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Miles de personas en la misa del papa Benedicto XVI en el aeropuerto de Friburgo

  • El pontífice finaliza en Friburgo su visita de cuatro días a Alemania
  • El presidente alemán, Christian Wulff, asistirá a su despedida

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Benedicto XVI oficia una misa en el aeropuerto de Friburgo

Benedicto XVI ha asegurado este domingo que un agnóstico o una persona que sufre por los pecados de los cristianos están más cerca de Dios que los "fieles rutinarios, aquellos que sólo ven en la Iglesia el boato, sin que su corazón quede tocado por la fe".

El Pontífice hizo estas manifestaciones ante varios miles de personas que asistieron en el aeropuerto turístico de Friburgo, en el suroeste de Alemania, a la misa conclusiva de su tercer viaje a su país natal, en que en esta ocasión le ha llevado también a Berlín, Erfurt y el santuario mariano de Etzelsbach.

A la Eucaristía han acudido fieles venidos de todo el país y de naciones vecinas, así como los obispos de las 27 diócesis de la República Federal Alemana.

Muchos de los 35.000 jóvenes con los que se reunió el sábado en Friburgo en una vigilia también están presentes, después de pasar la noche en el recinto aeroportuario, distante ocho kilómetros de la ciudad.

El papa se ha dirigido a los agnósticos

"Los agnósticos que no encuentran paz por la cuestión de Dios y las personas que sufren a causa de nuestros pecados y tienen deseo de un corazón puro están más cercanos al Reino de Dios que los fieles rutinarios, que ya solamente ven en la Iglesia el boato, sin que su corazón quede tocado por la fe", afirmó el papa advirtiendo a los fieles de la necesidad de volver a una fe renovada.

El papa teólogo ha manifestado que no cuentan las palabras, sino las obras, los hechos de conversión y de fe y que hay que evitar que la religiosidad acabe en "rutina".

El Pontífice ha pedido a los fieles una fe renovada

"Queridos amigos, la renovación de la Iglesia sólo puede realizarse mediante la disponibilidad a la conversión y una fe renovada", ha subrayado.

El Pontífice ha exhortado a los fieles a seguir a Dios con humildad y obediencia y a mantenerse fuertemente unidos a Cristo y ha señalado que la existencia cristina es un compromiso humilde para con el prójimo y con el bien común.

La humildad, llave para lograr el diálogo y la unidad

La humildad -ha manifestado- es una virtud que hoy no goza de gran estima, pero los cristianos saben que esta virtud es "el aceite que hace fecundos los procesos de diálogo, fácil la colaboración y cordial la unidad".

Ante sus compatriotas, el papa ha dicho que la Iglesia en Alemania superará los grandes desafíos actuales y seguirá siendo fermento en la sociedad si los sacerdotes, las personas consagradas y los laicos colaboran juntos; si las parroquias, las comunidades y los movimientos se apoyan mutuamente y si los bautizados y confirmados "tienen alta la antorcha de una fe inalterada".

Por la unidad y contagio de las iglesias jóvenes

"La Iglesia en Alemania seguirá siendo una bendición para la comunidad católica mundial, si permanece fielmente unida a los sucesores de San Pedro y de los Apóstoles (al Papa, al él), si de diversos modos cuida la colaboración con los países de misión y se deja también contagiar en esto por la alegría en la fe de las iglesias jóvenes", ha subrayado.

Ese llamamiento, según observadores vaticanos, responde a las críticas que desde la Iglesia alemana se hace al Vaticano y a la figura del papa, al que acusan de inmovilismo en temas como el de los católicos divorciados y vueltos a casar, a los que se les niega la comunión, el celibato sacerdotal y la ordenación de mujeres sacerdotes.

El Obispo de Roma se ha refirido también a la omnipotencia de Dios y dijo que hay teólogos que "frente a las cosas terribles" que suceden en el mundo aseguran que Dios no lo es, "sin darse cuenta de que Él ejerce su poder de manera distinta a como suelen hacer los hombres.

"Él mismo ha puesto un límite a su poder al reconocer la libertad de sus criaturas. Dios respeta nuestra libertad y no nos obliga", ha asegurado.

Antes de la misa, Benedicto XVI recorrió el recinto en el papamóvil, en medio de los aplausos de los presentes. El papa besó y bendijo a numerosos niños que le fueron llevados hasta el automóvil.

Concluida la misa el papa ha almuerzado con los prelados alemanes y por la tarde, antes de regresar a Roma, se reunirá con los Jueces del Tribunal Constitucional Federal Alemán y con representantes de grupos católicos comprometidos con la Iglesia y la sociedad.

Benedicto XVI será despedido en el aeropuerto de Lahr, a unos 50 kilómetros de Friburgo, a últimas horas de la tarde por el presidente de Alemania, Christian Wulff. A primeras horas de la noche llegará a Roma.