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Rasmussen propone conectar los sistemas antimisiles de la OTAN, EE.UU. y Rusia

  • El secretario general de la OTAN pide que se haga "en el momento adecuado"
  • Asegura que los países del Este no tienen más debilitidas sus defensas
  • Demanda a Rusia "un nuevo comienzo" en las relaciones con la Alianza
  • Quiere que los rusos ejerzan una "máxima presión" sobre Irán

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El secretario general de la OTAN, Ander Fogh Rasmussen, ha propuesto a Estados Unidos y Rusia conectar sus sistema de defensa antimisiles con los de la Alianza Atlántica "en el momento adecuado" tras abandonar la Administración estadounidense su proyecto de escudo antimisiles en Polonia y República Checa.

En un discurso en Bruselas, Rasmussen ha pedido a Rusia trabajar conjuntamente en el tema de la defensa antimisiles, y ha pedido "una revisión conjunta de los retos de seguridad del siglo XXI que sirva como una base firme de nuestro futuro de cooperación".

Llamamiento a Rusia

"Nuestras naciones y fuerzas sobre el terreno van a ser cada vez más vulnerables a los ataques con misiles de terceros países", ha advertido Rasmussen en su primer gran discurso tras ser elegido secretario general aliado, centrado en las relaciones con Moscú.

Por eso, Rasmussen ha hecho hincapié en que "la proliferación de tecnología de misiles balísticos no sólo es una preocupación para los países aliados, sino también para Rusia". 

Además, el secretario general de la OTAN ha negado que la decisión estadounidense debilite las defensas de ningún aliado, en referencia a Polonia y República Checa.

"Al contrario, los nuevos planes harán que los medios estén preparados más pronto que en los planes anteriores y nos proveerá de una cobertura más amplia", ha subrayado.

Presión sobre Irán

Rasmussen también ha lanzado a Rusia varias propuestas para "un nuevo comienzo" entre ambos bloques después de las tensiones creadas con la guerra de Georgia el año pasado.

Estos ejes serían "examinar inmediatamente un refueroz de la cooperación OTAN-Rusia en todos los ámbitos" en función de los ámbitos de interés común, como la lucha contra el terrorismo, la proliferación de armas de destrucción masiva y la estabilización de Afganistán.

En este sentido, Rasmussen ha pedido a Rusia que se alinee con las potencias occidentales para ejercer "un máximo de presión" sobre Irán para que abandone sus "ambiciones" nucleares".

Hasta ahora Moscú se ha negado a apoyar la idea de nuevas sanciones contra Irán en caso de que las negociaciones en curso para congelar su programa de enriquicimiento de urano fracasen.

Además, ha pedido un reestablecimiento de la confianza mediante "la revitalización del consejo OTAN-Rusia" para poder abordar todos los temas "sin prejuicios".