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BP trabaja a contrarreloj para detener el vertido de crudo en el Golfo de México

  • Bajarán al mar la primera 'campana gigante' para canalizar el petróleo
  • Las pérdidas por el accidente pueden superar los 14.000 millones de euros

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Operarios de BP trabajan en la construcción de la 'campana' gigante para controlar el vertido
Operarios de BP trabajan en la construcción de la 'campana' gigante para controlar el vertido

La empresa BP ha terminado de construir la primera de las tres 'campanas' gigantes con las que pretende detener de forma temporal la fuga de crudo en el Golfo de México. Este martes sus trabajadores intentarán bajarla al fondo del mar para cubrir uno de los pozos por el que se escapa el petróleo y así canalizarlo.

Pero esta medida es temporal, pues las tres cúpulas de acero y cemento, de 74 toneladas cada una, controlarán, en el mejor de los casos, el 80% del vertido.

"La cargaremos en un barco mañana -martes- y la transportaremos al lugar, ha dicho Doug Suttles, jefe de operaciones de la unidad de producción y exploración de BP. La firma también ha comenzado la perforación de una nuevo pozo de alivio, diseñado para tapar la pérdida de petróleo, una operación que puede durar entre dos y tres meses.

Presión desde la Casa Blanca

La compañía británica trabaja para cubrir una pérdida de casi 1,6 kilómetros bajo la superficie del océano mientras la Casa Blanca aumenta la presión sobre BP para limitar una catástrofe ambiental y un desastre económico en un área de pesca de alta calidad y esparcimiento turístico.

A medida que las aguas ennegrecidas por el crudo rodean las costas de Luisiana, BP recibe fuertes críticas y una presión creciente del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para frenar lo que se está convirtiendo en el peor derrame petrolero en la historia estadounidense.

Miles de barreras de contención fueron desplegadas a lo largo de la costa de los estados en peligro para intentar bloquear la llegada del crudo a las playas y a reservas naturales en el área.

La mancha de crudo, que continúa esparciendose por las aguas del océano Pacífico, se desplazarán este martes hacia el este y el oeste, pero no necesariamente al norte -en dirección a la costa- , según señala la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica.

Detener el avance de la marea negra sobre las costas de cuatro estados ha sido complicado debido al estado de la mar, con olas de gran tamaño en esto días, aunque la previsión meteorológica indica una mejoría. "El tiempo tormentoso se está despejando en este momento", ha dicho Shawn O'Neil, meteorólogo del Servicio Nacional de Clima en Nueva Orleans.

Investigación abierta

El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, ha dicho que el Departamento de Justicia forma parte de la investigación oficial sobre el derrame, producido tras una explosión y el posterior hundimiento de la plataforma que perforaba un pozo para BP, pero un funcionario ha aclarado que no se trata de un proceso criminal.

Holder ha enviado a dos funcionario de justicia de alto rango a Nueva Orleans. "Estamos aquí para asegurarnos de que BP se haga cargo de su responsabilidad en el derrame", ha afirmado, algo que un día antes prometía el presidente Obama. Los analistas aseguran que el derrame y el hundimiento de la plataforma suman pérdidas que pueden superar los 14.000 millones de euros.

Los mercados británicos estaban cerrados el lunes, aunque las acciones de BP que cotizan en Fráncfort abrieron con una baja del 8%, frente a la caída de un 0,3% del índice de petróleo y gas STOXX Europe 600 .

En tanto, el precio del petróleo vuelve a escalar posiciones. Este lunes se ha situado en su máximo de los últimos dos años.

Más allá de lo económico, la enorme mancha de crudo amenaza el transporte, la vida salvaje, las playas y una de las zonas de pesca más fértiles de la nación. El Gobierno estima que al día se vierten 795.000 litros de petróleo.