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La mayoría de votantes republicanos sigue apoyando al expresidente Donald Trump. Siguen creyendo que hubo fraude electoral, sueñan con volver a verlo en la Casa Blanca y consideran absurdo acusarle del asalto al Capitolio. Además creen que el grupo de republicanos que ha roto filas y ha condenado a Trump son una desgracia para el partido. Mientras, en el otro bando, Michael Taylor, alcalde de una ciudad de Michigan, dice que su partido ya no es un partido de valores y de ideas, sino un culto a Donald Trump.

Las imágenes que habíamos visto del asalto al Capitolio estaban grabadas desde el exterior o por los propios asaltantes. En el juicio político contra Trump los demócratas han mostrado las de las cámaras de seguridad del edificio, que dan una idea más clara de lo grave que fue el asalto y de las consecuencias que pudo tener. Los senadores dicen sentir enfado y escalofríos al revivir el asalto, pero no hay ninguna señal de que esto vaya a convencer a más republicanos de cambiar su voto y condenar a Trump.

El juicio político al expresidente estadounidense Donald Trump, acusado de incitar a una insurrección por su papel previo al asalto al Capitolio el 6 de enero, ha comenzado este martes con un debate de cuatro horas en el que se ha evaluado si el proceso es constitucional, algo que después ha sido votado por los miembros de la Cámara Alta.

Los senadores han aprobado, con 56 votos a favor --tan solo seis de ellos de republicanos-- y 44 en contra, que el proceso contra el exmandatario es constitucional, dando el pistoletazo de salida al impeachment, que tanto demócratas como republicanos quieren que sea más rápido que el de hace apenas un año.

Los demócratas también han mostrado un vídeo que relaciona imágenes de los disturbios en la sede de las dos cámaras del Congreso de Estados Unidos con fragmentos del discurso que ofreció Trump ese mismo día ante cientos de sus seguidores y en el que se le escucha decir “pelear a muerte” y “vamos al Capitolio”.

Se trata del segundo impeachment al que se enfrenta el magnate neoyorquino y el cuarto juicio político a un presidente de Estados Unidos.

En Estados Unidos, a una semana del juicio político a Trump, cada vez hay menos republicanos dispuestos a castigarlo. Hoy dos congresistas republicanas ilustran en las portadas la fractura de su partido: una conservadora clásica, y una adicta a las conspiraciones. Marjorie Taylor Greene llegó al Congreso con un largo rastro en redes sociales: en internet apoyó ejecutar a políticos demócratas, puso en duda el atentado del 11S contra el Pentágono  y abrazó las teorías de Qanonlos que dicen que hay una red de demócratas y actores de Hollywood pedófilos y adoradores de Satán. Los vimos en el asalto al Capitolio y en mítines de Trump y a ella la apoyó, dijo que era una nueva estrella del partido. Muy pocos republicanos la han criticado y ahora el lider Senado, Mitch McConnell dice que sus mentiras son un cancer y muestra su apoyo a otra republicana en el polo opuesto, Liz Cheney que también ocupa portada pero por los ataques de sus propios compañeros de filas, se desmarcó de Trump por el asalto al Capitolio, votó a favor del impeachment y muchos votantes y compañeros se han rebelado contra ella.

Foto: REUTERS/Erin Scott/Pool/File Photo