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El Teatro Galileo estrena este miércoles 'La alegría de vivir' protagonizada por Candela Serrat

  • Una comedia elegante que Noël Coward escribió en 1932
  • La dirigió Lubitsch en 1933 con Gary Cooper, Frederich March y Miriam Hopkins
  • Fernando Escudero y David Villanueva completan el reparto del montaje

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Los tres protagonistasde 'Alegría de vivir' son "brillantes, bellos" y vitalistas
Los tres protagonistasde 'Alegría de vivir' son "brillantes, bellos" y vitalistas

'La alegría de vivir' vista por uno de sus personajes

Primero aparecieron en mi vida Otto y Leo. Lo normal es que hubieraaparecido primero Otto: él pinta y yo vendo cuadros. Pero es que Otto y Leo eran inseparables. Iban juntos a todas partes. Eran muy jóvenes, muy guapos, muyalegres. Muy alegres. Su alegría era algo eléctrico, contagioso. Vivían en un estudio cochambroso cerca de Montmartre. Otto quería ser Picasso y Leo quería ser Hemingway; unos días Hemingway y otros Víctor Hugo. Como cientos de jóvenes en Paris.

Un día apareció Gilda. Los dos se enamoraron de Gilda. Todos nos enamoramos de Gilda. Gilda es... Gilda hace que Otto pueda llegar a serPicasso y que Leo pueda llegar a ser Victor Hugo, al menos unos minutos al día. Gilda hace que todos brillemos. Esa es su magia. Gilda eligió a Otto.Vivieron durante un tiempo los tres juntos, en aquel sitio cochambroso.

Ernest Friedman

Nadie que haya visto Design for living ( Una mujer para dos), película firmada por Ernst Lubitsch en 1933 olvidará la escena inicial en el vagón de un tren que viaja de Marsella a París. Son 3 minutos y 37 segundos, sin ningún diálogo, en el que entre otras cosas, podemos ver a Gary Cooper (en el papel del pintor Otto), sonriendo mientras duerme, mientras es retratado (o más bien caricaturizado) por Miriam Hopkins (Gilda).

Sólo escuchamos el traqueteo del tren, pero las caras de Cooper y Hopkins reflejan ya mucho de esa "alegría de vivir" y de "bien vivir" (como un bon vivant), que transmite la película.

Esa misma historia de bohemia y juventud escrita en 1932 por Noël Coward, ahora bajo el título de La alegría de vivir y en versión de José Ramón Fernández, es la que dirige Francisco Vidal desde este jueves hasta el 20 de noviembre, en el madrileño Teatro Galileo. Este miércoles esta programada una primera función para amigos y familiares a la que asistirá Joan Manuel Serrat, padre de la protagonista.

Vidal cuenta con tres jóvenes actores formados como Vidal en el Laboratorio Teatral de William Layton: Candela Serrat, (Gilda), David Villanueva (Otto) y Fernando Escudero (Leo). El propio director hace también un papel, el de Ernest, el sabio, rico y viejo amigo de los jóvenes protagonistas.

Comedia igual a alegría más elegancia

Esa es la fórmula que un día proporcionó Noel Coward a un periodista para explicar la clave del éxito de sus creaciones para la escena. Coward, escritor, autor teatral, guionista cinematográfico y autor de canciones ("nací en una generación que todavía tomaba en serio la música ligera) tuvo inmenso éxito en los años treinta y cuarenta del siglo pasado con sus comedias.

Ni las grandes historias de Coward -como el guión de Breve encuentro de David Lean que también ocurría en parte en un tren- ni las pequeñas contenidas en sus letras (recordemos a Amy Winehouse cantando "They want to make me go to rehab and I say no, no, no) dejarán nunca de estar de actualidad. Es lo que piensan los promotores del nuevo montaje de Design for living que ahora podemos ver en Madrid con la compañia El laberinto.

Tres americanos en París

Un joven pintor, Otto; un joven escritor, Leo; un sabio, rico y viejo amigo de todos, Ernest; una criada con un no sé qué de guerrero vikingo, la señorita Fluger ; una joven millonaria americana un poquito absurda, Grace. Y Gilda. Una dibujante publicitaria de personalidad arrolladora y fascinante que saca lo mejor de sí mismos del resto de personajes.

Así resume la historia el autor de la versión José Ramón Fernández.Pero podría formularse de otro modo. Por ejemplo: ¿Es posible no enamorarse de Gilda? El pintor, el escritor, e incluso el viejo amigo se enamorarán de ella y al final, los tres jóvenes estadounidenses montarán su particular "ménage a trois" (trío)

Con ellos, viajaremos por París, Londres y Nueva York, en los primeros años treinta del siglo pasado. Y disfrutaremos de una comedia amable, elegante e inteligente "de las que se escribieron en un tiempo dorado de este género", en palabras de José Ramón Fernández. El adaptador defiende la actualidad de una obra que nos habla "del amor, la fuerza más brutal del universo y de la voluntad de ser libres, de no dejarse dominar nunca, nunca, nunca"