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Alfonso Casas: "'Amores minúsculos' es un homenaje a los amores que no son los definitivos"

  • Alfonso debuta como autor completo con este cómic
  • "Hablo del amor no como un fin, sino como un trayecto", asegura

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Viñetas de 'Amores minúsculos', de Alfonso Casas
Viñetas de 'Amores minúsculos', de Alfonso Casas

Alfonso Casas Moreno (Zaragoza, 1981)

desde 2007 colabora con sus ilustraciones en diferentes periódicos y revistas, hasta que en 2010 dibuja 'Marica tú' (Glénat/EDT), su primera incursión en el mundo del cómic. 'Amores minúsculos es su primera obra en solitario. Espera que no sea la última.

Amores minúsculos (Edicions de Ponent) es la primera obra en solitario de Alfonso Casas Moreno, un joven zaragozano cuyo grafismo y estilo de narrar, cercano a la ilustración pero lleno de vida y dinamismo, ya nos sorprendió en su anterior obra: Marica tú (Glénat/EDT), con guión de Julián Almazán. Ahora Alfonso debuta en solitario con este libro que, según él: "Es un homenaje a todos los amores que, por una razón o por otra, no llegan a ser “el definitivo”. En el cómic se narra el origen, la “chispa”, de tres relaciones diferentes que están destinadas a no convertirse en ese amor de cuento de hadas que puede que alguna vez llegue, o puede que no".

Por eso Alfonso cree que lo mejor es disfrutar de cada amor, por minúsculo que sea: "Creo que muchas veces nos preocupamos mucho de la meta, sin pararnos a pensar en lo que aprendemos por el camino. Con el amor pasa lo mismo: tendemos a idealizar un posible romance perfecto, sin dar valor a esa sucesión de pequeñas grandes historias que, en el fondo, te aportan tanto o más que ese hipotético amor “verdadero”. Este cómic habla del amor no como un fin, sino como un trayecto".

Un relato tan emotivo como sincero que Alfonso asegura que no está basado en hechos reales: "Aunque he tomado prestados ciertos detalles de mi vida y de algunas otras personas que estuvieron (o que aún siguen) en mi vida, por suerte o por desgracia (dependiendo del capítulo) nada de lo que se cuenta en Amores Minúsculos esta basado en hechos reales".

"No creo en el amor verdadero. Pero..."

Alfonso confiesa que: "En varios momentos de mi vida creí estar completamente enamorado y, cuando echo la vista atrás, me parece que no fue para tanto. No creo en las medias naranjas, sino más bien en dos naranjas completas que están a gusto juntas. Ser la media naranja de alguien significa que necesitas que te completen, y no estoy de acuerdo con eso. No creo en el amor verdadero, pero en el fondo estoy esperando a que aparezca alguien y me haga cambiar de idea".

Un cómic de historias que se cruzan y entrelazan creando un pequeño universo propio: "Siempre he estado obsesionado con el hecho de que un mismo acontecimiento pueda ser vivido desde puntos de vista tan diferentes como personajes haya involucrados. Es por esto que las historias en Amores Minúsculos se entremezclan y a la vez se completan, para adquirir así una visión total de los hechos".

"Nunca me planteé exactamente a que género pertenece Amores Minúsculos. Me gustaría que fuera considerado de ese tipo de cómics que no cuenta una gran hazaña ni te cambian la vida, pero te entretienen un rato y cuando te lo acabas piensas “ah! Pues ha estado bien”. Con eso me conformo".

Debuta como autor completo

En esta obra Alfonso ha debutado como autor completo, ocupándose del guión y el dibujo. "Colaborar con Julián Almazán en mi anterior proyecto fue un lujo, nos entendimos perfectamente y fue un proceso de aprendizaje mutuo. Amores Minúsculos ha sido un proyecto exigente y gratificante a partes iguales: por una parte tienes libertad absoluta para contar lo que quieres contar y exactamente de la manera que quieres hacerlo; por la otra, el hecho de que la responsabilidad sea completamente tuya da un poco de vertigo".

A pesar de su juventud, Alfonso es muy detallista y exigente con su trabajo, como demuestran sus elegantes trazos: "Cuando dibujaba las páginas del cómic sólo pensaba en una cosa: que el dibujo fuera lo mejor que había hecho hasta ahora. No me preocupaba que no estuviera a la altura de otros autores, sólo quería que lo que hiciera fuera lo mejor de lo que era capaz. Cuando lo miro ahora (todavía no me he atrevido a leérmelo) cambiaría mil cosas, pero si pudiera retocar cada viñeta, jamás lo hubiera entregado, siempre encontraría algo que mejorar. Ahora sólo espero que si un día tengo la oportunidad de hacer otro cómic, sea mejor que Amores Minúsculos".

Una historia en la que el color tiene mucho que decir: "Cada capítulo tiene un color diferente, aunque los personajes siempre mantienen el color de la historia de la que son protagonistas. Por ejemplo, el protagonista del primer capítulo (azul), sigue siendo del mismo color a lo largo del resto de capítulos (rosa y verde), y así con todos. Me pareció una manera original de hacer ver al lector que el protagonista de una historia puede ser el secundario de otra, o incluso un personaje anecdótico en la siguiente. No hay héroes en Amores Minúsculos".

"Lo mejor está por venir"

Alfonso es muy joven y, visto su talento, nos depara grandes sorpresas. "De momento -asegura- intento ganarme la vida con trabajos como ilustrador mientras busco la manera de tener tiempo y dinero para proyectos más personales. A lo largo de este año quiero sacar algunas cosillas autoproducidas con un personaje propio al que quiero más que ninguno, y que también aparece en las páginas de Amores Minúsculos: el Señor Miedo. Lo demás es una incógnita, aunque soy de los que piensan que lo mejor está por venir.

Una obra aparentemente sencilla pero con un gran trasfondo, el de las pequeñas historias que, al final, son las que cuentan y las que nos hacen vivir la vida, nos deparan grandes momentos y hablan de las cosas realmente importantes: los sentimientos, la amistad y el amor, eso que todos buscamos y a veces encontramos. ¿Será el próximo pequeño amor el definitivo?