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Fútbol | FIFA

Blatter se corrige y niega haber dicho que Alemania compró el Mundial de 2006

  • El presidente de la FIFA dice ahora que "no existen pruebas de ello"
  • "No creo en teorías conspiradoras, sino en hechos", afirma en el diario Bild

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El presidente de la FIFA Joseph Blatter.
El presidente de la FIFA Joseph Blatter.

El presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, ha corregido y matizado sus declaraciones del fin de semana en las que dio a entender que Alemania "compró" el Mundial de 2006, asegurando que "no existen pruebas" de ello.

Coincidiendo con la reunión de la ejecutiva de la FIFA para abordar un nuevo reglamento ético, Blatter publica una "carta abierta a Alemania" en el rotativo alemán Bild, el de mayor tirada de Europa con unos tres millones de ejemplares diarios.

Sobre sus polémicas declaraciones del fin de semana escribe que "demuestran que en la concesión de los Mundiales siempre se puede encontrar alguna razón para desarrollar teorías conspiradoras. Incluso en relación con Alemania, que ofreció un Mundial perfecto".

No creo en teorías conspiradoras, sino en hechos

"Un sueño de verano extraordinario del que el país puede estar orgulloso. No creo en teorías conspiradoras, sino en hechos", afirma seguidamente Blatter, que ha sido objeto de una oleada de críticas en este país por relacionarlo con el fantasma de la corrupción.

"Mientras no existan pruebas concretas de que en la concesión de cualquier Mundial algo ha ido mal se debe contar con la legalidad de la elección. Esto es tan válido para Alemania como para los demás países. Este es el núcleo de mi mensaje", señala finalmente Blatter.

Numerosas críticas en Alemania

El presidente de la FIFA reacciona así a críticas como las de el máximo responsable del Comité Organizador del Mundial 2006, Franz Beckenbauer, quien rechazó enérgicamente las insinuaciones de Blatter, de que Alemania "compró" el mundial de 2006.

"Me resulta del todo incomprensible las declaraciones de Sepp Blatter. Lo decisivo fue el voto cerrado de los europeos a nuestro favor", apuntó el "kaiser", en el mismo diario "Bild".

Beckenbauer salió así al paso a las afirmaciones de Blatter, quien fuertemente presionado por sospechas de corrupción insinuó el fin de semana al diario suizo "SonntagsBlick" que se habían producido "irregularidades" en la adjudicación del Mundial a Alemania.

"Mundiales comprados... Recuerdo que en el momento de la adjudicación alguien se fue. Así fue que en lugar de 10 a 10 quedáramos en 10 a 9 a favor de Alemania. Me alegré, porque no fue preciso un voto de desempate. Pero, vamos a ver, alguien se levantó y se fue", explicó Blatter.

A la pregunta de si suponía que tras ello había un caso de corrupción, responde el presidente de la FIFA: "No, no supongo nada. Lo constato".

El secretario general de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Helmut Sandrock, salió también al paso de lo que calificó de "nebulosas insinuaciones", cuyo único propósito es "desviar la atención" sobre otros asuntos ahora mismo investigados.

Blatter se encuentra bajo duras presiones, especialmente desde Alemania, por no haber actuado con suficiente contundencia contra la corrupción en el seno de la FIFA.

El presidente de la Liga Alemana, Reinhard Rauball, instó a Blatter a dimitir, en una conversación telefónica, mientras que el de la DFB, Wolfgang Niersbach, afirmó que la federación en pleno está "consternada" por los presuntos casos de sobornos.

Blatter, sin embargo, ha expresado repetidamente su determinación a no tirar la toalla, por encima de las presiones del poderoso entorno futbolístico alemán.

Las tensiones entre el presidente de la FIFA y Alemania se han acentuado tras las acusaciones de sobornos de la empresa ISL a Joao Havelange y Ricardo Texeira, de los que Blatter tuvo conocimiento.

El propio Blatter admitió, en una reciente entrevista con FIFA.com, que él es el anónimo "P1" que aparece en el auto de sobreseimiento de la instrucción penal abierta por la Fiscalía del cantón suizo de Zug por "gestión desleal" de la FIFA, "apropiación indebida y eventualmente gestión desleal" de Havelange y Teixeira.

Havelange fue presidente de la FIFA entre 1974 y 1998. Teixeira dirigió el fútbol brasileño entre 1989 y marzo de 2012.