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Abás advierte a Israel: "Si no hay negociación, pediré el reconocimiento de Palestina en la ONU"

  • El discurso del primer ministro israelí en Washington enfada a los palestinos
  • Netanyahu no cedió a las principales reivindicaciones palestinas 

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El presidente palestino, Mahmud Abás, ha manifestado su decepción con el discurso del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, en Washington, al que ha advertido de que si no hace un esfuerzo por retomar las negociaciones de paz, promoverá el reconocimiento de Palestina como Estado en la ONU el próximo mes de septiembre.

Abás ha afirmado que Israel no ha ofrecido "nada que podamos aprovechar" para la paz y ha manifestado a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) que el discurso de Netanyahu "se ha alejado de la paz", antes siquiera de que comiencen las negociaciones para poner fin al enquistado conflicto árabe-israelí.

"Hemos dicho en el pasado y todavía lo mantenemos que nuestra elección es la  negociación, la negociación y nada más que la negociación. Pero si no  pasa nada, vamos a ir a la ONU en septiembre (para pedir el  reconocimiento por sus 192 estados miembros)", ha señalado Abbas. "Nuestro objetivo no es aislar a Israel ni deslegitimarlo. No es un acto de terror ni unilateral".

Nuestro objetivo no es a Israel ni deslegitimarlo

En su alocución, aplaudida por una Cámara de mayoría republicana comprometida sin fisuras con Israel, Netanyahu cerró las puertas a todas las demandas palestinas,  incluidas aquellas compartidas desde hace décadas por la comunidad internacional y anteriores gobiernos israelíes, y dibujó una propuesta de paz irrealizable, que ningún líder palestino parece estar dispuesto a firmar.

El discurso del no

Una Palestina sin Jerusalén (este), con un territorio reducido por la transferencia a Israel de todos los grandes bloques de asentamientos, desmilitarizada y sin un fin de la ocupación ni control de sus fronteras, puesto que continuaría "a largo plazo" la presencia militar israelí a lo largo del Valle del Jordán. Además, los refugiados palestinos no regresarían a territorio israelí y no se les reconocería su derecho al retorno, amparado por la legislación internacional y las resoluciones de Naciones Unidas.

Abás ha indicado su intención de consultar a los Estados árabes durante el fin de semana sobre la última propuesta de Obama para reiniciar el proceso de paz -que incluye la creación de dos Estados basados en las fronteras de 1967- y la negativa de Netanyahu a la demanda.

El discurso es una declaración de guerra, no de paz

En las filas de la Autoridad Nacional Palestina la reacción ha sido más contundente. "Ha sido el peor discurso de Netanyahu, el discurso del no, porque Netanyahu ha dicho no a todo: a los refugiados, a las fronteras, a la partición de Jerusalén... ¿Esa es realmente la paz que tanto desea?", se pregunta el portavoz del Gobierno de la ANP, Ghasan Khatib.

Propuesta de paz ¿o de guerra?

"El proceso de paz estaba en coma y Netanyahu le desconectó ayer la respiración artificial", ha señalado también un miembro de la OLP. "Hay un antes y un después del discurso: ahora es extremadamente difícil pensar en dos Estados".

"Es una declaración de guerra, no de paz. No ha ofrecido nada", se ha quejado el veterano negociador Nabil Shaat, par quien Israel lo que quiere es "imponer la rendición" y "borrar Jerusalén del sueño palestino".

Netanyahu, además, dio la puntilla al diálogo de paz al rechazar reanudarlo mientras el presidente palestino mantenga su pacto de gobierno con el movimiento islamista Hamás, al que calificó de ser "la versión palestina de Al Qaeda".

"Hamás, sin embargo, no sería nunca parte de la negociación, no solo porque se niegue a aceptarla (que lo hace), sino sobre todo porque el Ejecutivo palestino de unidad del que formará parte no es el interlocutor en las negociaciones, sino que lo es la OLP, donde los islamistas no tienen representación", informa en su análisis la corresponsal de la agencia Efe, Ana Cárdenes.