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Bolt pulveriza el récord del mundo de los 100 y se lleva el oro de Pekín

  • El jamaicano marca 9.69, pulverizando su propio récord que estaba en 9.72
  • La plata ha sido para el caribeño Richard Thompson y el bronce se lo adjudicó  Walter Dix de EE.UU.
  • Asafa Powell sólo puede ser quinto, como en los Juegos de Atenas

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El reloj marcaba las 22.31 horas, seis horas menos en España. Las cerca de 92.000 personas que cada día abarrotan el 'Nido' contuvieron la respiración, exactamente igual que los ocho hombres que acomodaban las zapatillas en los tacos de salida para enfilar los 100 metros de la recta del estadio. Un suspiro después, con el crono parado en 9.69 , Usain Bolt se coronaba como rey de la velocidad mundial, pulverizando además el record del mundo.

 La plata ha sido para el atleta de Trinidad y Tobago, Richard Thompson, con una marca de 9.89. Por su parte, el bronce se lo llevó el estadounidense Walter Dix, con un crono de 9.91. El jamaicano Asafa Powell, otro de los favoritos, sólo pudo ser quinto, la misma marca que en los Juegos de Atenas.

La sorpresa de la noche había saltado apenas hora y media antes, cuando el estadounidense Tyson Gay, uno de los tres aspirantes al trono, quedó eliminado en las semifinales. El doble campeón mundial, de 100 y 200 metros, había llegado a Pekín por los pelos, después de lesionarse en los 'trials' de su país, lo que le obligó a guardar casi un mes de reposo antes de la cita olímpica. Sin embargo, el estadounidense había pasado las series de clasificación y los cuartos de final sin mayores problemas, sin dar pistas sobre su 'pinchazo' en la semifinal.

Así que sin Gay en la final, estaba claro que la carrera más importante del año, de los cuatro años, iba a ser cosa de dos jamaicanos. Sin embargo Bolt, que ya había dejado clarísima su supremacía y su grandísimo estado de forma en las clasificatorias -parando el crono en 9.90 dejándose llevar los últimos metros en los cuartos de final, y volviendo a hacer un registro casi de récord del mundo en las semifinales, no dejó opción  nadie desde el inicio de la carrera.

El jamaicano, que dentro de cuatro días cumple 22 años, hizo honor a su apellido, que en su idioma natal quiere decir "relámpago" y voló sobre el tartán de Pekín, dejando clavados a sus rivales. La diferencia fue abismal, tanta que los últimos metros el ya campeón olímpico se dejó llevar, sonriendo y abriendo los brazos para deleite de los fotógrafos. Y aun así, el récord del mundo anterior, que sotentaba el propio Bolt en 9.72, cayó pulverizado.

Con éste, Jamaica consigue su primer oro olímpico en la prueba reina de la velocidad en unos Juegos, una prueba en la que tradicionalmente el reinado se lo disputan los estadounidenses. Mientras los estadounidenses rumian su derrota en el trono de la velocidad, Bolt disfrutaba de su récord dando la vuelta de honor al estadio, con música jamaicana de fondo y el público entregado. Porque esta noche en Pekín se ha consagrado el nuevo rey de la velocidad