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Rapapolvo a la SEC por su actuación en el caso Madoff

  • La investigación interna calfica a la SEC de incompetente y falta de experiencia
  • El regulador de los mercados bursátiles perdió las oportunidades de destapar el fraude
  • Hizo caso omiso de las múltiples advertencias y quejas fundadas desde 1992
  • El personal de la SEC descubrió las mentiras de Madoff pero no siguió la pista
  • No obstante, la investigación concluye que Madoff no sobornó a la SEC

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El organismo encargado de investigar a la SEC, el regulador bursátil equivalente a la CNMV española, ha publicado un informe demoledor sobre su actuación en la estafa milmillonaria de Madoff. La investigación interna concluye que la SEC fue incompetente e inexperta. El director de la agencia de control, David Kotz, ha señalado que la SEC hizo caso omiso de las numerosas señales de alarma y de las diversas advertencias que recibió de los periodistas antes de que estallara el fraude en 2008.

"A pesar de las numerosas quejas, detalladas y creíbles, la SEC nunca investigó adecuadamente a Madoff y no tomó las medidas básicas necesarias para determinar si estaba llevando a cabo una estafa piramidal según el esquema Ponzi", ha asegurado Kotz. De haberse seguido los pasos apropiados entre junio de 1992 y y diciembre de 2008, añade el informe, la SEC podría haber destapado el fraude mucho antes de que Madoff confesara.

La estafa podría alcanzar los 65.000 millones de dólares según los investigadores y Madoff pudo llevarla a cabo no por su inteligencia sino por la actuación del regulador. Según el informe, la SEC llevó a cabo tres inspecciones y dos investigaciones sobre el financiero. Pero las tres fracasaron debido a la inexperiencia, incompetencia y la falta de comunicación dentro del propio regulador.

Madoff no sobornó a los investigadores

El informe exonera a la SEC de cargos más graves como cohecho, soborno o prevaricación. Concluye que Madoff no influyó de manera ilegal sobre los investigadores del regulador.

El informe apunta más bien a la descoordinación interna de la SEC. En un momento dado, dos unidades del regulador investigaban las operaciones de Madoff. "Asombrosamente, ninguna de ellas sabía lo que hacía la otra, a pesar de que el propósito era idéntico", ha explicado Kotz. "De hecho, fue el propio Madoff quien informó a uno de los equipos de que el otro ya había recibido la información que pedían".

Peor aún. Desde 1992, la SEC recibió seis quejas fundadas que dispararon las alarmas. Casi desde el principio, los investigadores pillaron a Madoff en sus mentiras y tejemanejes, pero no siguieron el hilo que conducía a la madeja urdida por el financiero. También rechazaron la oferta de varios soplones de aportar nuevas pruebas.