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Merkel, la física que tiene química con el alemán medio

  • La canciller se ha convertido en la mujer más poderosa del mundo
  • Aunque fue minusvalorada por sus compañeros, ahora es su 'activo' electoral

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La canciller Merkel, durante una conferencia de prensa en Berlín.
La canciller Merkel, durante una conferencia de prensa en Berlín.

Su marido hace la compra en un supermercado del barrio. Ella cocina siempre que puede y le sale muy bien el puré de patatas. Para el perfil de una estrella de la televisión estos detalles no ayudarían, pero son fundamentales para dibujar el perfil de la canciller de Alemania, la mujer más poderosa del mundo según la revisa Forbes.

Angela Dorotea Kasner debería llamarse ahora Angela Sauer, porque aquí, frecuentemente,  las mujeres casadas adoptan el apellido de su marido. Sin embargo, Angela conserva el apellido Merkel de su primer marido: Angela y Joachin sabrán por qué.

Física de profesión, cambió a otro físico por un químico. Y dejó la física por la política cuando cayó el muro del Berlín, aunque quizá esto merezca una matización.

Hija de un pastor protestante que se fue al Este Comunista para hacer proselitismo, dicen que Merkel pensó afiliarse al SPD, pero finalmente optó por la CDU por la alergia que le da el color rojo.

El triunfo de 'La chica'

A la sombra del todopoderoso Helmut Kohl, que siempre la llamó das Mädchen, la Chica, Merkel fue saliendo poco a poco en las fotos. Y, a medida que salía en las fotos, cambiando de peinado y de vestuario (aunque parezca mentira, esto es así: s'lo hay que ver las fotos de aquella época).

Kohl creó el Ministerio de la Mujer y la Juventud para cumplir con las cuotas y allí estaba das Mädchen. Después encontró un hueco para ella en una política que exigía también su cuota: el ecologísmo, con el Ministerio de Medio Ambiente. 

Pero para Kohl y todos los pesos pesados de la CDU La Chica no era más que la Chica.  Pero Angela tardó poco en demostrar que valía más que todas las vacas sagradas que aspiraban a suceder al vapuleado Kohl de la financiación irregular.

El eterno delfín de Kohl, Schauble (ahora ministro de Interior) y el populista bávaro Stoiber deben haber lamentado muchas veces el error de cálculo que cometieron al no valorar convenientemente a La Chica. 

A la hora de calcular, la doctora en Físicas les saca a todos una considerable ventaja .Y esta es la matización: en realidad, Merkel no ha cambiado la física por la política sino que parece haberlas fusionado. 

Y quizá echando mano de algún truco de su marido, parece haber encontrado la fórmula para la química que hay entre el ciudadano medio alemán y esta mujer completamente normal que, al ser también la "Bundeskanzelerin" resulta que es la mujer más poderosa de la tierra incluso cuando cocina en su apartamento cerca del Museo Pérgamo un simple puré de patatas.