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Expertos nutricionistas aseguran que "la grasa no engorda" y que previene enfermedades

  • Los científicos subrayan la importancia de no excluir las grasas saludables de la dieta
  • Presentan un documento sobre la importancia de la calidad de las grasas en la alimentación
  • Hacen un llamamiento para reducir la ingesta de grasas saturadas y de las grasas trans
  • Aconsejan aumentar el consumo de las insaturadas como el aceite de oliva y la margarina

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La grasa ni es mala ni engorda. Lo que hay que hacer es reducir el consumo de las menos saludables. La comunidad científica internacional subraya la importancia de no excluir las grasas saludables de la dieta en el primer Documento de Consenso Internacional sobre la Importancia de la Calidad de las Grasas en la Alimentación.

El texto, elaborado por 40 médicos de 25 países, ha sido presentado este viernes bajo el auspicio de la Union of Nutricional Sciences (IUNS) en el VI Congreso de la Sociedad Española de Nutrición Básica. El objetivo es convertirse en la "pauta definitiva" sobre las recomendaciones de la dieta sobre las grasas.

Los expertos que han acudido al encuentro han tratado de aclarar algunos de los "errores" más generalizados y han incidido en que "la grasa no engorda" y es necesaria para el crecimiento y prevenir algunas enfermedades.

Así lo ha indicado el presidente del comité organizador del encuentro, Francisco Pérez Jiménez, que ha insistido en que uno de los errores más repetidos es eliminar las grasas de la dieta diaria.

En este sentido, el director del laboratorio de Nutrición y Genética de la Universidad de Tufts (Boston), José María Ordovás, ha hecho un llamamiento para reducir la ingesta de grasas saturadas, que no deberían superar el 10% de la ingesta energética diaria, y aumentar las insaturadas como el aceite de oliva y la margarina.

Ordovás ha precisado que el aceite de oliva es beneficioso para la prevención de enfermedades crónicas y los omega 3 y 6, que se encuentran en las nueces, el pescado y la margarina y son necesarios para el desarrollo neurológico, la salud cardiovascular y enfermedades degenerativas.

Es preciso encontrar un equilibrio en el consumo de grasas saturadas y trans (presentes en la bollería industrial, las patatas fritas y la mantequilla) en relación con las otras y "abandonar la etiqueta de que la grasa es mala".

Qué cantidad de grasa hay que consumir de cada tipo

El documento recomienda que las grasas saturadas no sobrepasen el 10% de la ingesta energética diaria; los omega 3 y 6 constituyan entre el 6 y el 10%; la trans sea inferior al 1%; y el resto (hasta llegar al 35% aconsejado por la Organización Mundial de la Salud) lo aporten grasas mono-insaturadas.

Jiménez, que ha estado acompañado también por el presidente de la Fundación para la Investigación y Prevención de las Enfermedades Cardiovasculares (FIPEC), Xavier Pintó, y la nutricionista del Instituto Flora Raquel Bernácer, ha aconsejado a los consumidores que tengan en cuenta qué tipos de grasas contienen exactamente los productos que adquieren.

Tras la denominación genérica de "grasas vegetales" 

se esconden algunas que pueden no ser del todo beneficiosas para la salud.

Además, Pérez Jiménez ha señalado que, aunque la grasa trans es la "peor de todas", el principal problema de España es el de la grasa saturada, que se halla en productos lácteos, grasas animales, aceites de coco y de palma, pasteles, bollería, dulces y fritos.

A este respecto, ha lamentado el progresivo abandono de la dieta mediterránea, con un aumento del consumo de carne y grasas saturadas y un descenso del de legumbres y aceite de oliva, y ha concluido que la "grasa no engorda", que lo que engorda es comerla en exceso.