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Ruanda y Congo firman la paz con la mediación de Estados Unidos. Aunque nada es gratis y hay que entender que en el Congo hay grandes negocios como la explotación de las minas que originaron precisamente el conflicto con Ruanda.

La guerra entre ambos países tiene origen en diferencias étnicas, pero la lucha a día de hoy es por el control de los recursos. Alrededor del 80% de las reservas mundiales de coltán y cobalto, esenciales en tecnología, están en el Congo. Desde Ruanda, los rebeldes del M23 apoyados por el Gobierno ruandés, se han hecho con el este del país, donde está la mayoría de esos recursos.

En tres décadas de conflicto ha habido más intentos de alcanzar la paz, pero la gran diferencia es que ahora ha mediado EE.UU. y no lo ha hecho de forma altruista. Dice buscar la estabilidad regional, pero consigue un acceso preferencial a minerales críticos y refuerza su posición en la región. Este acuerdo recuerda al que Trump firmó con Ucrania para explotar sus tierras raras a cambio de garantías de seguridad para el futuro.

Imagen: AFP / ANDREW CABALLERO-REYNOLDS

Donald Trump ha recibido este jueves en Washington a los líderes de la República Democrática del Congo y Ruanda para firmar nuevos acuerdos destinados a estabilizar una región devastada por la guerra y atraer inversión minera occidental. Pero mientras el estadounidense ha hecho de anfitrión en su más reciente intento por lograr la paz, los enfrentamientos al este del Congo continúan en un conflicto que ha lastrado durante décadas a la región africana.

El presidente ruandés, Paul Kagame, y el presidente congoleño, Félix Tshisekedi, tienen previsto reafirmar su compromiso con un pacto de integración económica ya acordado el mes pasado, así como con un acuerdo de paz mediado por EE.UU., alcanzado en junio, pero aún sin implementar. Sus países firmarán acuerdos sobre minerales críticos, seguridad y asociaciones económicas, según un funcionario de la Casa Blanca.

La Administración Trump ha discutido cómo facilitar inversiones occidentales por miles de millones de dólares en una región rica en tántalo, estaño, tungsteno, oro, cobalto, cobre, litio y otros minerales. Washington se apresura a garantizar el acceso a minerales críticos controlados por su rival, China.

FOTO: EUROPA PRESS

El genocidio es la forma más extrema de violencia: un acto que busca la destrucción total de un grupo humano por motivos de identidad, origen, religión o cultura. José Ángel López, profesor de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales, repasa en su libro 'La era de los genocidios' los genocidios que han sufrido pueblos a lo largo de la historia hasta hoy.

El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ha presidido en Washington una reunión ministerial para firmar el acuerdo de paz entre Ruanda y la República Democrática del Congo. Se trata de un texto impulsado por Estados Unidos, que interviene en un contexto de tensiones persistentes en el este de la RD del Congo.

El acuerdo de paz consta de dos partes: seguridad y economía. El proyecto de acuerdo prevé, en primer lugar, el cese de las hostilidades entre los dos ejércitos nacionales. Ambos países se comprometerían a no cometer más agresiones, ya sean directas o indirectas, y a resolver sus diferencias por medios pacíficos. A continuación, el texto aborda la cuestión de los grupos armados, en particular las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) y el AFC/M23. Los dos países se comprometen a no prestarles apoyo alguno.

Foto: Mark Schiefelbein/AP Photo — El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, junto al ministro de Exteriores de Ruanda, Olivier Nduhungirehe, y la ministra de Exteriores de la RD del Congo, Therese Kayikwamba Wagner

El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ha presidido en Washington una reunión ministerial para firmar el acuerdo de paz entre Ruanda y la República Democrática del Congo. Se trata de un texto impulsado por Estados Unidos, que interviene en un contexto de tensiones persistentes en el este de la RD del Congo.

