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Las asambleas de barrio, del 'Eko' de Carabanchel a la 'Osera' de Usera

  • Estos centros autogestionados nacieron tras el movimiento 15M
  • En ellos se trabaja en asambleas que derivan en grupos de trabajo
  • Disponen de bibliotecas, 'tiendas gratis' o talleres de pintura

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El 'Eko' de Carabanchel, centro autogestionado de la asamblea de este barrio madrileño.
El 'Eko' de Carabanchel, centro autogestionado de la asamblea de este barrio madrileño.

La Puerta del Sol, símbolo del nacimiento del 15M, congregó hace un año a miles de personas que de manera anónima y espontánea decidieron protestar y manifestarse contra la actual situación económica, política y social.

El 12 de junio, los ‘indignados’ abandonaron el campamento de Sol; muchos supusieron que era el final de un movimiento que quizás pensaron anecdótico, pero el mensaje de los indignados fue claro: “Nos vemos en los barrios”.

Y así ha sido, los barrios se han convertido en el ‘alma máter’ de los ‘quincemayistas’. Muchas de las personas que forman las asambleas de barrios se conocieron en el 15M. Eran completos desconocidos que decidieron unirse para seguir adelante con su lucha.

Es el caso del ‘Eko’, un antiguo economato del barrio madrileño de Carabanchel, que se ha convertido en la sede de una asamblea nacida de la 'indignación' del 15M.

Sus más de cien asambleistas se conocieron el 15M y el pasado mes de noviembre, durante una de las muchas reuniones que han mantenido en este año de vida, decidieron liberar el antiguo edificio de la calle Ánade, abandonado hace 14 años y de varias plantas.

La asamblea de Carabanchel lo acondicionó para abrirlo al barrio en febrero de 2012. En estos pocos meses de vida, el trabajo altruista de unas cuantas personas han permitido iniciativas como el ‘comercio amigo’, ‘la tienda gratis’, una amplia biblioteca de libre uso o un escenario multiusos donde dan conferencias y representan obra de teatro.

Estaba abandonado, lleno de basura y en pésimas condiciones

El edificio es propiedad de una sociedad en concurso de acreedores y su abandono era total, como desvela uno de los miembros del Eko. “Cuando llegamos aquí, esto estaba abandonado, lleno de basura y en pésimas condiciones”, relata.

Siete meses después, este edificio está lleno de vida e ideas. La planta de entrada esta presidida por una pequeña barra; unos metros más allá, la sala está ocupada por unos antiguos frigoríficos que han sido restaurados y convertidos en unos sofás nada convencionales.

El escenario multiusos está en la planta de abajo, junto a un pequeño campo de fútbol, que ha sido creado para que los niños del barrio disputen un torneo.

Ayuda a los desempleados del barrio

En una de las muchas asambleas que han celebrado, se decidió crear la 'tienda amiga', un espacio para que la gente que lo necesite o quiera pueda pasarse a dejar ropa o llevársela. También tienen trajes, que forman parte de un programa para ayudar a encontrar trabajo a los desempleados de la zona.

“Tenemos un grupo que ayuda y asesora a desempleados para que afronten una entrevista de trabajo. Lo del traje es por si necesitan ir a la entrevista de una manera más formal”, dice uno de los tres portavoces del ‘Eko’.

Tenemos un grupo que ayuda y asesora a desempleados

Unos pasos más allá, un pequeño parque infantil ocupa el final de la sala. Sillas, libros juguetes y una valla de colores ambientan el lugar, como si de una guardería cualquiera se tratase.

Las donaciones son esenciales en la vida del ‘Eko’. La zona con más esencia del edificio es la biblioteca. Cualquier persona que lo deseé puede acceder a disfrutar de uno de los cientos de libros disponibles; también hay espacios habilitados para poder estudiar o leer.

“Aquí cualquiera puede llevarse un libro, solo tiene que apuntarlo en esa lista. Una de las bases de este proyecto es la confianza en la gente”, resalta uno de los portavoces de este centro autogestionado.

