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Merkel abre la puerta al compromiso con la oposición sobre el pacto fiscal tras el fiasco electoral

  • Se reunirá con la oposición a su partido para discutir el tema
  • La CDU ha perdido en las elecciones de Renania del Norte-Westfalia
  • La canciller alemana recibe este martes a Hollande

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La situación del Gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel, se ha complicado tras la clara derrota de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), en las elecciones regionales de Renania del Norte-Westfalia (NRW), lo que la oposición ha interpretado como un voto de censura a su política europea.

Este lunes Merkel, marcada por la derrota de su partido, que tuvo el peor resultado de su historia en NRW, ha insinuado un posible compromiso con la oposición en torno al pacto fiscal de la UE. "Me reuniré con los partidos de oposición para ver qué expectativas existen. Contra elementos que fomenten el crecimiento no tiene nadie nada en contra en la CDU, pero tenemos que analizar como afectan la política de consolidación", ha señalado Merkel en rueda de prensa.

La ratificación del pacto fiscal implica una reforma de la constitución alemana para lo que se necesita una mayoría de dos tercios tanto en la Cámara baja del Parlamento (Bundestag) como en la Cámara alta, donde están representados los gobiernos de los 16 estados federados.

Por ello, Merkel necesita llegar a un acuerdo con los principales partidos de oposición, el Partido Socialdemócrata (SPD) y Los Verdes, de complementar el pacto fiscal con elementos que fomenten el crecimiento y la creación de empleo.

El partido de Angela Merkel ha sufrido una derrota histórica en las elecciones de Renania del Norte Westfalia, el Land más poblado de Alemania. Los socialdemócratas tendrán mayoría absoluta con los Verdes. Angela Merkel, sin embargo ha dicho que esta derrota no afectará a su política de austeridad.

Mientras tanto, la oposición socialdemócrata y verde, aliada para gobernar en el estado alemán más poblado a orillas del Rin, ha interpretado el resultado de NRW como una señal de cara a las elecciones generales del año próximo.

"Angela Merkel y sus socios ya no tienen perspectivas de poder", ha dicho el jefe del Partido Socialdemócrata (SPD), el principal de la oposición en Alemania, Sigmar Gabriel. Gabriel ha recordado además que la actual coalición de gobierno formada por la CDU de Merkel y el Partido Liberal (FDP) no ha logrado ganar ninguna de las once elecciones regionales que se han celebrado desde que asumió el poder en 2009.

Crecimiento y política fiscal sólida

Merkel, en un intento por pasar página a la derrota lo más rápidamente posible, ha insistido este lunes, al abrir las puertas a un posible compromiso con la oposición, en su convicción de que entre el crecimiento y una política fiscal sólida no hay contradicción y ha insistido en que la crisis griega, en particular, y la crisis del euro, en general, no viene de un exceso de ahorro sino de falta de austeridad.

"La crisis griega no viene de un exceso de ahorro sino de déficit excesivos", ha dicho Merkel. La canciller ha indicado que ese había sido el comienzo de la espiral que había llevado a un alza de los intereses para los títulos de deuda griega lo que había hecho necesario un programa de ajuste para Grecia.

No obstante, Merkel ha agregado que "también es verdad que cuanto más crecimiento haya, más posibilidades hay de reducir la deuda" por lo que hay que buscar fórmulas para buscar un crecimiento constante.

La derrota del la CDU en Renania del Norte-Westfalia

El tema de la deuda ha desempeñando un papel importante durante la campaña electoral de Renania del Norte-Westfalia y el candidato derrotado de la CDU, Norbert Roggen, llegó a decir que en parte se trataba de un plebiscito sobre el curso europeo de Merkel

La Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller alemana, Angela Merkel, ha sufrido este domingo un varapalo en los comicios legislativos de Renania del Norte-Westfalia, donde no solo perdió su condición de primera fuerza política, sino que obtuvo el peor resultado de su historia en el "Land" mas poblado de Alemania.

En la llamadas "pequeñas elecciones federales", consideradas por los analistas como un importante barómetro político para el país, el Partido Socialdemócrata (SPD) obtuvo, por el contrario, un resultado mejor aun que el augurado por las encuestas y podrá gobernar con una cómoda mayoría en coalición con Los Verdes, su aliado natural.

La reunión con Hollande

La canciller alemana recibirá este martes al presidente francés, François Hollande, con los brazos abiertos, según sus propias palabras, pero con el pacto fiscal de la UE cerrado a cal y canto y su rechazo total a toda posible renegociación o modificación del mismo.

El primer encuentro entre ambos, que nunca antes se han visto, tendrá lugar horas después de la investidura de Hollande como nuevo jefe del estado galo y en su primera visita al extranjero, en un gesto claro para demostrar la importancia de la amistad y el eje franco-alemán.

Pero aunque aun no se han visto, ambos han mantenido varias conversaciones telefónicas desde el triunfo electoral de Hollande con el fin de iniciar su acercamiento y preparar la cita en la Cancillería Federal, que tantas espectativas ha levantado.

"Será una conversación para conocerse, pero pienso que a partir de ella se desarrollará una buena cooperación", dijo la propia Merkel este fin de semana. "Sabemos desde que se fundó la República Federal que unas buenas relaciones franco-alemanas son muy importantes para ambos países. Y por ello me alegro de que el martes pueda saludar por primera vez a Hollande como nuevo presidente francés en Berlín", añadió Merkel.

Un encuentro "para conocerse"

Su portavoz oficial, Steffen Seibert, ha reiterado este lunes que "no será un encuentro para la toma de decisiones, sino para conocerse" y que la visita de Hollande es, sobre todo, una "fuerte señal" para demostrar la firmeza de la amistad franco-alemana, con independencia de sus gobernantes.

Analistas alemanes como Thomas Handke, del economista Handelsblatt, confirman esa impresión y escriben sobre el carácter simbólico de la visita, con el fin de subrayar la importancia para ambos países y Europa de sus estrechas relaciones y no esperan de la cita otra cosa que no sean declaraciones en ese sentido.

Aunque vayan preparando el terreno, Merkel y Hollande no se pondrán realmente con las manos en la masa hasta después de las legislativas en Francia a mediados de junio, en las que el nuevo presidente francés necesita de una mayoría parlamentaria que respalde su política.

Para Merkel, un acuerdo inmediato con Hollande supondría una concesión a la oposición socialdemócrata (SPD), cuyo presidente, Sigmar Grabriel, ha advertido de que su formación solo ratificará el pacto fiscal en el Bundestag y el Bundesrat, las cámaras baja y alta alemanas, si antes se ha puesto en marcha un programa de la UE para fomentar el crecimiento y la creación de empleo.

Una agenda de crecimiento

En todo caso, la canciller ya ha anunciado hace semanas que desea la preparación de una agenda de crecimiento y fomento del empleo para los países en crisis de la Unión Monetaria, aunque insistido a la vez en que deben evitarse para ello programas coyunturales financiados a crédito que supongan hacer nuevas deudas.

Lo que han reiterado insistentemente Merkel y su titular de Finanzas, Wolfgang Schäuble, desde el triunfo electoral de Hollande es que el pacto fiscal es "innegociable" y que los acuerdos suscritos en la UE están para cumplirse y no se pueden cambiar cada vez que haya unas elecciones.

Así las cosas, los analistas en Berlín no especulan con posibles resultados concretos de la reunión, sino con los gestos que hagan Merkel y Hollande en su primera cita y cruzan apuestas sobre si habrá besos en la mejilla o un seco apretón de manos entre ambos dirigentes.