El acuerdo de paz consta de dos partes: seguridad y economía. El proyecto de acuerdo prevé, en primer lugar, el cese de las hostilidades entre los dos ejércitos nacionales. Ambos países se comprometerían a no cometer más agresiones, ya sean directas o indirectas, y a resolver sus diferencias por medios pacíficos. A continuación, el texto aborda la cuestión de los grupos armados, en particular las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) y el AFC/M23. Los dos países se comprometen a no prestarles apoyo alguno.

Foto: Mark Schiefelbein/AP Photo — El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, junto al ministro de Exteriores de Ruanda, Olivier Nduhungirehe, y la ministra de Exteriores de la RD del Congo, Therese Kayikwamba Wagner

Ruanda, a través de su patrocinado grupo armado M23, ha tomado el control de la mayor ciudad del este de la República Democrática del Congo. Un paso más en el conflicto que vive esta zona desde hace más de tres décadas y que pone en alerta a todos los países vecinos que temen el estallido de una guerra regional.

La violencia en la República Democrática del Congo (RDC) se endurece. La guerrilla M23 ha tomado la ciudad de Goma, en el oeste del país, después de violentos enfrentamientos con el Ejército de RDC. Hay decenas de muertos y cientos de miles de civiles intentan huir a la vecina Ruanda. La ONU ha advertido de la grave crisis humanitaria en la región. El conflicto de RDC es uno de los que lleva más décadas activo: tiene sus raíces en la época colonial y en la lucha entre etnias.

Olatz Cacho, portavoz de Amnistía Internacional, asegura que los recientes combates han desplazado a unas 400.000 personas y han agravado la crisis humanitaria que sufre la región. "No es normal que esta población, que vive en una zona tan rica, sufra tanta pobreza, tanta inseguridad y tantas violaciones de derechos humanos durante tantísimos años", ha denunciado Cacho y ha asegurado que la "impunidad es un problema que hay que combatir".

Cacho explica que otro de los factores que agrava este conflicto son los minerales como el estaño y el coltán, imprescindibles para la fabricación de teléfonos móviles y ordenadores. "Países como China o Estados Unidos no regulan adecuadamente sus cadenas de suministro y permiten la entrada de minerales sin verificar si su origen es ético o no", ha denunciado Cacho.

Los rebeldes del M23, apoyados por soldados ruandeses, siguen tomando más territorio en el este de la República Democrática del Congo. El grupo armado ha entrado en Goma, la capital de Kivu Norte. En las calles de esta ciudad de dos millones de habitantes se viven enfrentamientos entre los milicianos y los soldados del Ejército congoleño. De momento, hay 17 muertos y unos 370 heridos.

La situación humanitaria en esta región es cada vez más complicada, con decenas de miles de desplazados en las calles de la ciudad, los hospitales desbordados y el cierre de la frontera con Ruanda, el principal punto por el que intentan huir los civiles, según la ONU.

Se trata del último episodio de un largo conflicto que hunde sus raíces en el genocidio ruandés de 1994 y que se nutre de la explotación de las minas de coltán.

El periodista y fundador de Africa Mundi, David Soler, ha ofrecido en una entrevista para el Canal 24h una visión alarmante sobre la situación en el este de la República Democrática del Congo, donde los intereses por el control de recursos naturales, como el cobalto, están avivando el conflicto. Soler ha destacado la implicación de Ruanda en la región a través del apoyo militar al grupo M23, pese a que el Gobierno de Kigali niega su respaldo directo.

Soler ha subrayado que la intervención militar de Ruanda en la captura de la ciudad congoleña de Goma, junto con la explotación de recursos en el norte de la zona, responde a un interés estratégico por los minerales vitales para las tecnologías actuales. "Es evidente que el objetivo es controlar esta región debido a sus recursos", ha afirmado. El impacto humanitario de este conflicto es devastador, con más de 400.000 desplazados, una cifra que sigue creciendo a medida que la violencia y las violaciones de derechos humanos se intensifican.