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"Estoy casado desde hace 5 años. Hago esto por mi mujer. Muchas veces me conecto y con otras chicas tengo cibersexo. Nunca lo he llevado al plano real. Pero me siento mal y lo hago cada vez más. Sobre todo desde la pandemia porque soy ingeniero informático y trabajo mucho desde casa".

Esto es un testimonio real de un asistente a las sesiones del proyecto Adisex, puesto en marcha por la Universitat Jaume I de Castellón. Se accede desde cualquier parte del mundo. El problema va en aumento, especialmente desde la pandemia. Rafael Ballester es catedrático de Psicología Clínica de la Salud de la UJI y responsable de Salusex, Unidad de Investigación sobre Sexualidad. Hablamos con él en Por tres razones.

El teléfono para acceder a este servicio es 96 472 97 19.

  • Más del 60% de los adolescentes ha visto porno alguna vez en su vida
  • La edad media a la que ven porno por primera vez es a los 12 años, aunque algunos lo hacen desde los 8 años
  • 'Porno en la adolescencia', en Objetivo Igualdad, sábado 11h en La2 y domingo 14:30h en el Canal24h

En una entrevista en La noche en 24 horas, Ana de Blas, del Movimiento Feminista de Madrid, ha hablado sobre los diferentes debates que hay en el seno del feminismo, como la abolición de la prostitución o la reforma de la ley del 'solo sí es sí', sobre la cual ha instado al Gobierno de coalición a sentarse a negociar para no perder los avances positivos logrados con la norma.

Se ha mostrado, además, crítica con la ley trans al considerar que la autodeterminación no solo puede suponer "el borrado jurídico" de las mujeres y de "la categoría sexo", con posibles "implicaciones problemáticas en colectivos de mujeres vulnerables", sino que además trae aparejadas sanciones administrativas que podrían ser usadas contra el pensamiento crítico feminista.

Preguntada por la posible ruptura del feminismo, ha asegurado que no está dividido: "No se ha movido de su lugar: la defensa de los derechos de las mujeres". También ha cuestionado la convocatoria de manifestación Comisión 8M Madrid. "No consideramos que sea netamente feminista una convocatoria que no va a protestar siquiera por la chapuza de la reforma del Código Penal o que no sea abolicionista", ha argumentado. Foto: EFE

(Entrevista de Manuel Sollo). Un joven argentino llega a Barcelona en 2010 con una beca para estudiar un máster en Creación Literaria. Dos mujeres de la alta sociedad chilena, Jimena y Sonia, madre e hija, le alquilan una habitación en su céntrico piso. Poco después sabrá que ambas trabajan como prostitutas en el mismo apartamento. Aquella experiencia real de nueve meses de convivencia la cuenta Laureano Debat en su primera novela, Casa de nadie (Candaya). Recupera las notas de entonces para reconstruir hechos y confidencias de una relación de amistad. Más que en el sexo, se adentra en el pasado y el presente de sus protagonistas, en la intimidad de sus rutinas, en la trastienda de sus preparativos. No hay violencia física, pero sí un precipicio de adicciones y traumas, de ansiedades y sufrimientos, una salud mental quebradiza. De fondo, la casa como un no-lugar y una ciudad azotada por la crisis económica y política. Escenarios que agudizan la precariedad de estos personajes migrantes. El argumento de esta obra apareció en una crónica incluida en Barcelona Inconclusa, el primer libro de Debat.

'Casa de nadie' de Laureano Debat, es la historia de Sonia y Jimena, dos prostitutas chilenas con la peculiar relación de madre e hija. Pero también es la historia del escritor argentino, compartiendo piso con ellas.

Entrevista a Amelia Tiganus, superviviente de explotación sexual, activista feminista y escritora, que cuenta a Objetivo Igualdad su lucha por la abolición de la prostitución, las violaciones y abusos que sufrió de niña, su exclavitud en 40 prostíbulos de España y su liberación posterior.  

El presunto sorteo de una prostituta entre los militares del cuartel del Bruc en Barcelona a través de un grupo de WhatsApp ha puesto sobre la mesa la importancia de terminar con la pasividad cómplice para poner fin a las conductas machistas. Según los primeros indicios, dos participantes del chat han sido los que han denunciado el comportamiento de sus compañeros. Pero, dicen los expertos, esto no es lo habitual. Alzar la voz y denunciar este tipo de hechos en esferas en las que la mayoría de los integrantes son hombres es poco frecuente.

FOTO: GETTY