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El exdictador Noriega llega a Panamá para cumplir condena por delitos de lesa humanidad

  • El exgeneral se enfrenta en Panamá a más de 60 años de cárcel
  • Se le acusa de dos homicidios y violación de los derechos humanos
  • Noriega ha encadenado desde 1990 penas de cárcel en EE.UU y Francia

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El exdictador Noriega, recluido en una celda común en Panamá

El avión del exdictador panameño Manuel Antonio Noriega ha aterrizado, en medio de una fuerte despliegue de seguridad, en el aeropuerto de Tocúmen de Panamá, unos 27 kilómetros al este de la capital, a las 18.07 de este domingo, las 00.07 de este lunes en horario peninsular español.

Dos décadas después de su captura por el Ejército de los Estados Unidos en la invasión militar de 1989, el exdictador panameño regresa a su país extraditado desde Francia, en un vuelo de Iberia con una escala en Madrid, para ser inmediatamente llevado a la cárcel, según informa Efe.

Allí cumplirá penas que juntas suman más de 60 años de prisión, entre ellas los homicidios del médico opositor Hugo Spadafora y del mayor Moisés Giroldi, así como la desaparición de otras dos personas y acusaciones de violación de los derechos humanos.

El exdictador custodiado en todo momento por agentes policiales panameños fue trasladado a prisión en un todoterreno y conducido en silla de ruedas al interior del recinto. Poco antes, las autoridades panameñas habían introducido en el recinto carcelario a otra persona, cubierta totalmente a manera de señuelo, para despistar a periodistas, camarógrafos y fotógrafos nacionales y extranjeros que desde las 14.00 hora local (20.00 hora peninsular) esperaban al exgeneral. Una actitud que molestó a muchos medios de prensa y que la ministra de Gobierno, Roxana Méndez, achacó a las medidas de seguridad. No obstante a raíz de las quejas, las autoridades panameñas han decidido mostrar de lejos al exdictador Manuel Antonio Noriega, sentado en una silla de ruedas y vestido de rojo.

Las autoridades de Panamá han tenido que superar varios escollos legales para extraditar a Noriega, que desde 2010 cumplía condena en Francia por blanqueo de dinero cometido entre diciembre de 1988 y su derrocamiento por las tropas estadounidenses en diciembre de 1989.

Anteriormente el exdictador, que ejerció de facto el poder en Panamá entre 1983 y 1989, cumplió en Estados Unidos una pena de 21 años por narcotráfico tras ser atrapado en la invasión estadounidense de 1989 que acabó con su régimen.

Un celda “sin lujos”

Manuel Antonio Noriega permanecerá en una una celda común de la prisión de seguridad media El Renacer, situada unos 40 kilómetros al norte de la capital, en Gamboa, en una zona selvática a orillas del Canal de Panamá.

El encargado de Derechos Humanos de la Defensoría del Pueblo, ha inspeccionado las instalaciones preparadas para acogerlo y ha asegurado que "es un lugar pequeño con lo básico para un detenido". "Tiene una cama, una mesa pequeña, no hay ningún lujo", ha comentado Eduardo López Argüelles.

El presidente panameño, Ricardo Martinelli, ha insistido en que el exdictador "va a ir a la cárcel como cualquier persona convicta, sin ningún privilegio". "Debe pagar por todas sus penas y todo el daño y todo el horror, todo el oprobio, toda la muerte y todo el atraco que hubo aquí al pueblo panameño" durante la dictadura militar (1968-1989), ha afirmado Martinelli.

No obstante, los abogados del exgeneral aseguran que su cliente aspira a recibir el beneficio de "casa por cárcel". Los jueces en Panamá pueden conceder este beneficio a los reos de más de 71 años con enfermedades graves. Manuel Antonio Noriega tiene 77 años y sufre problemas de salud derivados de un accidente cardiovascular.

Una posibilidad que ha rechazado la Cruzada Civilista, el movimiento cívico que inició la caída de Noriega a finales de los años 80. Aseguran que el código penal no permite este beneficio a condenados por delitos de lesa humanidad, las principales penas, que según este movimiento, cometió el exmilitar.