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El candidato demócrata, Joe Biden, ha tomado la delantera en el estado clave de Pensilvania y en Georgia y de momento va en cabeza en el recuento de las elecciones en Estados Unidos. Solo con este estado, Biden podría ganar la presidencia, ya que quien gane aquí se llevará 20 delegados al colegios electoral. A Biden le faltan solo 17 para hacerse con los 270 necesarios para ganar.

El recuento está siendo muy lento por la gran cantidad de voto por correo y porque las autoridades están poniendo mucho cuidado para evitar errores. El estado de Georgia ya ha anunciado que seguramente habrá que recontar todos los votos, dado el escaso margen entre uno y otro candidato. 

Aún así, Trump sigue insistiendo en denunciar fraude, aunque sin ninguna prueba. Algunos dirigentes republicanos le han apoyado mientras otros han criticado que sea el propio presidente quien pone en duda la solidez de la democracia estadounidense.

El recuento de votos continúa en cinco estados, aunque habrá que esperar a ver cómo se solventan los recursos e impugnaciones que Donald Trump y sus abogados han presentado en diferentes Estados. Trump sigue acusando a los demócratas de robar las elecciones sin pruebas. En Georgia se repetirá el recuento por la ajustada ventaja con la que ha ganado el candidato demócrata. Informa el corresponsal en Washington, Fran Sevilla.

El retraso en el recuento de votos anticipados de las elecciones en Estados Unidos ha desatado toda una batalla política entre demócratas y republicanos. El partido de Joe Biden pide paciencia y defiende que se contabilicen todos los votos, mientras el presidente, Donald Trump, asegura que es un proceso fraudulento. Los observadores internacionales de la OSCE acusan al presidente de "abuso de poder flagrante" y aseguran que no hay base para afirmar que las elecciones están manipuladas. [Especial: elecciones EE.UU.]

El recuento de los votos anticipados en las elecciones de Estados Unidos sigue papeleta a papeleta y cada estado lo hace a su manera. Puede ser manual o con máquinas, pero siempre es un proceso muy farragoso. Los que comprueban las papeletas son funcionarios o empleados electorales. El proceso es lento y la faena abundante. El recuento sigue en Nevada y Arizona, donde lidera Biden, y en Carolina del Norte, Georgia, Pensilvania y Alaska, donde lidera Trump. Los responsables electorales consideran insultantes las acusaciones de fraude electoral del presidente. [Especial: elecciones EE.UU.]

El retraso en el recuento de los votos anticipados en Estados Unidos ha puesto de manifiesto que el proceso electoral estadounidense "necesita ajustes y una modernización urgente", según el experto en política de EE.UU., Hugo Acha. En una entrevista en La Tarde en 24 Horas, el analista ha recordado que la cautela manda y augura que la batalla judicial puede durar mucho tiempo. Sobre las acusaciones de Trump de fraude, Acha insistie: "Requeriría de un grado de evidencia muy alto". [Especial: elecciones en EE.UU.]

En Nueva York, la protesta de los que reclaman que se cuente cada voto de las elecciones a la presidencia de Estados Unidos ha acabado con una carga policial. Hay al menos 50 detenidos. Mucha tensión también en Portland, donde los manifestantes se han parapetado tras las barricadas. Un manifestante declaraba: “Estoy cansado de que me traten como a un ciudadano de segunda por ser hispano". Noche más tranquila en Seattle, aunque ha habido casi una decena de arrestos. En Pensilvania animaban a seguir con el recuento del voto por correo y en Detroit, partidarios de Trump, han intentado acceder al edificio donde revisan las papeletas para obligarles a parar. Carteles en Las Vegas de "sigue haciendo grande a América", animan estos votantes a Donald Trump para que, como él mismo denuncia, no le roben las elecciones. [Especial: Elecciones EE.UU.]

El recuento va despacio, quedan muchas papeletas que llegaron por correo para contabilizar. Y eso es lo que quiere detener Donald Trump. El actual presidente ya ha empezado la batalla legal. Está siguiendo una doble estrategia. Por un lado redobla sus insinuaciones de fraude electoral, sembrando sospechas que pueden calar en una parte de su electorado. Y por otro pone en marcha su estrategia legal presentando demandas y pidiendo la suspensión del recuento por ejemplo en algunos estados, donde el voto que falta puede favorecer a Biden o en los que Trump está perdiendo la ventaja que tenía. Los observadores internacionales de la OSCE dicen que esas declaraciones de Trump dañan la confianza en la democracia y el coordinador de esos observadores habla incluso de un posible abuso de poder por parte de Trump.

Quedan votos por contar en muchos estados, fundamentalmente votos por correo. En un colegio de Pensilvania aún hay contenedores llenos de papeletas pendientes de certificar. Hay cientos de miles aún en ese estado. En otros, siguen llegando votos por correo, que se emitieron el día de las elecciones. A falta de ese recuento total, Joe Biden dijo que estaba claro que tiene suficientes apoyos para ganar la Casa Blanca, pero no llegó a declararse vencedor. [Especial: Elecciones EE.UU. 2020]

¿Biden o Trump? A la espera de conocer al ganador de las elecciones de Estados Unidos, en Las mañanas de RNE conversamos con Pol Morillas, director del CIDOB (Barcelona Centre for International Affairs). ¿Qué legado deja Donald Trump si no se hace con la presidencia? Según MorillasTrump deja una gran transformación en el seno del Partido Republicano, que está por ver qué estrategia de futuro sigue si el candidato a presidente desaparece de la escena. Una escena mayormente polarizada. "Trump deja un legado en la política exterior de rotura de los grandes consensos a nivel internacional y el papel preponderante de EE.UU. de tejer esos consensos", explica Pol Morilla. "Sin Trump, todo lo que representa Trump, tanto a nivel interno como a nivel internacional, seguirá presente". El director del CIDOB cree que la política estadounidense seguirá dividida. "Puede haber trumpismo sin Trump, el trumpismo es hablar de muchas cosas al mismo tiempo", opina. "Probablemente habrá un Senado controlado por los republicanos, o dividido casi al 50%, y una Cámara de Representantes con mayoría demócrata pero con unos números muy ajustados. La gobernabilidad de Biden no va a ser fácil tampoco". A largo plazo, por cuestión de edad, Joe Biden ya ha insinuado que no optaría a una reelección, lo cual dejaría vía libre a Kamala Harris para ser la próxima presidenta.