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La ONU denuncia la muerte de 50 manifestantes por disparos del ejército al sur de Yemen

  • Otros siete manifestantes fallecen en Taiz este martes
  • Se rompe el alto el fuego en la capital entre el Gobierno y la tribu rebelde
  • Muerte trece milicianos en los choques y 13 soldados en el sur del país

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Manifestantes contrarios al gobierno de Yemen yacen heridos en un hospital de Taiz.
Manifestantes contrarios al gobierno de Yemen yacen heridos en un hospital de Taiz.

La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha cifrado en más de 50 los manifestantes muertos desde el domingo pasado por los disparos del ejército en la ciudad yemení de Taiz, donde otras siete personas han fallecido este martes mientras se ha roto el alto el fuego entre las fuerzas tribales y el Gobierno en Sanáa, la capital del país.

Pillay ha señalado que, de acuerdo a las informaciones recibidas por su oficina, dichas fuerzas destruyeron con violencia el campamento de protesta en la plaza Horriya,  utilizando cañones de agua, excavadoras y munición real.

Además del medio centenar de muertos, ha agregado que varios cientos más de manifestantes resultaron heridos.

Brutalidad contra manifestantes

En un comunicado, Pillay ha condenado el creciente uso de la fuerza contra los manifestantes antigubernamentales,  y ha asegurado que las fuerzas de seguridad han ocupado el hospital Al-Safa en Taiz, y que el hospital de campaña de la plaza Horriya fue incendiado, por lo que apenas hay acceso a atención médica de urgencia.

"El Gobierno está obligado a permitir el acceso a ayuda humanitaria a quienes la necesiten. El personal médico y las instalaciones sanitarias nunca deben ser objetivo de las fuerzas de seguridad", ha señalado.

También ha denunciado Pillay que el Gobierno esté llevando a cabo arrestos arbitrarios e ilegales "por ejercer los derechos de reunión y de expresión".

Estas declaraciones llegan en una jornada en la que se han producido otras siete muertes de manifestantes por balas de las fuerzas guberamentales en la ciudad sureña.

Se rompe la tregua en la capital

Mientras, en Sanáa, los combates entre la poderosa tribu de los Hached y las fuerzas leales al presidente Alí Abdalá Saleh han dejado otros sietemuertos y en Zinjibar, también al sur del país, supuestos terroristas de Al Qaeda han atacado un campamento militar matando a trece soldados.

"Los cuerpos de tres combatientes del jeque Sadek al-Ahmar muertos en los combates han sido transportados al hospital de campaña", ha indicado un médico en la capital del país.

Posteriormente, otros cuatro cuerpos de partidarios del jeque fueron trasladados a otro centro hospitalario.

Los combates se desarrollan en el barrio de Al-Hasaba, en el norte de Sanáa, donde se encuenta la residencia de al-Ahmar. Se han escuchado obúses de mortero, a los que le han seguido intercambios de disparos desde mediodía.

Las autordiades acusan a Ahmar de haber roto la tregua tras tomar el control de la sede del Congreso Popular general (partido del presidente Saleh) y de la compañía de aguas.

Fuentes próximas al jefe Ahmar han contestado que fueron los autoridades las que retomaron los disparos sobre la residencia del jefe tribual.

Diversos testigos han asegurado que una columna de humo se puede ver procedente de la residencia cuatro días después de una tregua alcanzada tras una semana de combates que ha dejado al menos 68 muertos.

Mientras, en el sur de Yemen trece militares fallecieron en la ciudad de Zinjibar, lo que eleva a 41 los militares y civiles muertos desde el domingo, cuando centenares de milicianos presuntamente de Al Qaeda se apoderaron de la ciudad.

Ante esta situación la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, asegurado estar "impresionada" por el uso de la fuerza del régimen y ha pedido de nuevo al presidente Saleh que deje su cargo y firme el acuerdo de transición presentado por el Consejo de Cooperación del Golfo.