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Jacobo F.S. se acerca a la figura del poeta Lois Pereiro en 'Breve encuentro'

  • "Lois dijo que su vida era un relato breve", asegura Jacobo F.S.
  • El poeta, uno de los enfermos por el aceite de Colza, falleció con sólo 38 años

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Viñetas de 'Breve encuentro', de Jacobo F.S.
Viñetas de 'Breve encuentro', de Jacobo F.S.

Jacobo Fernández Serrano (Vigo,1971)

Dibujante, ilustrador, pintor y escritor, comenzó a publicar la serie 'Os amigos de Archimboldo Roque' en el año 2000. En 2007 recibió el premio Castelao de Banda Deseñada por Aventuras de Cacauequi. También es autor de 'Marcopola, la isla remera'. Ha realizado numerosas colaboraciones en revistas como BD Banda, Dos Veces Breve o Retranca. También escribe libros en gallego como la novela 'Mil cousas', con la que consiguió el premio Merlín de literatura infantil en 2009.

Lois Pereiro (1958-1996)

Poeta gallego de culto, punk amable, gótico, contracultura, vanguardista, tintinófilo, apasionado de la música, el cine y los cómics. En 1981 resulto afectado por el síndrome del aceite tóxico, cuyas secuelas no le abandonarían nunca. Incansable viajero, es autor de poemarios como 'Poesía 1981-1991' o 'Poesía última de amor y enfermedad'; la novela 'Náufragos del paraíso' o el diario 'Conversación ultramarina'. En 2011 la Academia de la Lengua Gallega lo eligió como acutor homenajeado el Día de las Letras Gallegas.

"Lo cierto es que tengo la impresión a veces, que se hace más patente cada día, de que a pesar de las evidencias en contra debí morir entonces y estoy viviendo un sueño repetido, en las noches de los que me siguen queriendo". Lois Pereiro (1958-1996)

Son palabras de uno de los grandes de las letras gallegas, el poeta Lois Pereiro que falleció a la temprana edad de 38 años (nunca se recuperó de las secuelas del aceite de colza), pero que supo ganarse el respeto y el cariño de sus paisanos gallegos hasta el punto de que le han dedicado el Día de las Letras Gallegas. Y ahora es el protagonista de un cómic tan autobiográfico como poético (no podía ser menos), que se titula Breve encuentro (Sins entido) que ha realizado el joven autor Jacobo F. S.

"Lois Pereiro era lo que se entiende por un poeta de culto -asegura Jacobo-, su obra era muy admirada en círculos reducidos pero prácticamente desconocida a nivel popular. También su persona, envuelta en la bruma del malditismo, era objeto de una especie de veneración. La fe loisista se transmitía lenta pero firmemente, en recomendaciones entre amigos a altas horas de la noche, o en las páginas de revistas literarias".

"Todo eso cambió cuando la Real Academia da Lingua Galega decidió dedicarle " O Día das Letras Galegas" del año 2011. Ocurre cada 17 de mayo y es una de las festividades con más arraigo en la sociedad gallega. En ella no se homenajea a un santo, ni se rememora una victoria militar, sino que se celebra la obra de un escritor en lengua gallega ya fallecido. Esto provoca que durante todo el año se trabaje su figura en colegios, institutos, universidades, y que las editoriales, instituciones y asociaciones culturales promuevan acciones en esta dirección".

"Un descubrimiento sorprendente"

"Pues bien, resultó que este poeta casi desconocido, de vida poco "ejemplar" y de muerte temprana, dio lugar a una de las celebraciones del día de las letras gallegas más exitosa que se recuerdan -comenta Jacobo-, con una abrumadora proliferación de actos de todo tipo surgidos desde el tejido social, que incluso superaban a los organizados por las instituciones. ¿Y cómo pudo pasar esto? La respuesta, lógicamente, está en la obra y en la persona de Lois. En mi opinión Lois Pereiro ha supuesto para Galicia un descubrimiento sorprendente. Como si emergiera de golpe un continente nuevo".

"En verano del 2010, al día siguiente del anuncio de su nombre para O Día das Letras, propuse a Edicións Xerais abordar la vida y la obra de Lois en forma de cómic. Lo hice, fundamentalmente, atraído por la pequeña parte que ya conocía de la obra y la figura de Lois, que además era un gran aficionado a los tebeos. Por las ganas de saber más, de entrar y de ver, y de dibujar lo que veía. Pero también, como autor de cómic, creo que buscaba la oportunidad de encontrarme más de frente con la poesía. Tenía la intuición de que por allí vería caminos de tierra transitados por espíritus que enseñan a dibujar, que hacen música y marcas en el suelo, dibujos de letras y de guías, con otro peso en las palabras, como Rembrandt o Moebius. Cosas intangibles a las que agarrarse".

"Murió en lo más alto"

"Lois murió con 38 años en el momento más alto de su trayectoria artística -apunta Jacobo-. En un punto en el que transmitía un total dominio de sus "armas" como escritor. Habiendo escrito en sus dos últimos años tres de sus obras más importantes, en poesía, ensayo y diario personal. Dueño de una voz poética capaz de conectar directamente con todo tipo de lectores. Para mi es dificil imaginar qué hubiera hecho si hubiera conseguido esquivar su cita con la muerte. Supongo, eso si, que tendríamos un buen número más de poemas con los que acompañarnos mientras hacemos la vida".

