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Los 27 se debaten entre apostar ya por Barroso o hacerle examinarse en septiembre

  • La ausencia de otro candidato facilita su designación, pero podría ser sólo política
  • A favor del portugués está el apoyo de primeros ministros liberales y socialistas
  • En su contra, los problemas jurídicos para que sea designado ahora y no en octubre
  • El PPE reitera que quiere que el candidato sea elegido el próximo 15 de julio
  • Socialistas europeos y verdes quieren preparar en octubre candidatos alternativos 

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Barroso, a su llegada a la reunión del PPE.
Barroso, a su llegada a la reuniBarroso, a su llegada a la reunión del PPE.

Ahora o puede ser que nunca. Con este ánimo se encuentran los partidarios conservadores del portugués Durao Barroso para que repita como presidente de la Comisión Europea, que pretenden que los presidentes de los 27 le den su apoyo explícito en la cumbre que se celebra entre este jueves y el viernes para acelerar su designación antes del verano.

En principio, aunque Barroso se dirigirá en la cena de esta noche a los jefes de Estado y de Gobierno con un discurso en el que apostará por "una Unión Europea y una Comisión Europea más fuerte" y advertirá que "el mundo no puede esperar a Europa", es probable que tenga que esperar para que haya una declaración formal -y no meramente política- de apoyo del Consejo Europeo.

En contra: el procedimiento

No obstante, también cabe la posibilidad de que los dirigentes europeos, a falta de otro candidato para el puesto, den su respaldo oficial a Barroso y pidan a la Eurocámara que se pronuncie sobre su reelección en su sesión de julio

El problema es, básicamente, de procedimiento. La nueva Comisión Europea debería regirse por el Tratado de Lisboa, que adapta este organismo a los 27...pero el tratado aún no está en vigor hasta que Irlanda lo apruebe en referéndum el próximo mes de octubre.

En el caso de que sea Niza, los jefes de Estado y de Gobierno deberían aclarar qué país no tendrá comisario, mientras que si es Lisboa se ampliaría el número de comisarios.

De esta forma, si el Parlamento Europeo tuviese que dar el visto bueno a Barroso como candidato en julio sería en función del Tratado de Niza y no del de Lisboa, mientras que el resto de su equipo sí entraría en función del de Lisboa, siempre y cuando los irlandeses lo aprobasen.

A favor: la necesidad de reacción

En declaraciones a los medios durante el encuentro de líderes del Partido Popular Europeo, la canciller alemana, Ángela Merkel, una de las valedoras de Barroso, ha recalcado que "es importante que Europa sea capaz de reaccionar rápidamente" en este asunto, aunque ha admitido que aún "quedan cuestiones abiertas" que hay que resolver con el Parlamento Europeo. 

Por su parte, el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, que se convertirá en el presidente de turno de la UE a partir de julio, también ha pedido una "señal clara" de los Veintisiete hacia Barroso. 

Desde el PP europeo, su líder, Joseph Daul, ha matizado que ni el partido ni él "hemos cambiado de posición" y ha reiterado que el ex primer ministro luso cuenta con el respaldo del centro derecha para ser elegido el 15 de julio. 

En el Consejo Europeo el portugués también contará con el apoyo de los primeros ministros liberales de Finlandia y Dinamarca, Matti Vanhanen y Lars Løkke Rasmussen y de los socialistas Zapatero, Sócrates y Barroso.

Estos apoyos son importantes para Barroso para cerrar el intento de algunos dirigentes socialistas en el Parlamento Europeo en forjar una alianza con liberales y los verdes en la Eurocámara para elegir a un liberal como próximo responsable de la CE.

Los críticos, a la espera

En el otro lado están el líder de los socialistas en la Eurocámara, Martin Schulz, y el de los verdes, Daniel Cohn-Bendit, totalmente contrarios a la elección de Barroso, que ha sido duramente criticado por su reacción tardía a la crisis y por la falta de iniciativas de su comisión.

Como reconocimiento implícito de esta crítica, los líderes conservadores europeos, Nicolás Sarkozy y Ángela Merkel, han pedido a Barroso que junto a su candidatura presente un programa de gobierno claro.

Schultz ha adviertido ya que los eurodiputados de su grupo no apoyarán la reelección de José Manuel Durao Barroso al frente de la Comisión Europea aunque los jefes de Estado y de Gobierno socialistas le den su respaldo a través de una "declaración política" por considerar balance del ex primer ministro luso al frente del Ejecutivo comunitario como "malo". 

"Mi consejo a los jefes de Estado y de Gobierno es que no tomen una decisión ni hagan una proposición para un candidato", ha afirmado Schulz al respecto, defendiendo que votar en julio es "absolutamente prematuro".

Detrás de estas palabras está la apuesta de conseguir en octubre un candidato alternativo que ahora no es viable, y entre los que suenan liberales como el ex primer ministro belga Guy Verhofstadt.