Enlaces accesibilidad

Marlaska ordena prisión para doce de los miembros de la mafia georgiana

Por

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ha ordenado el ingreso en prisión de doce de los miembros de la mafia ruso-georgiana detenidos en España en el marco de la "operación Java", entre ellos del presunto responsable de la organización en España, Kakhaber Shushanasvili.

Así lo han informado fuentes jurídicas, que han añadido que el magistrado también ha decretado el ingreso en prisión eludible bajo fianza de 20.000 euros para Kateryna Myierkova y la puesta en libertad de otro de los detenidos.

El juez imputa a los miembros de la organización los delitos de asociación ilícita, blanqueo de capitales, delito contra la Hacienda Pública, falsificación, conspiración para el asesinato, extorsión, amenazas, coacciones, tenencia ilícita de armas y robo con fuerza.

Grande-Marlaska, que ha decretado el secreto de la causa, tomará este miércoles declaración a los otros diez arrestados en España en el curso de la operación, que también se desarrolló en Alemania, Austria, Suiza, Italia y España y que se saldó con la detención de 69 personas.

El jefe mundial de la mafia consiguió escapar de la operación

Según han informado en rueda de prensa los responsables de la investigación, Kakhaber Shushanasvili lideraba la organización en sus negocios europeos desde Barcelona, donde fue detenido, mientras que su hermano Lashar -que consiguió escapar de la operación policial en Grecia- está considerado el "jefe mundial" de la mafia georgiana.

De hecho, Lashar Shushanasvili tenía previsto sustituir en la cúpula de las redes criminales de origen ruso-georgianas a Zakhar Kniazevich Kalashov, en libertad bajo fianza en España a la espera de sentencia.

Kalashov, considerado el máximo responsable de esta organización mafiosa, fue detenido en Dubai en 2006 y desde entonces ha permanecido en prisión en España hasta su salida de la cárcel el pasado 2 de marzo bajo fianza de 300.000 euros.

Sofisticado "sistema de cajas"

La organización contra la que se dirigió la "operación Java" contaba con un sofisticado "sistema de cajas" con el que gestionaba sus beneficios económicos derivados fundamentalmente del robo en Europa de artículos de lujo, cosméticos, tabaco, alcohol y joyas, que después blanqueaba en negocios perfectamente legales en España.

Solamente en Alemania, la Policía germana se ha incautado de más de 20 toneladas de mercancía robada, además de 120.000 euros en efectivo.El oro de muchas de estas joyas era después enviado a Georgia, donde se fundía para borrar su origen ilegal.

El funcionamiento del sistema de cajas, que se asemeja a la estructura de una muñeca rusa, parte de la existencia de cajas locales, nacionales y europeas, que estarían controladas por los responsables de la mafia en cada área territorial y, en última instancia, por el jefe mundial de la organización.

El dinero se blanqueaba en sus joyerías

En España, el dinero se blanqueaba principalmente en joyerías regentadas por la banda, contaba con dos establecimientos en Barcelona y Valencia, talleres de automóviles, empresas de paquetería y restaurantes