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La crisis económica empuja a españoles y extranjeros a dejar España

  • En 2011, se fueron más personas de España que las que llegaron
  • Los españoles y extranjeros buscan mejores oportunidades en otros países

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Los jóvenes españoles vuelven a emigrar para encontrar un empleo

Cada vez son más los españoles que buscan una salida a la crisis fuera de nuestras fronteras. De hecho, según las últimas cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), por primera vez, en 2011 fueron más los ciudadanos que abandonaron España que los que llegaron.

El año pasado se marcharon más de medio millón de ciudadanos que residían en España, unos 50.000 más de los que se instalaron en nuestro territorio. De todos los que se fueron, más de 62.000 fueron españoles.

El no encontrar un empleo acorde a la preparación académica o estar en paro desde hace tiempo es lo que empuja a muchos a marcharse. También otros lo ven como una posibilidad de aprender un nuevo idioma. “Como no encontraba un trabajo que correspondiera con mi expectativas, decidí irme a otro país a buscarme la vida y además, de paso aprender y perfeccionar idiomas”, explica a RTVE.es Alicia Lázaro, una joven licenciada en Filogía Inglesa y diplomada en Turismo de 25 años que vive en Padua (Italia) desde hace algo más de un año.

También fue el caso de Diana Ramírez, de 29 años, que en noviembre se marchó a Rumanía a para trabajar en un Programa de Voluntariado Europeo. "La razón que me empujó a marcharme fue la situación económica en la que se encuentra España, ya que es imposible poder conseguir un trabajo cuando estás recién licenciado y sin experiencia. Y si tienes la gran suerte de conseguir algo, suele ser temporal, así que no tienes ninguna opción de poder tener estabilidad. Por otra parte, en España ya estaba un poco cansada de formarme. Necesitaba hacer otras cosas más activas, así que esta era una buena oportunidad para practicar inglés, aprender rumano y hacer algo diferente".

Otros aprovechan sus conocimientos de idiomas para mudarse. Martín González, músico y con 50 años, habla perfectamente alemán. Decidió en octubre probar suerte en Alemania dados sus conocimientos del idioma y "porque hay más movimiento en el sector que me interesa".

El miedo a no poder independizarse nunca dada la situación en España llevó a Cracovia a Natalia Briz, de 27 años, en septiembre de 2011. “Cuando terminé la carrera de Traducción e Interpretación, empecé a buscar trabajo. Una amiga finlandesa me comentó que muchas empresas se estaban viniendo a Cracovia y que sabiendo idiomas era relativamente fácil encontrar empleo ahí. Yo ya había estado anteriormente durante un año en esa ciudad haciendo Voluntariado Europeo. Solo quería trabajar y me daba igual dónde y miraba en España, Portugal, Reino Unido, Polonia. Y de este país fue del único sitio que me respondieron, aunque no sabía polaco”, cuenta.

Y en 2012 puede que la situación siga la misma tónica. Muchos españoles han iniciado el año con planes para marcharse fuera. Tal es el caso de Moisés Hay, de 33 años: “Tenía un negocio propio en Pontevedra, pero por la crisis lo tuve que cerrar. Empecé a trabajar en otro sitio, pero no me llegaba ni para vivir. Me enteré de un gallego que tiene negocios allí y que necesitaba gente de confianza. Así que la semana que viene me voy a México D.F. para trabajar como encargado de un hotel suyo”.

Para otros, la crisis y el paro es una oportunidad para el emprendimiento como para  José Miguel Redondo, un joven de 31 años, licenciado en Documentación. “Hace dos meses que estoy sin trabajo. Además, tengo un blog de viajes y siempre había deseado hacer un viaje de larga duración. Así que voy a aprovechar la situación para irme unos seis meses fuera de España, para seguir escribiendo en mi blog, y darle, de paso, un empujón para profesionalizarlo. En febrero me iré a Latinoamérica al menos durante seis meses”, relata.

Sin intención de volver

Aunque a todos les gustaría poder volver al país del que emigraron, muchos no lo ven demasiado factible al menos a corto plazo. “Me gustaría seguir cogiendo experiencia y aprendiendo idiomas fuera. En otros países te valoran más que en España y es muy triste. Así que lo más seguro es que continúe fuera al menos dos o tres años y volver, si es posible, cuando pase la tormenta”, asegura Alicia Lázaro.

Natalia Briz, en cambio, no ve su futuro de nuevo en España: “No tengo planes de volver para quedarme. Me gusta la vida en Polonia, me gusta mi trabajo. Pero iré de vacaciones y a ver a la familia y a los amigos”.

