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Doku Umarov, el autoproclamado "emir del Cáucaso"

  • El líder checheno ha prometido llevar la guerra al corazón de Rusia
  • Es uno de los poco líderes que quedan de la original guerrilla chechena

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Screenshot of Chechen rebel leader Doku Umarov
Escenas del vídeo por el que el lider de la guerrilla Chechena, Doku Umarov, reinvindica el atentado de Moscú

Doku Umarov, una de los últimas personalidades que quedan con vida de la guerrilla original chechena que comenzó la lucha en los años 90, ha reclamado la responsabilidad de los atentados del pasado lunes en Moscú que ha dejado un saldo de al menos 39 muertos. 

Umarov, el líder rebelde más buscado por Rusia, ha amenazado con que continuarán los ataques contra el corazón del país.

El líder checheno ha adoptado el titulo de "Emir del emirato caucásico", reclamando la autoridad sobre el grupo rebelde que lidera y que actúa y reclaman las tierras de Daguestán, Chechenia, Ingusetia, Osetia,  la estepa de Nopay y una combinación de áreas de Kabardino-Balkaria y  Karachay-Cherkessia en el norte de las montañas caucásicas. Una región con una larga historia de feudos étnicos y clánicos y que lleva levatándose  contra rusia desde finales del siglo XVIII.

Umarov se unió a un movimiento que surgió inicialmente con un levantamiento étnico y nacionalista, pero que cobró un carácter más religioso tras la Segunda guerra contra Rusia, en 1999.

Rusia le considera un terrorista y sus fuerzas de seguridad llevan buscándole desde hace años.

Objetivos y métodos

Umaróv nació en abril de 1964 en Kharsenoi, un pueblo al sur de  Chechenia, donde se graduó en la facultad de Contrución del Instituto de  Petróleo de Grozny. En los años 90, luchó en las dos guerras libradas  entre Rusia y Chechenia.

Umarov ha declarado que el objetivo de los yihadistas del cáucaso es doble: Por un lado, expulsar a los no musulmanes y por otro, imponer la Sharía o Ley Islámica más allá  del Cáucaso, un peligro que crearía claros problemas a Moscú. Rusia tiene una gran población musulmana en el área petroquímica de Bashkortostán y en la región productora de petróleo de Tatarstán.

Las páginas webs rebeldes dicen que Umarov lidera pequeñas unidades de 10 a 19 miembros que operan en las montañas chechenas y realizan una guerra de guerrillas contras las fuerzas especiales rusas.

   

El mes pasado, el líder checheno amenazó con llevar la guerra a las ciudades rusas y advirtió que atacaría objetivos económicos, que podrían incluir los oleoductos y gasoductos que operan en la zona. "La sangre no se limitará a nuestras ciudades y pueblos. La guerra llevará a sus ciudades," dijo Umarov en la página web pro-islamista y portal de propaganda de la guerrilla, Kavkaz Center.

Otras reivindicaciones

El grupo que lidera Umarov ha reclamado la responsabilidad de los atentados contra el tren que circulaba de Moscú a San Petesburgo y que causó la muerte a 26 personas el pasado noviembre. También han reclamado el ataque suicida el pasado junio contra que dejó al líder de Ingusetia, Yunus-Bek Yevkurov, gravemente herido. 

El grupo rebelde también reclamó la responsabilidad de un ataque contra una presa de Siberia el pasado agosto que provocó un desastres que causó  75 muertos. Sin embargo, las autoridades rusas lo calificaron como un fallo técnico. 

El movimiento Checheno

En los años 40, como una estrategia para desarmar las reivindicaciones nacionalistas chechenas, Stalin ordenó una deportación masiva de chechenos al centro de Asia, con grandes pérdidas en vida. En los años 90, ya caída la unión Soviética, los chechenos reavivaron sus demandas con un  movimiento nacionalista con gran carga étnica. 

Los líderes rusos han proclamado la victoria en las dos guerras libradas contra la guerrilla separatista. Sin embargo, aunque la violencia disminuyó en Chechenia, se ha extendido e intensificado a las vecinas repúblicas caucásicas de Daguestán e Ingusetia, donde las rivalidades entre clanes se superponen con las bandas del crimen organizado y las milicias islamistas.

Rusia y los líderes chechenos pro-rusos han manifestado que numerosos comandantes rebeldes han sido asesinados desde 2007 y que habrían roto la columna vertebral de la resistencia, reduciendo sus  fuerzas a pocos cientos de hombres. Sin embargo, las páginas web de la guerrilla cuenta una historia muy diferente.