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Abás reitera "el derecho a la resistencia armada" e Israel lo considera "declaración de guerra"

  • Abás insiste en los objetivos políticos de "liberación e independencia"
  • Para ello, ha dicho, reserva "el derecho a la legítima resistencia, incluida la lucha armada"
  • El ministro de información israelí considera estas palabras una "declaración de guerra"
  • Abás ha hecho estas declaraciones en la apertura de la Sexta Conferencia de Al Fatah

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Al Fatah celebra su primer congreso en 20 años

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y líder de Al Fatah, Mahmud Abás, ha sido el encargado de inaugurar la Sexta Conferencia de la formación diciendo que se ha ahondado la brecha con el movimiento islamista rival Hamás, que controla Gaza.

En una alocución inaugural, Abás ha manifestado que "con sus acciones contra nuestros militantes en la franja de Gaza, Hamás ha abierto una brecha con Al Fatah". El líder palestino se refería a la última de una serie de acciones contra los activistas de Al Fatah en Gaza, con la que Hamás les ha impedido asistir a la convocatoria de la conferencia, de tres días, que este martes ha abierto sus puertas en la ciudad cisjordana de Belén.

En un llamamiento a los alrededor de 350 militantes de la formación que encabeza y que no pudieron salir de la franja, Abás ha dicho: "No os preocupéis, estáis en nuestros corazones y acabaremos por sacaros de Gaza".

Hamás se niega a dejar salir de Gaza -territorio que controla- a los residentes en la franja invitados como delegados al encuentro en esa ciudad cisjordana, que pensaban sumarse a los 2.200 compromisarios que participan en la conferencia. Para levantar el boicot al evento, Hamás exige la liberación de cerca de mil presos militantes del grupo islamista en las cárceles en Cisjordania, territorio que controla la ANP.

"Nos reservamos el derecho a la legítima resistencia"

"Este Congreso debe ser una plataforma para un nuevo comienzo, la consolidación de nuestros esfuerzos para lograr nuestros objetivos principales: la liberación y la independencia", ha dicho Abbas. En su proyecto político, Fatah hace hincapié en la voluntad de los palestinos de "tomar la iniciativa para romper la paz de los muertos", al tiempo que reitera el derecho del pueblo palestino a la resistencia contra la ocupación, de conformidad con el derecho internacional, incluida la lucha armada".

"Al tiempo que reiteramos nuestro compromiso con la opción de la paz y las negociaciones, nos reservamos el derecho a la legítima resistencia, garantizados por el derecho internacional", ha dicho Abbas.

Además, Abbas ha acusado al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu de destruir las posibilidades de reanudar las conversaciones de paz al negarse a congelar los asentamientos y la exclusión de la restitución a los palestinos la parte árabe de Jerusalén o el Valle del Jordán. También ha acusado al Gobierno israelí de participar en una campaña de "limpieza étnica" en Jerusalén, la destrucción de viviendas árabes y la instalación de colonos en los barrios palestinos.

Israel lo considera una "declaración de guerra"

La respuesta no ha tardado en llegar. El ministro israelí de Información, Yuli Edelstein, ha considerado la Sexta Conferencia de Al-Fatah una "declaración de guerra" a su país porque deja abierta la opción de la lucha armada.

"No debemos actuar como si no hubiéramos oído. Debemos abandonar el círculo de ilusiones de que éstos (Al-Fatah) son moderados que quieren la paz. Dicen explícitamente que apoyan continuar con la lucha armada", dijo Edelstein a la web de noticias Ynet.

"¿Son éstos los líderes moderados con los que el mundo quiere que entablemos negociaciones? Tengo la sensación de que no estamos interesados en escuchar las voces que llaman a la lucha armada, al derecho de retorno (de los refugiados palestinos) y al establecimiento de una capital para ellos (los palestinos) en Jerusalén", agregó Edelstein, que pertenece al Likud, el partido derechista que lidera el primer ministro Benjamín Netanyahu.

El titular de Información llegó a asegurar que "el asentamiento más violento y extremista dañino para la paz es (sería) el Estado palestino", en referencia a las demanda palestina de que Israel frene la expansión de las colonias judías en su territorio.

Primera conferencia en 20 años

La Sexta Conferencia de Al Fatah, la primera que se celebra en el territorio palestino y en dos décadas, ha abierto sus puertas en Belén, donde se espera que salga una declaración centrada en la cuestión de los asentamientos judíos.

Se trata del primer congreso que celebra esta formación palestina que fundó y durante años dirigió Yaser Arafat, desde que el histórico dirigente falleciera en 2004, y después de perder en los comicios de 2006 su práctica hegemonía política en los territorios ocupados.

Según dijeron a Efe fuentes de la organización de la conferencia, la cita tratará de allanar el camino para reanudar la negociación con los israelíes y vencer en las elecciones palestinas previstas en enero. Del encuentro, de tres días de duración, saldrá una declaración que, según ha adelantado la prensa local, se centrará en exigir a Israel una completa paralización de las colonias judías en Cisjordania y Jerusalén Este antes de reanudar el proceso de paz.

En la cita también se elegirán a los 120 miembros del Consejo Revolucionario y a los 18 del Comité Central de la formación.

Regenerar el partido

Al Fatah, que cumplió 44 años en enero pasado se encuentra en sus horas más bajas desde que perdiera las elecciones legislativas en enero de 2006 a manos de Hamás, mientras su cúpula es considerada por gran parte de la sociedad palestina corrupta y "colaboradora" con Israel.

Gran parte de la militancia de Al Fatah espera que la convocatoria de esta conferencia sirva para regenerar el liderazgo del partido, afiliado a la Internacional Socialista.

En el texto que se espera sea aprobado por los delegados se prevé una mención a los sucesos más importantes ocurridos desde la última conferencia celebrada en 1989, como el establecimiento de la ANP en Cisjordania y Gaza en 1994, dos Intifadas contra la ocupación israelí (1987 y 2000), diferentes negociaciones de paz y la toma por la fuerza de la franja en 2007 por el movimiento islamista Hamás.