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Vargas Llosa: "Me he sentido acosado e invadido tras recibir el Nobel"

  • "A mí me encontrará la muerte con la pluma en la mano", afirma el escritor
  • Ha presentado en Madrid su última novela,  El sueño del celta

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Mario Vargas Llosa presenta en Madrid su nueva novela 'El sueño del celta'

El flamante Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, ha confesado sentirse "acosado e invadido" tras haber sido reconocido con el galardón, aunque ha confiado en poder volver pronto a su "vida normal" y rutinaria como escritor, oficio con el que siente un "gran placer" y que no piensa abandonar.  "A mí me encontrará la muerte con la pluma en la mano", ha dicho. 

Así se ha expresado Vargas Llosa en la multitudinaria presentación a la prensa en Madrid de su nueva novela, El sueño del celta,  editada por Alfaguara y que sale a la venta este miércoles en España, Latinoamérica y Estados Unidos, que recrea la peripecia vital del irlandés Roger Casement, uno de los primeros europeos en denunciar las barbaridades del colonialismo en el Congo y la Amazonía.

Rodeado de periodistas de todo el mundo también hoy en la Casa de América, el escritor peruano, que ha querido aclarar que "no se queja" por haber recibido el premio, ha asegurado no sentirse "cómodo" con el "desequilibrio" que esto ha causado en su vida, en la que sus rutinas y horarios "han volado por los aires".

Su aspiración, escribir buenos libros

"Da la impresión de que mucha gente cree que el Premio Nobel es muy importante", ha ironizado Vargas Llosa, que ha añadido que lograrlo "nunca" ha estado entre sus aspiraciones literarias, que son "más ambiciosas" que eso y ha concretado en "escribir buenos libros" que hagan enriquezcan, el "sueño secreto de todo escritor".

El escritor ha parafraseado a Gustave Flaubert al aseverar que su "manera de vivir es escribir" y en función de la escritura y la lectura organiza su vida. Cuando no escribe le gusta escuchar música clásica -"en la música soy más bien conservador"-, sobre todo Mhaler, ver cine y estar con los amigos. "Me dan mucha envidia los escritores con vidas interesantísimas, infernales, demoníacas...", pero él es todo lo contrario y prefiere esas "mediocridades".

"Fascinado" por Roger Casement

Cuatro años después de Travesuras de la niña mala, Vargas Llosa ha llegado a su nueva novela casi sin quererlo, tras ponerse a investigar sobre un personaje que le ha "hechizado y fascinado", Roger Casement, del que lamenta que sea "una de las grandes figuras de la historia más olvidadas".

Casement (1864-1916) fue cónsul británico en el Congo Belga y dedicó dos décadas de su vida a denunciar las atrocidades del régimen de Leopoldo II en el país africano. Después de eso, el dublinés investigó la situación de los indígenas que trabajaban en la extracción del caucho en la Amazonía, terribles abusos que también documentó. El resto de su vida lo dedicó a luchar por la independencia irlandesa frente al poder inglés, para lo que intentó recabar el apoyo de Alemania, lo que le supuso ser condenado a pena de muerte en 1916 acusado de traición. Antes de morir salieron a la luz unos diarios, de dudosa veracidad, que narraban escabrosas relaciones homosexuales.

Aunque basada en la vida de Casement, al que llegó a través de una biografía de Joseph Conrad, el escritor aclara que se trata de una novela, no un libro de historia, que parte de un hecho histórico sobre el que luego ha trabajado "con absoluta libertad".  "Sólo digo mentiras cuando escribo novelas",  ha desvelado.

Para el Premio Nobel, ha sido una "verdadera aventura" escribir de un personaje histórico, "mitad héroe, mitad hombre normal", con sus "debilidades, incongruencias y contradicciones", en el que cree que puede reconocerse cualquier ser humano.

A través de Casament, Vargas Llosa ha podido constatar que "cuando desaparece toda forma de legalidad y se restablece la ley del más fuerte, inmediatamente brota el salvajismo, la barbarie y extremos vertiginosos de crueldad". En su opinión, esto llegó a su máxima expresión en el Congo, cuya colonización "fue la más cruel y destructora de todas".

De la faceta nacionalista de Casement, aunque el Nobel simpatiza con el sentido positivo de lo que hizo por Irlanda, mantiene que el nacionalismo es "una plaga que ha llenado de sangre la historia".

Política internacional

El escritor peruano también ha opinado sobre la situación política internacional. De la presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff, ha confiado en que tenga menos "complacencia" con los dictadores latinoamericanos que la que ha tenido Lula da Silva.

De Argentina, ha lamentado que se haya ido "subdesarrollando" por las "malas políticas" del Peronismo y cree que, "hasta que no deje atrás esa experiencia populista y el sistema monopólico de poder", nunca volverá a ser el país desarrollado que fue.

Por último, sobre la derrota electoral de los demócratas en Estados Unidos, ha dicho que ha sido "menos dramática de lo que se esperaba" y se traducirá en que Barack Obama tendrá "más dificultades" para sacar adelante su programa de reformas.

Cuando la resaca del Premio Nobel le deje volver a su vida rutinaria y "salga del torbellino sueco", Vargas Llosa estará listo para ofrecernos el ensayo sobre el que trabaja, que llevará por título La civilización del espectáculo.  Pero eso será probablemente cuando recoja su merecido Nobel que tanto le ha alterado la vida y cuyo discurso ya prepara, aunque prefiere mantener "en secreto".