Enlaces accesibilidad

La clave de la vacuna de la gripe está en los huevos

Por
Un científico manipula un huevo en una planta de Sanofi Pasteur para fabricar la vacuna de la gripe
Un científico manipula un huevo en una planta de Sanofi Pasteur para fabricar la vacuna de la gripe.

La vacuna para la gripe sigue elaborándose a base de huevos. Se utiliza un método lento y complicado desarrollado durante los años cuarenta.  A pesar del  interés científico y económico alrededor de la gripe y sus nuevas variantes, como la gripe A, este método aún no ha podido mejorarse.

La idea básica de una vacuna es inyectar virus muertos o debilitados para provocar la respuesta del sistema inmunitario, pero eso se complica con una enfermedad como la gripe. Al ser tan variable, es necesario producir decenas de millones de nuevas dosis cada año.

En la segunda guerra mundial, Thomas Francis  y Jonas Salk, desarrollaron una solución que se sigue aplicando en la actualidad. Se inyecta el virus de la gripe en huevos de gallina fertilizados que después se incuban en condiciones higiénicas. Dentro del huevo, el virus se multiplica a costa del embrión que intenta crecer normalmente. Tras cierto tiempo el huevo es destruido para poder extraer y purificar el virus. La vacuna es segura aunque existe un ligero riesgo para las personas con alergia al huevo.

Actualmente, se necesitan entre uno y dos huevos para obtener una dosis de vacuna de una sola cepa de gripe. Y las vacunas suelen contener dos o tres cepas de gripe. Esto implica decenas y hasta centenares de millones de huevos fertilizados, obtenidos en un ambiente libre enfermedades y cuidadosamente incubados en las mejores condiciones.

Los investigadores siguen trabajando para encontrar otro método más rápido. Una posibilidad lógica es utilizar cultivos de células de mamíferos en lugar de huevos. También se esta desarrollando otro producto basado en una mezcla del virus de la gripe con otro virus que infecta a las orugas.