El Eko de Carabanchel está compuesto por un grupo de personas muy “heterogéneo y lleno de energía”, lo que hace posible que estas paredes hayan sido testigos del germen que dio origen a ‘Toma la tele’ o el ‘comercio amigo’.

Este es uno de los últimos proyectos del ‘Eko’, con él pretenden que los comerciantes del barrio hagan el descuento que consideren oportuno a los desempleados de la zona, de forma que “ambos salen ganando”.

“Estamos hablando con los comerciantes de la zona, algunos ya se han unido. Seguiremos con el trabajo de información para que otros hagan lo mismo”, desvela uno de los portavoces del ‘Eko’.

Del Eko, a la Osera

A 4,3 kilómetros de la calle Ánade, al este del 'Eko', se encuentra la 'Osera' de Usera, en la calle de la Visitación, otro centro autogestionado que surgió tras la acampada del 15M.

Este edificio, en construcción desde hace 17 años y propiedad del IVIMA, acoge a la asamblea de Usera, muy activa también en asesorar y apoyar a los vecinos que se acercan pidiendo ayuda ante un inminente desahucio.

La parte trasera del teatro está pegada al centro de salud del barrio. La parte delantera esta custodiada por una iglesia. Sus 50 miembros están acondicionando el lugar.

Esto estaba lleno de basura, la parte del escenario estaba llena de mierda de paloma”, asegura uno de los ‘oseros’.

Al igual que el 'Eko', la 'Osera' se compone en asambleas que derivan en grupos de trabajo. Nada más llegar, junto a la puerta, un grupo de niños y adolescentes aprovechan el buen tiempo para hacer uno de los talleres en la calle, el de autodefensa.

Mientras, dentro del que nunca llegó a ser el teatro del barrio, el grupo de consumo se dispone a mantener una de sus reuniones semanales.

“No solo consiste en consumir productos ecológicos, sino también consumir productos de productores más pequeños y cercanos; se eliminan intermediarios”, desvela uno de los miembros.

No solo consiste en consumir productos ecológicos

La Osera también tiene su ‘tienda gratis’ -lugar donde puedes llevarte o dejar una prenda de vestir de manera gratuita-, su pequeña biblioteca y su zona de informática. Los sacos de cemento y los ladrillos se mezclan con las zonas acabadas.

Mientras se reúne el grupo de consumo, una mujer entra en el teatro con un bebé en un carrito y un chico de unos 15 años; viene buscando ayuda, cuenta que a su hijo le han llamado del banco para exigirle el pago de una deuda, que puede acabar con el embargo del piso.

Uno de los miembros de la Osera de Usera coge el teléfono, llama a un representante de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas, la conversación dura poco más de cinco minutos. Al instante, la mujer tiene una cita para que su hijo sea asesorado unos días después.

“El 15M perdió visibilidad y ganó iniciativa”

Entre las miles de personas que hace un año tomaron la Puerta del Sol se encuentra el ‘quincemayista’ Stephane Grueso, que destaca la ‘paciencia’ y ‘acción’ del 15M es su primer año de vida.

“En este año se han hecho muchas cosas, la gente ha trabajado mucho desde la red. El movimiento ha seguido, no ha sido tan visible y sexy, porque nos movemos con otros plazos, con más paciencia”, dice Stephane Grueso.

El movimiento ha seguido, no ha sido tan visible y sexy

Este ‘indignado’ aclara que no habla en nombre del movimiento, sino a titulo personal. El 15M tiene dos mandamientos incontestables: es horizontal y todo se decide por asamblea, es decir, no hay líderes ni mayorías absolutas. El consenso es la forma de decisión.

Tras el final de la acampada en la Puerta del Sol, el 15M no desapareció, sino que se fue a los barrios. Durante estos 365 días las asambleas de barrios y los centros autogestionados han sido el ‘alma máter’ del movimiento ‘mayista’, donde se ha seguido trabajando para hacer posible otra forma de entender el mundo.