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¿Cómo afecta el cambio horario a nuestro cuerpo?

  • El organismo necesitará tres o cuatro días para acostumbrarse
  • A partir de los 50 años es cuando cuesta un poco más adaptarse
  • Los expertos recomiendan hacer una adaptación progresiva

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Los efectos del cambio al horario en las personas, aunque leves, tienen su reflejo en la salud.

Según explica el doctor Gonzalo Pin, coordinador de la unidad valenciana del sueño de Hospital Quirón Valencia, "las consecuencias son transitorias y leves en la población sana y el organismo solo necesitará tres o cuatro días para acoplarse".

"Aunque bien es cierto que algunas estadísticas indican un discreto aumento de la accidentalidad los días posteriores a un cambio de horario, es a partir de los 50 años de edad cuando quizá cuesta un poco más adaptarnos a este cambio", explica.

Es a partir de los 50 años cuando cuesta un poco más adaptarnos al cambio

La población infantil también se verá afectada por el cambio horario de este domingo y su efecto en ellos, explica Pin, "puede manifestarse en una mayor irritabilidad y en algunas ocasiones alteraciones en su alimentación, principalmente en los lactantes".

Los niños más mayores "presentarán más dificultades a la hora de iniciar el sueño o al despertar, aunque no suelen plantear grandes dificultades y suelen desaparecer a los pocos días", explica el doctor.

Para contrarrestar los efectos producidos por los cambios horarios, los especialistas recomiendan prepararse unos días antes realizando una adaptación lenta y progresiva al nuevo horario adelantando la hora de levantarse 15 minutos cada 2 o 3 días.

Importancia del sueño

La falta de sueño o el no disfrutar de un sueño de calidad puede llegar a tener consecuencias muy negativas en nuestra salud.

Está comprobado que el déficit crónico de sueño es un factor que contribuye al desarrollo de la obesidad y a los trastornos metabólicos relacionados con la insulina. Un sueño insuficiente o de mala calidad va a condicionar la calidad de vida y el rendimiento intelectual y físico.

Un sueño de mala calidad va a condicionar la calidad de vida

Como explica el doctor Pin "tener un sueño de mala calidad es como intentar ganar una carrera de Fórmula 1 sin entrar en boxes a cambiar los neumáticos. Nuestro coche, aunque sea magnífico, no funcionará adecuadamente".

"El sueño nos permite, entre otras cosas, mantener adecuadamente nuestras funciones ejecutivas; controlar nuestro humor, nuestros impulsos y nuestra capacidad de concentración", explica.