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Chávez y Uribe recuperan sus relaciones

  • Los mandatarios venezolano y colombiano cierran su crisis diplomática con una breve cita
  • Chávez  dice que no es "aliado ni enemigo" de las FARC y vuelve a ofrecerle ayuda a Uribe
  • Sellan un compromiso de no "airear" sus discrepancias y firman cinco acuerdos económicos

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Chávez recibe a Uribe en el Palacio de Miraflores.
Chávez recibe a Uribe en el Palacio de Miraflores.

Los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Colombia, Álvaro Uribe, han escenificado la recuperación de sus relaciones bilaterales con la firma de varios acuerdos económicos y de cooperación y el compromiso de continuar el diálogo roto hace un año a propósito de la guerrilla de las FARC.

No ha sido una cumbre por todo lo alto --Uribe ha llegado tarde y apenas ha tenido tiempo de volver a tiempo al avión para proseguir su gira por la región-- y las declaraciones tampoco han sido efusivas: "Estamos condenados a estar juntos, maravillosamente condenados", ha dicho Chávez.

Pero sí es un importante paso para la diplomacia: "Hemos constatado el avance y el dinamismo nuevo que le hemos dado a nuestra relación", ha añadido el mandatario venezolano al término de la reunión en el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas. Y Uribe ha apostillado que a partir de ahora no van a estar "ventilando públicamente" sus diferendos.

Un año de crisis

A ello ayudarán sin duda los nuevos embajadores que cada parte acaba de presentar a la otra, tras un año sin titulares en las sedes diplomáticas. La crisis diplomática estalló con el bombardeo de Colombia a un campamento guerrillero en Ecuador, en el que murió Raúl Reyes, número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

En solidaridad con Ecuador, Chávez retiró a su embajador en Bogotá y ordenó la salida del colombiano en Caracas tras acusar a Uribe de pretender convertir a Colombia "en el Israel de América Latina" al violar la soberanía de sus vecinos.

Este martes, Uribe ha recordado que Colombia comparte 2.000 kilómetros de frontera con Venezuela y el destino de "patria común" de sus pueblos, lo que ha secundado su Chávez en su primer encuentro formal tras la crisis (aunque ya se habían entrevistado hace unos meses).

En rueda de prensa tras los discursos, el presidente venezolano ha dicho en respuesta a una pregunta, que el plan de seguridad implantado por Uribe en su país frente a los grupos guerrilleros "puede marcar una ruta hacia la paz".

"El presidente Uribe ha aportado ideas que pueden marcar una ruta hacia la paz. Difícilmente alguien pueda decir que soy enemigo de las FARC. No soy su aliado ni su protector y tampoco su enemigo. Pero las FARC deben tomar nota de esto", ha dicho Chávez. "Venezuela está lista para, a pesar de los pesares, ayudar en ese esfuerzo necesario de búsqueda de la paz, respetando siempre las decisiones soberanas que tome el Gobierno colombiano".

Chávez actuó en el 2007 como mediador con la guerrilla de origen marxista en la búsqueda de un acuerdo humanitario antes de ser desautorizado por Uribe, lo que derivó en numerosas descalificaciones del líder socialista venezolano hacia su colega conservador.

Acuerdos comerciales y enrgéticos

En el terreno económico, han firmado una carta de intención para estudiar el uso de monedas locales en el intercambio comercial bilateral, que en el 2008 ascendió a 7.200 millones de dólares, favorable en 6.000 millones a Colombia. También se han comprometido a establecer una línea de crédito para impulsar el comercio así como un fondo binacional unos 200 millones de dólares destinado a financiar proyectos en diversas áreas como el transporte, la agricultura y la infraestructura.

Más tangible será la licencia para que Venezuela importe 10.000 vehículos de Colombia y, si acaba realizándose, el acuerdo para llevar energía eléctrica de Puerto Iniria (Colombia), a San Fernando de Atabapo (Venezuela).

Además del impulso a las relaciones políticas y económicas, Uribe se lleva la promesa de Chávez de regalarle para su cumpleaños una "bicicleta atómica", fabricada en una planta venezolano-iraní que en el pasado fue también objeto de controversia.