Enlaces accesibilidad

El presidente yemení declara una amnistía general para los implicados en la revuelta

  • Este indulto, publicado por Saba, excluye a los implicados en crímenes
  • También excluye a los que atentaron contra el Palacio Presidencial
  • El vicepresidente encarga al líder opositor formar gobierno de reconciliación

Por

El presidente yemení, Alí Abdalá Saleh, han decretado una amnistía general para aquellas personas que cometieron "locuras durante la crisis", en alusión a la revuelta contra su régimen que estalló a finales del pasado mes de enero.

Este indulto, publicado por la agencia oficial de noticias yemení Saba, excluye a los implicados en crímenes y en el atentado contra el Palacio Presidencial de Saná, en el que resultó herido de gravedad Saleh.

Esta decisión ha sido anunciada en una reunión del Comité Central del gobernante Partido del Congreso Popular General (PCPG), organizada poco después de la vuelta de Saleh de Riad, donde ha firmado el plan del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).

En la reunión, se ha debatido las nuevas evoluciones de los acontecimientos en Yemen después de que Saleh, hasta la fecha presidente de Yemen, firmara la citada iniciativa para poner fin a la crisis que vive el país desde hace diez meses y que incluye su renuncia al poder.

Saleh ha peido a sus seguidores y a los miembros del PCPG que respetan este "acuerdo histórico", en alusión al plan del CCG, porque "puede poner fin a la crisis y evitar sus consecuencias". Además, el gobernante les ha solicitado "solidarizarse para enfrentar a los enemigos de la patria y de su unidad, seguridad y estabilidad".

El pasado miércoles, Saleh suscribió la iniciativa en Riad junto con líderes de la oposición en respuesta a las amplias protestas que estallaron el pasado 27 de enero y que exigían su dimisión después de 33 años en el poder.

El plan fija que el vicepresidente Abdo Rabu Mansur Hadi dirigirá durante dos años el proceso transitorio a lo largo del cual se enmendará la Constitución, se prepararán elecciones generales y se elegirán tanto un nuevo Parlamento como un nuevo presidente.

Este sábado, Mansur Hadi emitió un decreto por el que convoca elecciones presidenciales para el 21 de febrero de 2012, conforme a los estipulado en el plan.

Encargan un gobierno de reconciliación

Por otro lado, el vicepresidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, ha encargado al jefe del Consejo Nacional Opositor, Mohamed Salem Basandawa, la formación de un gobierno de reconciliación nacional para salir de la crisis que arrastra el país desde hace diez meses.

La decisión adoptada por Mansur Hadi, difundida por la agencia oficial de noticias yemení Saba, se enmarca en lo estipulado por la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) para Yemen, que implica la salida del poder del todavía presidente Alí Abdalá Saleh.

La violencia no cesa

La firma de la iniciativa no ha supuesto, sin embargo, el fin inmediato de la violencia y las protestas en el país, puesto que los manifestantes han vuelto a salir a las calles en rechazo a las garantías de inmunidad que el plan del CCG concede a Saleh y a sus colaboradores.

Por otro lado este domingo al menos 14 personas han muerto en el ataque lanzado por segundo día consecutivo por rebeldes chiíes contra una escuela salafí en la provincia de Saada, en el noroeste de Yemen, lo que eleva a 24 la cifra total de fallecidos.

El portavoz del centro escolar, que se ha identificado como Abu Ismail, ha explicado que el grupo chií ha utilizado tanques y cañones en su bombardeo contra la ciudad de Demash, donde se encuentra la escuela salafí (musulmana suní extremista).

Los rebeldes chiíes, también conocidos como "hutíes", atacaron este sábado esta escuela y este domingo han continuado con su ofensiva, aunque, según han indicado fuentes tribales, en las últimas horas se ha alcanzado una tregua.

Abu Ismail ha dicho que la localidad sufre "un cerco asfixiante y escasez de medicamentos" y que los rebeldes no permiten trasladar a los heridos a los hospitales.

Yemen, el país más pobre de la península Arábiga, vive una situación de crisis y de revuelta popular contra el régimen de Saleh, quien ha ejercido el poder desde la unificación entre el norte y el sur en 1990, aunque desde 1978 ya era el gobernante de Yemen del Norte.