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Esta noche Alejandra Suárez Ogorodnikova, hija de uno de los más relevantes espías rusos durante la Guerra Fría, nos hablará de algunas particularidades de los servicios secretos de Vladimir Putin, herederos de la KGB y con un indiscutible poder y liderazgo internacional. Junto al analista de inteligencia, de larga trayectoria dentro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Santiago Montesinos nos adentraremos en el oscuro mundo del crimen organizado y algunas de sus consecuencias y ramificaciones.

El líder opositor ruso Alexéi Navalny da su primera entrevista tras ser dado de alta del hospital berlinés donde se recuperó del envenenamiento del que fue víctima en agosto. "De repente me vi atrapado en sudor" ha explicado a un popular youtuber ruso, en una vídeo que ya acumula millones de visitas tras ser colgado esta mañana.

El ritmo de contagios se acelera en muchos puntos del mundo. En Europa está ocurriendo con fuerza en República Checa y Reino Unido y también en Francia, donde se van a aplicar medidas especiales en París para las próximas dos semanas que afectarán a muchos negocios. Rusia, con más de 10.000 nuevos contagios al día, cifras que no veía desde mayo, cerrará los colegios dos semanas para contener el avance del coronavirus y las empresas tienen que implantar el teletrabajo para al menos el 30% de sus plantillas. En Estados Unidos, Nueva York cierra algunas de las escuelas que volvieron a las clases la semana pasada.

En Europa, muchos países ven cómo aumentan progresivamente los contagios de coronavirus. Ya suman más de 5,6 millones de casos y más de 233.000 fallecidos, que representan una de cada cuatro del total de muertes en el mundo. Con 17.000 nuevos casos positivos en las últimas 24 horas, Francia es uno de los países más afectados. En el Reino Unido, con unos 13.000 nuevos contagiados, pronostican que la situación de incerteza seguiriá hasta más allá de Navidad. Berlín o Roma también crecen, pero de forma más moderada. [Coronavirus: última hora en directo

Dos países, Armenia y Azerbayán, están al borde de la guerra por una vieja disputa territorial: el control de la región de Nagorno Karabaj con intereses energéticos de por medio debido al paso estratégico de oleoductos y gasoductos. Las potencias en la zona, Rusia y Turquía, llaman a la calma. También desde España la ministra de Exteriores ha pedido el cese de hostilidades en la frontera.

En 1936, los soviéticos trazaron fronteras para formar tres repúblicas socialistas soviéticas: Georgia, Azerbaiyán y Armenia, pero hubo un territorio, con población mayoritariamente armenia, que quedó dentro de Azerbaiyán. Ese territorio, Nagorno Karabaj, declaró en 1991 su autodeterminación. Estalló entonces una guerra que dejó miles de muertos y un millón de desplazados. Armenia logró hacerse con el control efectivo de Nagorno Karabaj. Desde entonces, Azerbaiyán trata de recuperar el control de la región y 30 años después, este fin de semana, han vuelto los combates. Las dos repúblicas del Cáucaso sur han decretado la ley marcial en todo su territorio. Ambos países se acusan mutuamente de haber retomado las armas. Armenia acusa a Azerbaiyán de haber bombardeado varias poblaciones de la región. Azerbaiyán asegura que se ha limitado a responder a los bombardeos armenios. Rusia, apoya a Armenia, un país mayoritariamente cristiano ortodoxo y exige un alto el fuego. Turquía culpa a Armenia del estallido de violencia y ofrece apoyo total a Azerbaiyán. La comunidad internacional ha pedido un cese total de la violencia.

El líder opositor ruso Alexéi Navalny, que recibía tratamiento desde el pasado 22 de agosto en la clínica universitaria berlinesa de la Charité por envenenamiento con un agente nervioso del grupo Novichokha sido dado de alta.

"El estado de salud del paciente ha mejorado hasta tal punto que se ha podido concluir con el tratamiento médico de urgencia", precisa el hospital en un comunicado difundido hoy, en el que indica que Navalny fue dado de alta este martes.

Los médicos que atienden al líder opositor se muestran optimistas respecto a su total recuperación "debido a la evolución y el estado actual del paciente".

El opositor ruso Alexei Navalny no fue envenenado con un té en el aeropuerto sino con una botella de agua que le sirvieron en el hotel en el que se había alojado. Lo han confirmado varios laboratorios alemanes que han analizado las botellas que recogieron los colaboradores de Navalny en la habitación.