Guzmán fue el encargado organizar el brazo armado del Cártel y cordón de seguridad del entonces líder del grupo, Osiel Cárdenas Guillén, pero con su captura el brazo armado adquirió autonomía y se convirtió en la principal banda rival.

Tras la guerra estallada entre los dos grupos, los Zetas se expandieron durante la segunda mitad de la década del 2000, haciéndose con el control criminal de las localidades con una combinación imparable de estrategia, orden castrense y violencia salvaje.

Cruel disciplina

Lazcano ascendió tras la muerte de Guzmán (Z-1) y la captura de Rogelio González Pizaña. Bajo sus órdenes directas, "Los Zetas" fueron los primeros que comenzaron a decapitar los cuerpos de integrantes de grupos criminales antagónicos mismas que arrojaron en la pista de una discoteca en Michoacán.

Gracias a sus métodos brutales para contrarrestar a sus enemigos y al régimen de disciplina interna, Lazcano ha conseguido mantener la disciplina en la organización. “Él mismo se encargaba de ejecutar a algunos de sus enemigos. "Entre sus métodos para eliminar enemigos estaba lanzárselos vivos a un tigre que tenía en una finca”, ha manifestado el periodista mexicano Humberto Padgett, premio Ortega y Gasset 2012.

El líder estableció nuevas jerarquías que imitaban a las del Ejército, y que incluía entre sus filas a los llamados "kaibiles" de Guatemala, (soldados de élite especializados en la “lucha antiterrorista”) con los que realizó operaciones de asalto espectaculares para rescatar a sus cómplices capturados por las autoridades o por sus contrincantes.

“Eran capaces de tomar una ciudad en siete u ocho días”, explica Samuel González, extitular de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada de la fiscalía mexicana.

Lazcano era considerado el responsable del asesinato del periodista Francisco Ortiz Franco, coeditor del semanario Zeta y se le ha adjudicado la orden de la masacre de Cadereyta, en la que murieron 49 personas, y cuyo objetivo era incriminar al Cártel del Golfo. En septiembre, las autoridades federales estuvieron a punto de capturarlo en el aeropuerto de Mérida, en Yucatán, cuando viajaba a bordo de un Cessna matrícula XA ATA.