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El camino embarrado de Francia hacia Sudáfrica

  • La finalista de 2006 pasó más apuros de los previstos
  • Un polémico gol precedido de una mano de Henry le clasificó

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La 'mano de Henry' se queda sin castigo

Si la 'mano de Dios' encumbró a Maradona, la de Henry pasará a la historia como una mancha en el historial del siempre correcto delantero francés. Si cuando nos referimos a España hablamos del "camino dorado hacia el Mundial", en el caso de Francia sería más exacto "el camino embarrado".

Situémonos: partido de vuelta de la eliminatoria de repesca para el Mundial 2010. Saint Denis, París, Francia. Minuto 103' de partido, que tuvo que ir a la prórroga después de un 1-1 en el global de la eliminatoria. Ataque de los franceses en el área de Shy Given con el balón en el aire y Henry, sin que el árbitro se percate, empuja el balón con la mano para que lo remate Gallas.

El gol supuso la victoria de Francia y el billete para el Mundial de Sudáfrica después de una agónica fase de clasificación. La polémica generada afectó a Henry de tal forma, que llegó a declarar públicamente que vería con buenos ojos repetir el partido. Sin embargo, la FIFA dio por válido el resultado. Si el árbitro no lo vio...

Muy a su pesar, la mano de Henry se quedó como imagen-resumen de lo que fue el camino de Francia hacia el Mundial, lejos del pleno de victorias de España, su rival este miércoles.

Los de Domenech terminaron por detrás de Serbia en un grupo en el que partían como favoritos. La primera sorpresa se la llevaron ante Austria en el primer partido de la fase, cayendo por 3-1 en Viena. Siguiendo con las comparaciones, la 'Roja' les endosó una 'manita' en el mismo escenario a los austriacos.

No obstante, aquélla fue la única derrota de los galos, con tres empates y seis victorias. Una menos que Serbia, que terminaría como líder del grupo.

Más que los resultados, lo que lastró a Francia fue la pobre impresión que dejó en cada partido. Si ya era cuestionado Domenech por el fútbol poco vistoso que ofrecía la selección francesa bajo su mando, al menos antes del Mundial de 2006 le salvaba la conjunción de talentos como Henry, Ribéry, Malouda y un Zinedine Zidane que tenía aún bastante que decir.

Resulta bastante significativo que desde la retirada de 'Zizou' a esta Francia le falta un líder, un jugador de referencia que haga de 'padre' de los nuevos talentos y aporte sabiduría para saber definir el estilo del combinado. Algo que debía esperar de los Henry, Anelka y Cissé mientras sean los veteranos. Algo que se espera de los Henry, Benzema y Gourcouff en el futuro.