El suizo Stephane Lambiel no sólo elige la música al detalle, también su vestuario. para el programa corto, donde usa música de Guillermo Tell, Lambiel tiene un traje perfecto, con el cuello levantado, corsé, camisa abullonada y hasta 'botas' de cuero de caña alta similares a las que lucían los arqueros de la época. 

El estadounidense Johnny Weir es de los que nunca pasa desapercibido. El vestuario de su programa corto, en el que luce una especie de corsé semitransparente con tiras rosas, dejó a muchos con la boca abierta. 

Los japoneses (y orientales en general) tienen gusto por el toque aflamencado, a Daisuke Takahashi le gusta especialmente. 

A pesar de terminar segundos, el de Pang y Tong ha sido sin duda el mejor programa de la noche. Han puesto al público en pie y él, agradecido, incluso ha besado el hielo nada más terminar el programa. Eso sí, ni con música aflamencada ni con vestido con dejes españoles cuelan sus rasgos como andaluces.

Savchenko y Szolkowy han hecho una interpretación soberbia de Memorias de África, pero una caída de él ha dado al traste con sus aspiraciones de oro. han tenido que conformarse con el bronce.

Los rusos, por primera vez desde 1960, no han conseguido el oro en esta prueba. Kavaguti y Smirnov se han quedado a las puertas, en la cuarta posición.

Los franceses Vanessa James y Yannick Bonheur han sido unos de los más arriesgados en el programa libre, con una espiral de la muerte realmente baja.

Los suizos no estuvieron acertados con la elección del vestuario, que además no pegaba nada con la música.

Los chinos Xue Shen y Hongbo Zhao han terminado en primera posición tras el programa corto de parejas. Como casi todos los asiáticos, han optado por un modelo vaporoso y de colores bastante brillantes.

Los alemanes Aliona Savchenko y Robin Szolkowy cuidan siempre hasta el más mínimo detalle de sus trajes, incluso el maquillaje, que en este caso -en el que la música está relacionada con el circo y los payasos- el de él también.

Tanto cuidan los detalles que, como el programa corto coincidía con la celebración del día de San Valentín, Aliona ha lucido orgullosa sendos corazones rojos en sus patines.

Hablando de San Valentín... poco lo habrán celebrado los estadounidensesJeremy Barrett (a la derecha, de negro) y Amanda Evora (a la izquierda, de rosa), que han tenido que competir uno contra el otro. No siempre la pareja de trabajo acaba siendo la pareja sentimental, ¿no?

Alguien debería decirles a los urcanianos Tatiana Volosozhar y Stanislav Morozov que la licra azul eléctrica no le sienta bien a prácticamente nadie.

Los franceses Vanessa James y Yannick Bonheur son de los pocos patinadores negros del circuito internacional, y aprovechan para destacar esa característica de su piel con el vestuario.

Los rusos Maria Mukhortova y Maxim Trankov hacen gala de su procedencia y apuestan por las gasa vaporosas, muy socorridas entre los países del Este (y casi siempre acompañadas por música clásica)

La nacida japonesa pero nacionalizada rusa Yuko Kavaguti lleva todos los complementos para interpretar convenientemente el lago de los cisnes. Por no faltar, no le falta ni la tiara.