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La sequía, como hemos visto, está vaciando los embalses andaluces y las consecuencias no afectan solamente a la agricultura. Hay muchos negocios que viven del turismo y las actividades acuáticas en los pantanos que también lo están pasando mal. Y aunque algunos aguantan a duras penas, otros han optado ya por reinventarse para poder, dicen, sobrevivir.

La falta de agua ha provocado que toneladas de peces muertos se acumulen en el embalse de Sierra Boyera. Situado en Belméz, en Córdoba, ha sido el primero de España en declararse técnicamente seco, a finales de abril, y ahora se enfrenta a este problema añadido.

Tras meses de sequía, las últimas dos semanas de mayo han dejado lluvias intensas en toda España. El sureste del país se ha llevado la peor parte. Murcia, el sur de la Comunidad Valenciana o Almería han visto sus calles convertirse en ríos, pero ¿Por qué hemos visto tanta intensidad precisamente en esta zona?

Las lluvias han caido también en muchos otros puntos. A falta de datos definitivos, dice la AEMET, que ya no será la primavera más seca de la historia, aunque el agua no ha caido de la mejor forma, según los expertos.

Aunque ha llovido mucho, la realidad es que en la última semana la reserva de agua ha vuelto a bajar. Lo que sí han hecho estas lluvias es humedecer la tierra.

Un pequeño respiro antes de que llegue el calor veraniego.

En el ámbito económico, protesta hoy de los agricultores del Bajo Guadalquivir en Sevilla. Están convocados por COAG, reclaman ayudas a la Junta y al gobierno central, por las pérdidas de la sequía y el aumento de los costes de producción.

A pesar de las lluvias de los últimos días, el campo sigue sufriendo los efectos de la sequía y, con las restricciones de agua, se ha activado la compraventa de derechos de riego. Los regantes que no van a usar el poco agua que tienen y la ceden temporalmente a otros agricultores a cambio de una compensación económica. Organizaciones agrarias, consumidores y varias ONG temen que haya un 'mercadeo' con un bien público.

Foto: GETTY

Los veranos duran cada vez más y con las altas temperaturas también aumenta la necesidad de hidratarse y el consumo de agua embotellada, que no se ve afectada por la sequía, ya que los manantiales no dependen de los ciclos hidrológicos anuales. El incremento de los precios no ha frenado su demanda.

La falta de precipitaciones lleva meses siendo la principal preocupación de muchos agricultores. En medio de lo que los expertos llaman "sequía crónica" han irrumpido las lluvias torrenciales. En el Telediario, hemos preguntado a los expertos si es útil esta agua, ¿aliviará el problema del campo y la falta de recursos?

Foto: FECOAM / EP

En plena sequía y con restricciones para regadío en muchos puntos de España, hay pueblos que mantienen el reparto de agua tradicional. En función del caudal, del agua disponible, se riega por lotes o suertes. Los vecinos aseguran que así, incluso en las situaciones más críticas mantienen sus plantaciones vivas. En Torreadrada, un pueblo de Segovia, el tiempo parece que se ha detenido. Desde hace más de un siglo se abastece de este manantial. El agua sobrante se acumula en una caseta y cuando toca regar, se abre de uno o de otro lado. El agua va fluyendo hacia los huertos de forma natural. Cada zona a regar se denomina "lote". "Hay siete lotes y cada día se riega uno y cada huerto tiene media hora" ha afirmado el alcalde de Torreadrada, Luís Teófilo. No hay acequias y el agua se dirige creando barreras con tierra o piedras. Apenas en unos instantes el huerto se riega.

FOTO: GETTYIMAGES