Bernanke, en el punto de mira de los republicanos
- El presidente de la Fed niega que presionara a BofA para comprar Merrill Lynch
- El consejero delegado del banco le acusa de amenazarles con el despido si se negaban
- Los republicanos aseguran que la Fed ocultó la situación de Merrill Lynch
- La refriega coincide con la reforma financiera que da más poder a la Reserva Federal
El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, ha tenido que salir al paso de las acusaciones que han lanzado republicanos y ex ejecutivos de Bank of America. Bernanke ha negado que presionara a la entidad para que comprara Merrill Lynch el pasado mes de diciembre.
Bernanke ha desmentido que amenazara al consejo de Bank of America con el despido si se echaban atrás en la operación de salvamento. También ha negado que ocultara la catastrófica situación de Merrill Lynch, asediada por las pérdidas, para sacar adelante la venta de la entidad.
"La Reserva Federal -el banco central de EEUU- ha actuado con la máxima integridad en las negociaciones con Bank of America. La decisión de aprobar la fusión con Merrill Lynch estaba en las manos de su consejo y estaban obligados a escoger aquello que consideraran que mejor representaba los intereses de los accionistas y la compañía", ha defendido Bernanke. "No dije que tomaría medidas contra el consejo o la gerencia del banco".
Dudas en la tempestad
Es cierto que Bank of America barajó retirarse de la compra de Merrill Lynch al percatarse de las pérdidas del banco de inversión: 15.000 millones de dólares en el cuarto trimestre del año pasado.
Sin embargo, la operación se llevó a cabo en enero, con un balón de oxígeno de 20.000 millones de dólares a cargo del contribuyente. Parte de los 45.000 millones que ha recibido Bank of America del Estado para recapitalizarse.
Primeras escaramuzas contra una Fed más poderosa
El fuego cruzado contra la Fed viene de dos frentes. Por un lado, el ex consejero delegado de Bank of America, Kenneth Lewis, declaró hace dos semanas ante el Congreso que había sido amenazado con ser destituido si se echaba atrás en la operación.
Por otro, los congresistas republicanos aseguran tener en su poder documentos que demuestran que la Fed limitó la información que daba a otros dos reguladores: la SEC, el equivalente a la CNMV española, y el Interventor de la Moneda. Dicen que la Reserva Federal trató de ocultar la grave situación de Merrill Lynch para facilitar su venta.
El ataque a dos bandas no es casual. Toda la operación de Merrill Lynch se llevó a cabo durante los estertores de la administración Bush, pero no se trata de lanzar piedras contra el propio tejado.
Tanto el partido Republicano como algunos sectores de Wall Street temen los nuevos poderes que recibe la Fed en la reforma financiera que impulsa Obama. Si sale adelante, la Reserva Federal se convertiría en el supervisor todopoderosos de los riesgos para el sistema financiero, con capacidad de intervenir y despiezar las entidades cuya caída pueda arrastrar al resto.