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El preso más antiguo de España continúa esperando. "Si nada cambia, morirá en la cárcel"

  • Miguel Montes tiene 61 años y lleva en prisión desde 1976
  • Sufre hepatitis C, un tumor, neumonía y tuberculosis
  • Su abogado pide el indulto por razones humanitarias

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Simpatizantes de Miguel Montes se concentran ante la sede de Instituciones Penitenciarias.
Simpatizantes de Miguel Montes se concentran ante la sede de Instituciones Penitenciarias.

Miguel Francisco Montes Neiro es granadino, tiene 61 años y es el preso común más antiguo de España al haber enlazado condenas desde hace casi 36 años.

Si nada cambia, la fecha prevista para su salida en libertad será el 7 de noviembre de 2021. Algo que su abogado y su familia intentan evitar alegando razones humanitarias debido a sus problemas de salud.

El médico le ha dicho que actualmente su esperanza de vida es de seis o siete años debido a la hepatitis C que padece. También sufre un tumor testicular debido a una paliza en prisión, neumonía, tuberculosis y problemas de riñón. "Si nada cambia, morirá en prisión", explica tajante a RTVE. es su abogado Félix Ángel Martín García.

Ni un delito de sangre

Su trayectoria carcelaria empezó cuando Miguel era un niño. Con 12 años ingresó en un reformatorio por clavarle una flecha a otro niño jugando y con solo 16 años conoció por primera vez lo que era una celda por robar un cartón de tabaco en Granada.

En 1976 entró en prisión acusado de un robo durante su servicio militar y desde entonces no sabe lo que es la libertad total. Su participación en un motín en 1978, su intento de suicidio y sus fugas tampoco han ayudado a inclinar la balanza hacia su salida en libertad.

En total ha protagonizado seis fugas aunque ninguna definitiva, entre otras cosas porque no huía muy lejos, sino que iba a casa de su hermana para estar con su familia. La última de ellas fue en noviembre de 2009 en un permiso penitenciario para asistir al velatorio de su madre.

A sus 61 años ha hecho tres huelgas de hambre, la última hace pocos meses que finalmente abandonó por consejo médico.

Acumula más de una veintena de causas por robos, atracos, desacato, documentación falsa, o delitos contra la salud pública, pero ninguna de ellas es por un delito de sangre. "¿Cómo es posible que un asesino salga antes de prisión que un desgraciado que solo ha robado?", se pregunta su abogado.

¿Por qué sigue en prisión?

La situación actual de Montes Neiro se explica por el nuevo Código Penal, que no permite que los excesos en el cumplimiento de prisión preventiva sean descontados en causas diferentes.

Esto quiere decir que -de forma simultánea- al cumplimiento de una condena en firme, Montes iba acumulando otras preventivas. Ahora, su defensa pide que se unifiquen todas sus condenas y que le liquiden esos días. "Si todas las penas de mi cliente se contaran como un todo, ya las habría cumplido y estaría fuera", dice Félix Ángel Martín.

Si todas sus penas se contaran como un todo, ya estaría fuera

La clave de su caso está en que sus penas no se refundan porque son de fechas diferentes, y para que sea así, tiene que haber cercanía entre los delitos, sino se acumulan y no se liquidan", explica su letrado. "Mi cliente enlaza condenas y las cumple íntegras, a pulso", dice su abogado.

"En mi opinión Miguel es un pobre desgraciado, no digo que no sea un delincuente pero no es un asesino y se ha arrepentido de sus delitos", cuenta su abogado.

"Si fuera un asesino ya habría salido, es surrealista"

Su abogado aclara que por desgracia la situación de Miguel Montes es legal. "Va contra el sentido común, es inmoral y no tiene lógica, pero es legal", dice Martín García .

El letrado define la situación de su defendido como una cadena perpetua indirecta.  "El Gobierno debería hacer algo, más cuando un preso cuesta unos 29.000 euros al año", explica.

Lo que más le duele a Miguel Montes desde su celda de Albolote, según cuenta su abogado, es ver salir a los etarras y a los asesinos antes que él. "Yo le dije un día que sí hubiera matado a alguien ya estaría libre, en la calle, es que es surrealista", opina su abogado.

La situación de Miguel no es la única en España. Según explica Félix Ángel Martín García, más de 370 presos en España llevan más de 32 años en prisión porque van enlazando sus condenas.

Un futuro incierto

Pero, ¿cómo vive esta situación el propio preso? En palabras de su abogado, Miguel Montes tiene una gran capacidad de abstraerse, algo a lo que le ayuda el apoyo de su familia y en especial el de sus dos hijas.

"Una de ellas ha creído hasta hace poco que su padre estaba trabajando fuera, en una fábrica, y eso le ha dado siempre mucha fuerza e ilusión", dice Martín García.

La reinserción no existe en este caso

Durantes todos estos años bajo los muros de varias prisiones españolas se ha convertido en un gran ceramista, algo a lo que dedica mucho tiempo en la cárcel y que le ayuda a pasar el tiempo.

¿Y la reinserción? Su abogado lo tiene claro. "La reinserción no existe en este caso, él no sabe hacer otra cosa que estar en la cárcel, su vida ha sido la prisión y ya, por desgracia, eso nunca será posible".

Félix Ángel Martín no se desanima y espera que salga de la cárcel antes de las próximas elecciones generales. "En estos momentos estoy a la espera de una respuesta por parte del ministerio de Justicia y a la espera de que el próximo Consejo de Ministros tome una decisión sobre su indulto", explica el abogado.

Hoy -desde prisión- Miguel Montes sigue sin perder la esperanza y se refugia en la ilusión que le produce poder volver a estar con sus dos hijas. Aunque, de momento, mientras espera una buena noticia, dormirá una noche más en su pequeña celda de la cárcel de Albolote.