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El Gobierno ha ampliado hasta el 31 de enero de 2021 el veto a los desahucios a los más pobres y el blindaje a los contratos de alquiler para evitar subidas abusivas. Sin embargo, no prorroga la prohibición del corte de suministros, como la luz, el gas o el agua, ni la moratoria de hipotecas.

El padre Ángel, fundador de Mensajeros de la Paz, ha contado en el Informativo Local de Madrid, que se avecina una situación complicada: “Lo que nos toca ahora es salvar vidas. Por los datos que nos siguen dando de fallecimientos y de contagios, la situación tiene muy mala pinta. Pero tiene la buena pinta de que nos estamos concienciando.”

A pesar de la situación intenta dar un mensaje de esperanza: “Hay que ser realistas, estas enfermedades no son un juego, pero hay que tener esperanza y luchar.” Cuenta que las demandas de gente que pide comida no se han reducido y que de hecho, cada día aumentan más. La parte positiva, explica, es que tanto las autoridades como la sociedad empiezan a reconocer la situación. Porque en España, concluye: “Hay pobreza y hay hambre.”

Desde la despensa solidaria de Carabanchel reparten 200 cestas semanalmente. Desde que empezó la pandemia el número no ha disminuido. De hecho, tienen una lista de 247 familias. De ellas, 52 están en lista de espera. Cuando una se da de baja, atienden a otra. Se organizan con el apoyo de vecinos y comercios que les proporcionan alimentos. Las mismas personas que necesitan esos productos, se encargan de organizarlos y repartirlos.

Yelena Sevich, que forma parte de la organización, explica que la lista de espera no baja: “Pensábamos que con el ingreso mínimo vital íbamos a poder dejar actividad, que se iba a estar mucho mejor. Pero no ha bajado el número de peticiones y constantemente tenemos lista de espera de 50 personas.”

Sólo un tercio de las solicitudes del ingreso mínimo vital se han tramitado desde que esta medida se puso en marcha. El Gobierno justifica estas cifras tan bajas por los errores en las solicitudes, pero la realidad es que la excesiva burocratización está suponiendo un muro para que las personas más necesitadas puedan acceder a esta prestación.
“Es una prestación que pretende erradicar la pobreza, pero que no tiene en cuenta las condiciones de vida estas personas”, explica Roberto Borda Asociación Apoyo (Moratalaz), que ha ayudado a 300 familias a solicitar el ingreso en este barrio, y ninguna ha recibido todavía la prestación.
Una de esas solicitudes que está en el olvido es la de Lourdes, vecina de Moratalaz, en Madrid, que aún no ha recibido respuesta de la Administración tres meses después de solicitar la prestación.
“Sobrevivimos con 370 euros al mes, de forma muy precaria”, reflexiona Lourdes.
Teresa Sánchez Chaparro, coautora de ‘Entender la renta básica”, cree que esta situación era previsible por esa burocracia “poco eficiente e injusta”
Sánchez Chaparro considera que el país ha perdido una oportunidad histórica para establecer un sistema de rentas básicas, que al ser automática no tiene esos problemas administrativos.

Desde hace unos meses, algunas familias acuden a parroquias o asociaciones para lograr cubrir sus necesidades más básicas. El banco de alimentos reparte 2 millones de kilos al mes. En el Telediario hemos querido conocer algunas de sus historias.

La transmisión de la COVID-19 se está ensañando especialmente con las zonas con las rentas más bajas en la Comunidad de Madrid, como Usera, Puente de Vallecas o Carabanchel. El País Vasco o Zaragoza también acumulan incidencias de contagios muy altas. Los motivos del repunte de contagios en estas zonas son los factores socioeconómicos por la imposibilidad de realizar cuarentenas, las condiciones habitacionales o la precariedad laboral. [Coronavirus: última hora en directo