"Desde el principio tenía tres objetivos -nos dice Jacobo-: Primero, quería aportar una información biográfica con la que dar una idea de las etapas de su vida, de las circunstancias históricas en las que se desarrolló, de sus influencias y gustos, de los paisajes y entornos en los que se movió. Segundo, y muy unido al primero, quería ofrecer una pequeña selección de su obra, algunos de sus poemas y sus textos, para que el lector se encontrara con ellos directamente, apareciendo en el momento de su vida en el que fueron escritos. Y por último quería hacer un libro mío, un paso más en mi camino, con el mismo compromiso y búsqueda que todos los demás, porque yo no soy un estudioso de la literatura, ni un biógrafo, ni un filólogo, yo soy un comiquero".

"La parte biográfica arranca como un clásico biopic, tratando de dar una serie de pinceladas sobre su infancia y primera juventud. Lois es un contemporáneo, hay muchísimas personas que lo conocieron, por lo tanto tuve la oportunidad de recoger testimonios de primera mano, tanto de su hermano Xosé Manuel, como de su compañera Piedad; y sobre todo aprovechar el material ya recogido por sus biógrafos Lago Martínez y Marcos Calveiro que, casi en paralelo, también investigaban desde distintos medios en la vida de Lois, y a los que agradezco la ayuda prestada en este libro.

"A medida que avanzamos en la vida de Lois -continúa Jacobo-, dejamos esa inocencia de niño lector y joven poeta y pasamos a la edad más madura. Allí entra la enfermedad y la adicción, pero también los viajes, las lecturas y la creación. En esa parte doy más protagonismo su obra y su palabra, adaptando algunos de los materiales audiovisuales de los que disponíamos, y ficcionalizando otros episodios".

"El libro termina con las Visiones, una parte más despegada de lo biográfico, y en la que doy vueltas a temas, versos, aspectos de Lois y de mi mismo, para ver que pasa ahí".

"Su vida era un relato breve"

En el libro Jacobo plantea semejanzas con la película Breve encuentro, de David Lean, a la que Lois Pereiro dedicó una de sus poesías más conocidas. "En una ocasión Lois dijo que su vida era un relato breve, y que todo lo que le rodeaba estaba destinado a sobrevivirle. Breve Encuentro fue de los primeros poemas que conocí de Lois. En Poesía última de amor y enfermedad él mismo lo relaciona con la película de David Lean, una de sus favoritas. Además de la especial relación entre los protagonistas, la película aporta las coordenadas en las que situarse para empezar a entrar en el mundo de Lois. Una estación de tren envuelta en niebla monfortina (Monforte de Lemos, su ciudad natal, también es una ciudad de niebla y de trenes), amor, dolor y personas.

"En mi versión, Lois hace el papel de Trevor Howard; y el de Celia Johnson lo hace una señora color hueso y con dos abismos profundos en lugar de ojos".

La relación con la muerte es constante, desde el joven poeta decadente que la invoca, al poeta maduro que la conoce de cerca y la trata con la familiaridad de una compañera. Sin embargo yo no hablaría solo de una muerte enamorada de Lois. Creo que en este caso, el amor o el desamor, dependiendo del momento, fluía en la dos direcciones".

La enfermedad, que lo acompañó toda su vida, también fue una de las constantes de la obra de Pereiro: "No sé si le hizo más fuerte -asegura Jacobo-. Lo que si es evidente es que es una parte fundamental de su creación, y de cómo esta evolucionó. En 1981, con 22 años, mientras estudiaba idiomas en Madrid, cayó victima de la masiva intoxicación alimentaria conocida como el síndrome del aceite de colza. A partir de ahí, y hasta su muerte en 1995, la enfermedad no le abandonó, pasando por épocas mejores y otras peores, pero sin dejarlo nunca. El dolor y la enfermedad son dos de los temas de su poesía. Sin embargo, y pese a la crudeza de algunos de sus versos y sus circunstancias, persiste un Lois vital, con un lúcido sentido del humor y la ironía".

Ilustrando la poesía

"En el libro hay dos tipos de textos de Lois -puntualiza Jacobo-. Están los poemas, que aparecen en páginas negras, cortando el normal fluir de las viñetas, acompañados a respetuosa distancia por un dibujo. Y también están los textos en prosa, como los fragmentos de su ensayo Modesta proposición para renunciar a hacer girar la rueda hidraulica de una cíclica historia universal de la infamia, o de su Conversación ultramarina; en estos casos los presento totalmente adaptados al cómic".

