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Cincuenta jóvenes talentos exponen sus fotografías en la azotea del Círculo de Bellas Artes

  • Pasión: Fotografías en la azotea reúne el trabajo de alumnos de fotografía
  • Estará abierta al público desde el 1 hasta el 29 de agosto

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Fotografía de Pachi Santiago
Fotografía de Pachi Santiago

“No están todos los que son, pero sí son todos los que están”. Con estas palabras el fotógrafo español Eduardo Momeñe trataba este martes de resumir a RTVE.es lo que significa para él la exposición que se inaugura este miércoles en la azotea del Círculo de Bellas Artes, ese rinconcito que roza, desde el centro de la ciudad, el cielo de Madrid y por el que este mes de agosto pasarán miles de personas.

Momeñe, comisario de esta exposición que recoge las fotografías de 50 alumnos de la Escuela de Fotografía EFTI, recalca la ilusión que supone para estos jóvenes exponer sus trabajos allí. “Lo que me interesa es que haya potencia de imagen, así que les hemos dejado que participen con el tema que quieran. Han hecho fotos de gente y de lugares sin ningún tipo de limitación. Están muy ilusionados”.

La exposición se titula Pasión: Fotografías en la Azotea y estará abierta al público hasta el 29 de agosto. En ella se ven paisajes inundados, personas formando colas, manos cosidas, paredes con marcas del paso del tiempo, retratos…

"Las fotos no tienen por qué contar nada"

“Las fotos no tienen por qué contar nada”, sentencia Momeñe, que lleva más de 20 años dando clases. “Lo que importa es el impacto visual”, añade. Y sigue: “Es como cuando uno escucha las canciones de Bob Dylan: no las entiende, pero le gusta la música. Con las fotos pasa lo mismo”. “Ya, pero hay gente que sí las entiende”, le espetamos. “Sí, pero eso es ya el lujo. Si a uno le gustan las letras pero no la música… ya no es lo mismo”.

Recorriendo la azotea del emblemático edificio, a los pies del mítico soldado negro que nunca se derrite bajo el generoso sol, nos detenemos para observar varias obras. Una de las primeras que advertimos es el retrato realizado por Verónica Fieiras, perteneciente a la serie Persona.

“Yo retrato para indagar sobre emociones propias, para descubrirme a mí misma”, nos cuenta la autora. “No busco contar las historias de las personas, sino utilizarlas como metáforas en la construcción de mi propia identidad”, señala.

No demasiado lejos del retrato de Fieiras vemos una mano cosida, perteneciente a la serie Ni conmigo ni sin mí, de David Catá. “Cada puntada sobre mi piel te representa, porque el dolor físico no es frontera, sino que nos une más”, explica.

Otras de las fotografías expuestas que nos llaman la atención es Tres lunares, de Eva Casanueva y que forma parte de su trabajo La vida es puro teatro, serie que, según ella, funciona como una especia de novela gráfica infinita en la que introduce miniseries de fotografías que conforman capítulos. Como diría La Lupe, “Igual que en un escenario finges tu dolor barato, tu drama no es necesario, ya conozco ese teatro…”