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Telefonía móvil: si escribes mensajes y chateas, no conduzcas al mismo tiempo

  • Un vídeo de concienciación muestra lo difícil que es escribir y conducir a la vez
  • Su pretensión es concienciar de que ambas cosas son incompatibles
  • En España, escribir mensajes y chatear en el móvil está prohibido

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Aunque está rigurosamente prohibido por las normas de tráfico,  mucha gente utiliza todavía el teléfono móvil mientras conduce, bien sea para hablar, bien para leer o enviar mensajes de texto o chatear con los amigos y familiares. 

Ahora una campaña de concienciación la organización sin ánimo de lucro belga Responsible Young Drivers (Jóvenes por una Conducción Responsable) que incide en esta problemática está propagándose por YouTube desde hace algunos días, demostrando lo que sucede cuando se intenta conducir y escribir a la vez. 

¿La nueva forma de concienciar? 

Mostrar lo que sucedería si fuera obligatorio para aprobar el examen de conducción superar una prueba de habilidad haciendo ambas cosas a la vez.  

En el vídeo se hace creer a los jóvenes que acuden a examinarse que se ha aprobado una nueva norma que obliga a los aspirantes a conductores a demostrar que son capaces de escribir un mensaje de texto en su teléfono móvil mientras conducen. 

La prueba se realiza en un circuito cerrado, con el profesor de autoescuela atento a los acontecimientos. Va dictándole un mensaje a los participantes en la prueba mientras realizan un recorrido con conos y otros obstáculos.

El resultado es a a la vez tan curioso, impactante y simpático como inevitable: conos 'atropellados', salidas del circuito y algún que otro frenazo brusco. Por suerte, todo era un juego.

Este tipo de distracciones son parte de los problemas colaterales de algunas nuevas tecnologías. Cuando se inventaron los móviles no había regulación al respecto. Mucha gente hablaba por ellos como si tal cosa, hasta que se comprobó que eran causa de muchos accidentes.

La mitad de los conductores europeos reconocen que alguna vez han leído mensajes estando al volante

Atender a los mensajes de texto, ya sea para leerlos o escribirlos, tampoco es tarea fácil: el conductor debe apartar la vista de la calzada, dividir su atención y experimentar la consiguiente pérdida de concentración.  

Las normas de tráfico se adaptaron a los nuevos tiempos y ahora prohíben expresamente hablar con los terminales telefónicos en la mano o distraerse escribiendo o leyendo -amén de otros usos similares como son despistarse para consultar mapas en el GPS, teclear para buscar direcciones en el callejero y demás.

Las multas son cuantiosas e incluso pueden conllevar la pérdida de 3 puntos del carné.  Sin embargo, según un estudio reciente elaborado por Ford, más o menos la mitad de los conductores europeos reconocen que alguna vez han leído mensajes estando al volante

Lo más paradójico del asunto es que al mismo tiempo el 95% reconocen también ser conscientes del grave peligro que entraña ese comportamiento, como bien sabe cualquiera que escrito un mensaje y haya reconsiderado segundos después dónde estaba su foco de atención.  

Otros mecanismos

Por suerte, muchos teléfonos móviles actuales incluyen funciones para evitar tener que realizar este tipo de actividades peligrosas al volante

Además de los clásicos 'manos libres' homologados, que permiten recibir e incluso hacer llamadas -siempre que no supongan una distracción para el conductor- hay otros sistemas: aplicaciones para 'leer en voz alta los mensajes', sistemas de reconocimiento de voz y asistentes como Siri en los iPhone para realizar llamadas y consultas y demás. 

Lo más importante es que funcionen sin que el conductor tenga que pulsar botón alguno; de otro modo no se conseguiría eliminar el problema sino tan solo reducir la cantidad de tiempo que está despistado quien está al volante.  

No hay razones objetivas para arriesgar a un accidente por escribir mientras se conduce

La costumbre de muchos de estar 'permanentemente conectados a la Red' no es buena amiga de la conducción. Tampoco ayuda desde luego el hecho de que cada vez recibamos más 'notificaciones' en nuestros terminales sobre lo que están contando los amigos en las redes sociales: los avisos de fotos y 'estados' que se comparten o que los whatsapps sean gratis y chatear de cualquier tema en cualquier momento haya sustituido a la relevancia. 

Es un hecho incontestable que no hay razones objetivas para arriesgarse a un accidente por escribir mientras se conduce, algo que -como ha demostrado el vídeo de Responsible Young Drivers con su 'dramatización'- provoca una disminución de la capacidad de atención medible y objetiva. 

Ahora solo falta que los conductores, tanto jóvenes como expertos, se conciencien de que en esta peculiar batalla entre las nuevas tecnologías y la seguridad al volante quien debe vencer es la segunda, por su bien y por el de todos.