Además Jacobo ha añadido numerosas citas de otros escritores, poetas y pensadores: "Haciéndolo reflejaba uno más de los aspectos de Lois. Él era un poeta rodeado de espíritus de poetas. Tanto en sus obras como en su vida acostumbraba a citar, y a referirse a sus almas gemelas,los escritores, los músicos, los cineastas o los comiqueros que le influyeron. Desde muy pequeño fue un auténtico erudito, un apasionado de la literatura, el rock, el cine y los cómics. Estudió idiomas con el único objetivo de llegar a las obras de sus autores preferidos en su idioma original. Y funcionaba para sus amigos, y también lo hace ahora para sus lectores, como una puerta a un inabarcable y desprejuciado universo cultural, en el que caben Tintín, Poe, Julio Verne, Rimbaud, Thomas Bernhard, La Velvet, Los Class, Ligueti, Bach, Cónan el Bárbaro, Álvaro Cunqueiro, Win Wenders, David Lynch, Radio 3, Murnau, Nerval, Ranxerox, Rosalía de Castro, Sex Pistols, Valente, Bousoño, Moebius, Corto, Shakespeare, y un largo etcétera".

"En cierto sentido, Lois era un adicto a la cultura. En su último poemario, cada poema viene precedido de una cita algo comentada, como si la soltase en una conversación, que entra en relación, muchas veces afectiva, con el poema al que acompaña. En mi cómic he empleado esta misma organización en cada capítulo o historia tratando de crear esos lazos invisibles entre significados".

Viajero incansable en pos de la literatura

Durante su breve vida, Pereiro dedicó todo el tiempo que pudo a viajar. "Monforte de Lemos, su ciudad natal, fue durante muchos años el nudo ferroviario de Galicia. A ella llegaban todos los trenes procedentes de la meseta y allí tomaban distintas direcciones (A Coruña, Santiago, Vigo, etc) -comenta Jacobo-. Sin salir de Monforte, estaba conectado con todo el mundo. Además, a finales de los setenta, se puso en marcha algo que provocó que una inmensa cantidad de jovenes cogieran la mochila y se lanzasen a recorrer Europa: el billete del interrail".

"Los viajes de Lois tenían siempre una razón de ser literaria, buscaba la Praga de Kafka, o el Dublin de James Joyce, pero también buscaba los lugares en los que se expresaba la vanguardia, la rebelion juvenil, el punk, Berlín. Aunque tal vez la raiz de su afán viajero tengamos que buscarla en ese niño que atravesaba el puente viejo de Monforte con un Tintín nuevo bajo el brazo, y que de mayor identificaría esta imagén como la imagen de la felicidad. Todo tintinófilo acaricia en algún momento de su vida la idea de recorrer el mundo".

Desnudo, indefenso y enfermo

En las páginas del cómic, Jacobo suele representar a Lois desnudo e indefenso: "El cuerpo es otro de los temas de su poesía, y también es uno de los temas de este cómic. El cuerpo que sufre con elegancia y dignidad, representado sin ropa a pesar de Lois, me temo. La ropa, el aspecto, la imagen personal era muy importante para él, como para mucha gente en los años ochenta. Pero en algunos momentos preferí dibujarlo como su madre lo trajo al mundo, sin la monda, eliminando capas, que se siguen eliminando más allá de la piel, según avanza el libro".

Curiosidades de la vida, Lois murió el mismo día en que se conoció la sentencia sobre el caso de la colza, ¿una broma del destino? "Es difícil no verlo de esa forma -asegura Jacobo-. Es una de esas sincronicidades que hace pensar que cuatro barbudos con túnica se divierten a nuestra costa jugando con su consola por encima de las nubes".

"La intoxicación por aceite de colza supuso uno de los episodios más oscuros de los primeros años de la democracia española. Era 1981, recien superado el fallido golpe de estado del 23 de febrero, y. además de la falta de escrúpulos de quienes pusieron en circulación aceite inadecuado para consumo humano, puso en evidencia la debilidad del sistema de seguridad alimentaria, y la inoperancia de determinados cargos políticos. Desembocó en uno de los procesos judiciales más costosos y duraderos de la historia de España. Se calcula que mató a unas 1200 personas, y que a otras 6000 les condenó a una vida de sufrimiento. Muchos de ellos aún hoy en día reclaman las ayudas y los tratamientos prometidos".

Un proyecto arriesgado

Jacobo F.S. ha logrado transmitirnos la pasión por la vida de un autor que nunca temió a la muerte, que le acechaba desde su juventud. "Para mi era muy importante buscar el equilibrio entre los distintos elementos que ya te he comentado -comenta Jacobo-. No cargar las tintas en los episodios más trágicos, ni presentarlos con una intención moralizante, sino contarlos sin más, para dejar que sea su poesía la que se encargue de explicarle al lector lo que significaban para él. Quería dejar espacio a su voz, y también a la mía".

"Estoy muy contento con la acogida del libro. Las opiniones han sido muy buenas tanto entre el público más comiquero, como entre el literario. Mucha gente se ha sentido atraída por la figura de Lois. La primera edición se agotó casi inmediatamente, incluso consiguió colarse un par de semanas en la lista de libros más vendidos. Todas mis expectativas se han visto superadas".

Tras este intenso y arriesgado proyecto, Jacobo ha vuelto a sus libros infantiles, con los que cosecha gran éxito: "Estoy terminando la segunda entrega de mi serie Marcopola, la isla remera que publica la editorial Bang dentro del sello Mamut de tebeo infantil".