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Madrid tropieza de nuevo en su sueño olímpico: ¿Y ahora qué?

  • El 77% de las infraestructuras podrán utilizarse a pesar de no haber sido elegida
  • Las nuevas instalaciones dotan a Madrid de un alto nivel para organizar eventos
  • Sin embargo, la capital perderá la inyección económica que suponen unos JJOO
  • Todo sobre la elección de los Juegos Olímpicos de 2016

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No pudo ser. De nuevo, Madrid tendrá que esperar para organizar unos Juegos Olímpicos. Si hace cuatro años se esfumaba el sueño de Madrid 2012 en Singapur, este viernes, en Copenhague, le ha tocado el turno a su sucesora, Madrid 2016.

Todo el esfuerzo invertido en los últimos años ha vuelto a encontrarse con un COI esquivo a otorgar los Juegos a la capital de España, que había presentado un proyecto completo, sofisticado y limpio de los defectos que le hicieron caer ante Londres en su candidatura a los Juegos de 2012.

Precisamente el proyecto de Madrid destacaba por el grado de terminación de sus sedes y por el aprovechamiento de las mismas una vez terminados los Juegos. Este hecho permite que, entre el ambiente de decepción, se asome un rayo de optimismo, ya que la totalidad de las sedes construidas convierten a Madrid en una referencia en la organización de eventos deportivos de alto nivel.

La Caja Mágica, sede del tenis en el proyecto, se erige como el símbolo de lo que pudo ser y no fue, y, al mismo tiempo, en una de las grandes infraestructuras deportivas de la capital, que ya ha acogido torneos como el Madrid Open.

Junto a ella, el Estadio Olímpico, la joya de la corona, será utilizado por el Atlético de Madrid a partir de 2013, lo que asegura su continuidad como sede de grandes eventos deportivos. Asimismo, los partidos del Real Madrid de baloncesto se trasladarán al nuevo pabellón de Valdebebas, que hubiera sido sede del baloncesto en Madrid 2016. Su construcción seguirá adelante y finalizará en 2013. Antes estará terminado el Centro Acuático de Madrid, que comenzó a construirse en 2004.

Además, el proyecto contaba con sedes ya construidas previamente, como el IFEMA, el Palacio de los Deportes de Madrid o los estadios de fútbol. El resto, las proyectadas si Madrid salía elegida, no se construirán ya que su existencia estaba vinculada a la elección.

Los 2.000 millones

Si las infraestructuras son el lado positivo en estos momentos de frustración, el dinero que dejará de ingresar Madrid por la celebración de los Juegos constituyen el lado negativo. 

Con las previsiones economicas realizadas por la candidatura, la capital tenía asegurado el 90% de los ingresos de un presupuesto de 2.000 millones de euros. Además, los Juegos suponen un gran impacto turístico y conllevan la creación de miles de empleos para la preparación y su desarrollo.

Los madrileños tampoco podrán disfrutar de las mejoras en la ciudad que conllevan los Juegos Olímpicos, que tradicionalmente suponen un antes y un después en la ciudad organizadora.

Madrid tendrá que esperar a una nueva oportunidad si quiere ser olímpica. Después de tres intentos (1972, 2012 y 2016), la pregunta es si la capital dejará pasar el tiempo antes de volver al asalto de los Juegos después de dos candidaturas consecutivas, encabezadas por el tesón del alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz-Gallardón, o si volverá a intentarlo para los Juegos de 2020.