El como se desarrolle su vida fuera condicionará la vuelta o no a España. “Veo que el trabajo en este país es algo sin futuro. Y en México creo que hay más posibilidades, así que no sé si volveré algún día a vivir en Pontevedra”, afirma Moisés Hay. De igual forma piensa José Miguel Redondo: “Aunque me voy por unos meses, no descarto quedarme por Latinoamérica si encuentro algún trabajo interesante. Además, a mi novia, que me acompañará en parte del viaje, tampoco le importa quedarse por allí”. También para Martín González, dependerá de cómo vayan las cosas, aunque asegura que "la intención no es quedarse muco tiempo".

También los inmigrantes abandonan España

Pero ya no solo son los españoles los que deciden dejar el país. También cada vez son más los inmigrantes que prefieren hacer las maletas y regresar a su país ante la situación de crisis. En 2011, 445.129 extranjeros abandonaron España.

“Vinimos hace cinco años mi marido y yo porque él es médico e iba a hacer la residencia acá, pero ya la termina y nos planteamos volver, aunque inicialmente no era esa la idea. Queríamos habernos quedado unos años más, pero por el trabajo, estamos pensando en regresar a Perú. Yo no tengo empleo regular desde hace meses, y mi marido tampoco lo tendrá en breve. Y para tener sueldos de mileuristas, en nuestro país estaríamos mejor pagados”, relata a RTVE.es Julia Jiménez, peruana de 32 años.

También la crisis puede obligar a Verónica Redondo, periodista argentina de 33 años, a volver a su país natal tras cinco años en nuestro país. "Ahora llevo un tiempo en paro y lamentablemente si antes del 1 de marzo no consigo trabajo, tendré que regresar a Argentina, dado que allí tengo mi casa, y así me ahorro el alquiler. Además, tengo más posibilidades de encontrar un trabajo remunerado en mi sector que es el social media, periodismo, comunicación porque aquí solo encuentro ofertas para becarios o con sueldos minúsculos", lamenta.

Después de ocho años en España en los que aprovechó para estudiar un máster y trabajar en ópticas y clínicas oftalmológicas, Diego Chiessa, un chileno de 27 años, se plantea volver a casa: "Aunque tengo un trabajo que es bueno, es un contrato temporal y el no saber qué va a pasar en unos meses, provoca mucho agobio. Creo que si me quedo en paro, podría regresar a mi país, porque con mis estudios hay más opciones de trabajo en Chile que aquí".

Una situación que no es nueva

Pero no es la primera vez que los españoles dejan el país en busca de una vida mejor fuera. Es una situación cíclica que se repite, aunque con pequeñas diferencias. "España ha estado siempre muy centrada en la emigración y ha tenido grandes oleadas", señala a RTVE.es Octavio Uña, catedrático de Sociología de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC).

Cuando la Guerra Civil, muchos españoles migraron hacia Latinoamérica, sobre todo. "Eran personas muy cualificadas, bien formadas que se iban para exiliarse", indica Uña. Posteriormente, en la década de los 60 y 70, muchos emigraban a países como Francia, Suiza, Alemania o Bélgica para trabajar. "Aquellos españoles no estaban tan preparados, no conocían el idioma de destino y en muchos casos ni sabían leer ni escribir. En Alemania, por ejemplo, se les conocía con el nombre de trabajadores invitados", añade.

También a finales de los 90, españoles con buena preparación académica decidieron igualmente emigrar. Luis Arribas, licenciado en Filosofía y Letras y en Geografía e Historia y de 42 años, se marchó a Amsterdam (Holanda) al acabar la carrera.

“Allí había un mercado muy activo de empresas y becas. Tenía 20 y tantos años, estaba sin emancipar y con trabajos mal remunerados. En 1998 me apunté a un programa de doctorado sobre Urbanismo porque allí las becas tenían una cuantía mucho más altas que en España. Estuve cinco años y cuando nacieron mis hijos, mi pareja y yo decidimos que era mejor volver para estar cerca de la familia”, asegura.

Ahora con la crisis económica actual, España vuelve a vivir otra gran oleada de emigración. "Es una doble pérdida: porque se van trabajadores y porque son personas con talento. Los emigrantes actuales son gente joven, universitaria y muy preparada que se marchan, principalmente, a Alemania y a Latinoamércia", lamenta el catedrático de Sociología de la URJC.